Mägo de Oz
30 de marzo de 2025
Razzmatazz (Barcelona)
Organiza: Festival Empremtes
Crónica: Jordi Tàrrega
Fotos: Marc Tomàs i Gimó
Me apetecía mucho ver a Mägo de Oz en sala. Soy de los veteranos, de esos que les siguieron desde La leyenda de la Mancha hasta Gaia II y que se desapegaron, pero a diferencia de muchos compañeros/as de generación, yo no perdí mi tiempo criticando a la banda, y a Txus en especial, cosa que ha sido el deporte rey en este país dentro del “reino del metal”. Mägo supusieron un revulsivo para el heavy metal nacional, se mire por donde se mire, pero el salseo y las “temporadas” de culebrones varios, con entradas y salidas de componentes me han interesado cero.
Obviamente fui al concierto sabiendo su formación, aquí siempre hacemos los deberes, con el deseo de volverles a ver en sala y teniendo muy claro de que el señor Di Fellatio habría armado una formación sobradamente capaz y con personalidad. Y así fue, pero toca decir que Barcelona y Mägo tienen una relación estancada desde principios de los 2000. Llenar el Razz 1 es poco para un grupo que en Madrid ofreció un espectáculo de gran formato del que nos dio buena cuenta nuestro compañero Dr. Reifstein. Orquesta, multitud de invitados y más de tres horas. En Sudamérica y Centroamérica tocan ante 16000 personas, pero no en la ciudad condal… Tengo claro qué, si quiero ver la magnitud real de esta banda, no puede ser en mi ciudad.
La gente estuvo desde muy temprano y no llevaban teloneros. El logo en verde-central-nuclear goteando era lo único que se veía en escenario. Cesó el goteo del liquidillo para que hubiera un extenso video, muy trabajado, en el que nos situaban la acción y el concepto de Alicia en el Metaverso. El grupo entró siendo Txus el primero. De verdad que tiene mérito tocar la batería con tanto disfraz, pero lo que lució de verdad fue la canción que da nombre al disco y la enorme de voz de Rafa Blas, así como su presencia escénica. Extensa canción que “bienviene” al grupo, pero que mostró unas carencias notables de sonido en la sala. El mejor momento es cuando entran Moha y Diego Palacio con toda la carga folk y esa pirotecnia tan bien tirada.
La segunda fue “Molinos de viento” y la Razz rugió con ganas ante el temazo que les cambió la vida, de pura inspiración “The Trooper” de Maiden. Puedes cansarte de “Fiesta Pagana”, pero nunca de los “Molinos”. Y esas imágenes de Sancho-Quijote, Quijote-Sancho completaron un inicio impecable al que sumarían “Satania”, con algunos coros pregrabados. Los momentos en los que le tocaba cantar a Xana de solista quedaron inaudibles y nos perdimos uno de los grandes lujos de la formación actual. También me dolió que no interpretara el “Jolen” de Dolly Parton, pues iba preparado para dejarme la garganta en tamaño himno.
Tres temas y media hora consumida, el sueño de todo fotógrafo, por cierto. Me quito el sombrero ante “Luna de sangre”, un nuevo clásico al que no acudió Isra Ramos en forma de colaboración. Mucha movilidad en escena, con hasta nueve músicos que tiran de coreografías sencillas como en una patada al aire o con Ix Valieri y Víctor de Andrés moviendo sus guitarras o subiendo en unas plataformas delanteras. Rafa dijo el “Bona nit” de rigor y anunció que estaban preparando disco para seguir luego con la canción gótica “Diabulus in Musica”, que sigue convenciendo y muestra otra cara del combo madrileño con Xana y Rafa compartiendo protagonismo.
El gran vocalista presentó al grupo, momento que se hizo algo largo pues son hasta nueve componentes, y toca destacar especialmente a Fernando Mainer, impecable al bajo y a un Jorge Salán que iba con gafas de sol y que soleó con velocidad y clase a partes iguales. “Te traeré el horizonte” representa la etapa más reciente del grupo y en ella subió una invitada a tocar la flauta travesera uniéndose a un impecable Diego. Le siguió una gran interpretación de “La venganza de Gaia”, destacando esos momentos en los que Rafa y Francesco Antonelli se quedan tocando y cantando mano a mano. Uno de los grandes logros del grupo es que esos temas tan largos pasen en un suspiro y que la gente se deje la voz en ellos.
En “Por si un día te pierdes” el grupo forma en taburetes y en línea dando sensación de equipo que se amplifica en las fotos de fondo, algunas muy íntimas y familiares. Se nota que esta canción con aires irlandeses es algo especial y muy de su líder. En un juego de contrastes evidente pasaron a “La posada de los muertos”, una canción que hizo que los móviles se elevaran en un mar arbolado de luces y videos. Flautas y violín toman las riendas mientras de fondo los esqueletos bailan al son de un estribillo ganador e icónico. Y si esperabas el discurso de Txus… te quedaste con las ganas. No hubo parlamento alguno, y de verdad, que tampoco se echó de menos.
Si que el simpático Víctor de Andrés tuvo su parrafada sobre Eurovisión, el problema, es que cuando los miembros del grupo nos hablaban, no se les entendía. Cantó “el Baile del gorila” de Melody mientras que Jorge Salán se marcó un espectacular solo que le llevó a arrodillarse y jugar con el slide. Y el momento “Hasta que el cuerpo aguante” me venció y ya lo di todo. Esta canción es una maravilla, una oda a la vida de músico, atemporal, divertida y con una letra exquisita. Ya en los bises Rafa se marcó ese momento lacrimógeno que fue “Desde mi cielo” y luego un momentazo a lo Freddie Mercury haciendo cantar al público.
Pero el final tenía que ser una fiesta y “La costa del silencio” hizo acto de presencia para poner a toda la sala a cantar. ¿Nos lo pareció o Rafa evita decir lo de “cabrones”? Ese análisis lo dejamos para otras webs… Tuvo gracia que cuando tomó el escenario Moha le cantaran “Visca el Barça y visca Catalunya”, pues es un reconocido merengue que siempre encaja las puyas futbolísticas con una deportividad ejemplar. La despedida estaba clara: “Fiesta pagana”, otra vez con la flautista invitada, con al grupo desatado y el público feliz. Se hizo muy corto, pero habían estado tocando más de dos horas.
Muy buen concierto de unos Mägo de Oz que consiguen mantener un gran directo y que siguen ofreciendo discos con canciones dignas de quedarse en sus futuros set lists. Fue todo una fiesta, pero servidor envidia a Madrid y esas noches especiales con invitados y orquestas. Nos dejamos la voz a pesar de que el sonido no estuvo de su parte y de verdad que la formación actual es de lo mejor que han tenido en años. Txus no busca protagonismo alguno y cumple desde la retaguardia, y a pesar de las legiones de haters, es una de las grandes personalidades del rock de nuestro país, duela a quien la duela.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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