Apocalyptica + Arctic
19 de noviembre – Razzmatazz 1– Barcelona
Doctor Music
Crónica: Jordi Tàrrega
Fotos: Irene Kilmister
Soy de aquellos que puede decir que tuvo la suerte de ver nacer a Apocalyptica ya que en 1996 estaba de viaje a Lituania y me compré, de camino, en Polonia, tres discos. Uno fue el Acme de Sirrah (del que ya hablaremos en profundidad otro día), otro el debut de Blackmore’s Night y el tercero, el disco de debut de Apocalyptica. ¿Cuatro chelos tocando Metallica? Era una novedad, y una locura absoluta…
Pude verles en la gira de su tercer trabajo en la sala Bikini de Barcelona y quedé absolutamente fascinado porque se atrevieron con sus temas propios. Con el tiempo he podido verles en infinidad de veces. Con batería, con cantante, subidos a un autobús descapotable o con una orquesta en Wacken. Tras 27 años el círculo se cierra y se marcan una gira en la que sólo tocan Metallica. Así empezaron un día que se tomaron “unas muchas” cervezas y se preguntaron cómo sonaría el riff de “Seek and Destroy” con un chelo. El resto… es historia. Eicca Toppinen comanda la nave y esta es una gira de puro disfrute, tanto para público como para ellos.
Arctis convence a unos y deja algo frío a otros
La Razz 1 no se llenó del todo, y en el turno de Arctis, la imagen era un poco desangelada. Salió un quinteto modernete a escena, todos vestidos de negro y con una vocalista de inmaculado blanco. El grupo tiene aires de Amaranthe, pero ya de buenas a primeras, tuvieron problemas de sonido y ya quedó claro que había voces y coros pregrabados. Confesaron que era su primera gira, y un poco se notaba, a pesar de que cumplieron con muchas ganas e ilusión.
Su guitarrista estuvo hablador y simpático con un grupo cumplidor que se gustó en “WWM” y en “Tell Me Why”, pero la cosa no terminó de despegar para unos finlandeses más emocionados que el poco público asistente. Fue especialmente en “WWM” cuando más me gustaron pues metieron dentro de la programación y su estilo muy melódico de caza-estribillos unos dejes muy folk. Dijeron que habían visitado Barcelona y que volverían para tocar otra vez.
Apocalyptica ofrece un karaoke masivo para fans de Metallica
Cortina blanca y mucha más gente para asistir a un concierto marcado a fuego por muchos de sus asistentes. Se amenizó la espera con canciones de Sepultura, toda una declaración de principios. Fue entonces cuando se empezó a escuchar al grupo tocando la fabulosa intro clásica de “Ride the Lightning” para que luego cayera el telón, fuera recogido por los operarios, y el trío de chelistas se comieron el escenario rebosando actitud y ganas.
No fue un karaoke masivo (la verdad), pero si tienes a un fan de Metallica que canta mal y se sabe todas las letras a tu lado… estás perdido, porque te va a joder todo el concierto. Tras el trío de cuerda frotada estaba su nuevo baterista Nico que reside en Barcelona como nos contó Perttu Kivilaasko. Fue cuando Eicca se dirigió al público y nos dijo que tocaba cantar, que “la que viene a continuación nos la conocemos todos”: “Enter Sandman”, ni más ni menos… Muy celebrada, pero no es de las que mejor lucen en formato chelo. De verdad que es un espectáculo ver a los tres chicos arremeter acon su instrumento y ver cómo suenan esos riffs inmortales.
“Creeping Death” era esperable y fue muy celebrada. Hay mucho dinamismo y los tres se mueven, especialmente Eicca y Perttu Kivilaasko. Paavo Lötjönen es más calmado. Pura intensidad en “For Whom the Bell Tolls”. Un tema bastante simple, pero no deja de ser una obra de arte y las cuerdas frotadas repuntan la melodía de unas composiciones brillantes. Esperaba que hubiese más gente cantando “Battery”, pero no fue así. Inmensa canción que sonó a gloria con una banda que abusaba de las luces rojas y los halos de luz blancos. La verdad que el espectáculo que llevan en las luces es de lo mejor que ha pasado por Razzmatazz en años.
La cara de Cliff Burton apareció en la pantalla para luego dedicarle la instrumental “The Call of Ktulu”. Precioso momento, aunque hubo mucha gente que estaba esperando el “Orion”. Las instrumentales de metálica siempre fueron un plus para los cuatro jinetes y eso da mucho juego a Apocalyptica. Me alegro que se atrevieran con material más actual como “St. Anger”, pero el resultado fue intrascendente. Es que ni me acordaba de cómo sonaba esa canción del peor disco de Metallica con permiso de la amiga Lulu… “The Four Horsemen” fue presentada por Eicca contando que, en su día, se llegaron a preguntar: “¿Cómo sonaría Metallica con un chelo?”. Y el resultado ha sido estelar…
Destacar la gran labor de la batería de Nico que empuja, adorna y es preciso y veloz en todo momento. Por sus grandes dotes pudimos ver cómo elevaba una canción tan técnica y exigente como es “Blackened”. La verdad es que el material de …And Justice for All queda de cine con los chelos. Y esta iba acompañada con la imagen de un bafle gigante de fondo. Otra que siempre se lo lleva de calle y hace que la gente se deje la voz en el estribillo es el “Master of Puppets”. Maravilloso riff y karaoke masivo en un show que se hizo corto, pero que fue muy intenso.
Otro momento culmen sería el “Nothing Else Matters”, sin batería, con el grupo sentado en sillas y con la elegancia y el feeling que crea el instrumento. Toppinen estuuvo en el acompañamiento en pizzicato y la canción quedó imponente con esos juegos con los focos. Tras ese clímax Perttu presentó al grupo presentando a todos y con la simpática presentación de Nico, que estuvo bajo luces verdes como si un Hulk se tratara (lo es). Y entonces el público entonó el festivo y cansino cántico del “oe oé oé” y ya pasamos a la tremebunda “Seek & Destroy”.
Los Apocalyptica le meten variaciones y detalles a un corte muy primigenio pues, en manos de Metallica, en el fondo, se repite dos veces seguidas toda la canción. Es uno de los pocos temas que podemos decir que mejoran con Apocalyptica. Y ya en los bises el momento “One” fue más que emotivo con esas imágenes de película en las que aparecía el grupo y una voz narrado la letra, qué no cantando. Volvieron a sentarse los tres para dar mucha más solemnidad al momento. Gran aplauso, reverencias y otra versión de Metallica enlatada para ir dando las buenas noches mientras desfilábamos.
Estos fineses son unos fijos de nuestros escenarios y siempre consiguen un espectáculo lucido y bello, aunque lejos están ya del efecto sorpresa que pudieron tener en 1996. Yo les prefiero cuando combinan su material propio con versiones de los de San Francisco, siempre con batería y con varios cantantes invitados, pero esta vez se trataba de verles en lo que fue su génesis: tocando Metallica.
Si lo miramos fríamente, mucho les debemos a Apocalyptica pues fueron realmente los primeros en hacer versiones clásicas de una forma no convencional. Es decir… un poco Van Canto hace lo mismo, pero con voces o grupos como Steve N’ Seagulls o las bandas que tocan clásicos con gaitas y demás no dejan de ofrecer lo mismo. Esa movida, ese estilo de hacer las cosas, nace con Apocalyptica a los que les han llegado a salir incluso imitadores fuera del mundillo metal. Disfrutamos el concierto de verdad, que es lo que importa.
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Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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