Manowar es una empresa llevada con puño de hierro por un hombre de negocios llamado Joey DeMaio, que forma tándem con el otro gran activo del grupo: Eric Adams y en la que en los otros dos músicos no hay nadie imprescindible. El caso es que la imagen cuenta y eso Manowar lo cuidan hasta el extremo que las condiciones que imponen son las que son, y no hay otras ni te aceptan los cambios que pueden sucederse. Son las promotoras y recintos los que se adaptan a Manowar, no Manowar al resto.
En el Navarra Arena los fotógrafos tuvieron que dejar sus cámaras bajo cal y canto y recogerlas después, una vez terminado el concierto. Tampoco al fotógrafo oficial del festival le estaba permitido hacer fotos. Es la norma que tienen y consideran para que salgan las fotos que ellos determinan. En este caso nos pasaron cinco de ellas, huyendo de los primeros planos y buscando la sensación del ambiente y la majestuosidad.
El problema es que no le puedes poner puertas al campo y la gente lleva móviles con unas cámaras que hacen fotos de nivel superior. Tampoco puedes querer ser Dorian Grey pues la edad es la que es y la eterna juventud no se puede capturar en las fotografías por mucho que las controles. El personaje de Oscar Wilde no envejecía y sí su imagen en el cuadro, mientras que muchos músicos prefieren envejecer ellos, pero no sus fotos…
Pero poco importa la edad cuando el concierto ofrecido fue de un nivel superlativo. Y es que el exceso de control hace que te pases de frenada. Pero no somos nadie para decirles a Manowar cómo tienen que llevar su negocio, y si meten 12000 personas en Pamplona, es que mal no les va precisamente.
Y ya que estamos hablando de fotografías de conciertos y de imagen, nos gustaría compartir un par de anécdotas o situaciones similares que unidas te pueden acercar a la calve de todo:
Las condiciones que impone el gran Bryan Adams son estas: Fotos desde una esquina y durante una única canción. Es la solución para que nadie le pille un primer plano. Ser un eterno adolescente puede ser un problema cuando el tiempo avanza. Y sus conciertos de verdad que son maravillosos.
Otra anécdota realmente divertida fue que en 2001 recibimos las cartas de un fan de Yngwie Malmsteen muy cabreado con la revista Guitarra Total porque en nuestras fotos el sueco salía gordo, feo y viejo. Nos acusaba de que queríamos destrozar y hundir su carrera publicando esas fotos y no las que se ajustaban a su ideal. Añadamos que actualmente Yngwie está en un momento espectacular y orgulloso de su imagen.
El caso es que si unes las dos anécdotas… pues ya tienes el por qué determinadas bandas ven a los flashes como potenciales enemigos. La idea de Platón y el mundo de las ideas. Tenemos una imagen en la mente de una banda y la banda quiere preservar que se mantenga siempre esa misma imagen.
Lo que está claro es que cada banda tiene todo el derecho del mundo a poner sus condiciones, como nosotros tenemos todo el derecho del mundo a criticarlas.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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