Carlos Oliver
Conocí a Carlos a raíz de hacerme amiga, o más bien seguidora de Alfonso Díaz (redactor de Rafa Basa) y coincidir alguna vez en conciertos. Recuerdo aquella época en la que Alfonso y Carlos eran un tándem y no había concierto que se perdieran juntos. Siempre recuerdo verle con una cámara y desde entonces han sido festivales, conciertos y alguna que otra cerveza con este fotógrafo tan ilustre que ha podido fotografiar a músicos como los que podéis ver a continuación (Yolanda Sabater)
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Anthrax (3 de novembre de 2015. Razzmatazz)
Una de las grandes satisfacciones que me ha dado la fotografía de conciertos es poder retratar en varias ocasiones a algunas de mis bandas preferidas, como es el caso de Anthrax. A veces es inevitable llevarte por las emociones. Esta instantánea, en concreto, se tomó en un concierto que fue realmente infernal, en su gira con Slayer, y con un Razzmatazz hasta los topes con un aforo que rozaba los límites de seguridad permitidos. Según me contaron, el mismo Scott Ian, antes de salir del escenario, se interesó en saber dónde estaba la salida de emergencia. A la semana siguiente, ocurrieron los atentados de París con el asalto terrorista a la sala Bataclan.
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Thundermother (11 de septiembre de 2019. Rocksound)
Esta foto me gusta por diversos factores. Fue tomada en la añorada Rocksound, que tan buenos momentos me dio… muchos conciertos, muchas cervezas y siempre junto a la mejor compañía. Sin duda, este fue un día más en los que el techo de nuestro querido pequeño templo literalmente sudaba. Me encanta hacer fotos en locales pequeños, notar esa cercanía de los músicos y del público. Esta foto creo que capta perfectamente la intensidad y la hermandad de lo que allí se vivía. Y por otro lado creo que ilustra la fuerza y la importancia del papel de las mujeres en nuestra música y desmonta cualquier tipo de prejuicios y actitudes intolerables que no deberían tener cabida en ningún ámbito.
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Abbath (30 de junio de 2017. Rockfest)
A la hora de tomar fotos me considero un francotirador nato. Quizás sea por la herencia de mis inicios todavía con la fotografía analógica. Nunca hago fotos de manera indiscriminada, intento predecir situaciones y afinar en el momento justo. Siempre hay que estar alerta y preparado para captar el momento, porque a veces la foto ideal se da cuando menos te lo esperas. En este caso, no había empezado todavía la actuación, pero cuando vi que Abbath salía desde la esquina del escenario con la antorcha y la botella sabía lo que tres segundos después iba a suceder. El tiempo preciso para ajustar, enfocar y disparar.
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Megadeth (1 de junio de 2017. Sonisphere)
No necesariamente las mejores fotos han de darse en los mejores conciertos. Francamente, la actuación de Megadeth fue bastante tediosa y aburrida, pero me llevé de recuerdo esta toma de Dave Mustaine que, sea por lo que sea, ha sido la foto que más veces me han pedido.
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Ghost (19 de abril de 2017. Razzmatazz)
Sin duda, hay grupos que por su puesta en escena o por el espectáculo que llevan consigo son suculentamente fotogénicos. Y es que cuando vas a este tipo de conciertos como fotógrafo sabes que vas a disfrutar y te vas a llevar un puñado de atractivas fotos. Elijo esta de Ghost, de su época con mejor propuesta visual, a mi parecer.
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Iron Maiden (29 de julio de 2022. Estadi Olímpic)
Los baterías, los grandes olvidados y relegados de la fotografía de conciertos. Difíciles de retratar cuando sólo puedes hacerles fotos frontales, más aún si se esconden tras enormes kits. Como homenaje y mérito propio, destaco esta foto del gran Nicko McBrian.
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Kiss (7 de julio de 2018. Rockfest)
Dentro de la imaginería del rock’n’roll y del metal hay retratos que son icónicos. Músicos que siempre serán recordados por sus gestos, costumbres, vestimentas y poses que son y serán inmortales. Aunque no es algo que me obsesione conseguir, siempre es bonito el poder tener tu propia versión fotográfica, como la presente del mismísimo “God of Thunder” Gene Simmons.
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Saxon (1 de julio de 2017. Rockfest)
Del mismo modo, hay giras que siempre serán recordadas por su escenografía. Me vienen a la mente las grandes producciones de los 80 que en posteriores y muy puntuales ocasiones se han vuelto a rememorar. Son conciertos en los que merece la pena alejarse para hacer un retrato panorámico entre el público que pueda captar toda esa magnificencia. Son fotos que llevan implícita su propia banda sonora, que en este caso sería “The Eagle Has Landed”.
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Backyard Babies (1 de mayo de 2019. Razzmatazz 2)
Hay momentos e instantes que están inevitablemente llamados a ser captados, son esas fotos que luego resulta que tenemos todos los fotógrafos desde diferentes posiciones. Pero en muchas ocasiones es el fotógrafo el que debe buscar la foto y a veces es bueno recurrir a otros ángulos o composiciones menos habituales. Un determinado elemento escénico, un juego de luces o cualquier pequeño detalle pueden dar lugar a una sugerente y atractiva fotografía.
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Sepultura (8 de agosto de 2018. Leyendas del Rock)
Los brasileños son una de mis bandas preferidas, sin desmerecer ninguna de sus etapas. Una foto a la que le tengo especial cariño, que posteriormente me firmó Andreas tras entrevistarlo antes del último concierto de Sepultura en Barcelona y que, junto a otras, tengo expuesta permanentemente en casa.
10+1. Steve Vai (4 de julio de 2004. Razzmatazz)
Perdonadme la licencia, pero no quería acabar sin incluir una foto ‘viejuna’. Esta fue de las primerísimas que hice en formato digital con una cámara con unas prestaciones que nada tienen que ver con las de ahora, y de cuando todavía flipábamos con la idea de no tener que revelar ya más diapositivas ni carretes.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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