Entrevista a Gerrit Mutz, cantante de Sacred Steel (Parte 2): ‘Nos llamamos Sacred Steel y eso es un cliché en sí mismo’

Continuamos hablando con el guerrero auténtico, defensor de la fe metálica y de todos los clichés metálicos habidos y por haber. Y es que… si te llamas Sacred Steel, la gente espera que te mantengas fiel a tu estilo. Y ojo, que han arriesgado, ¡pues por vez primera se han atrevido a incluir una balada en un disco! Tras más de 20 años de carrera, no está nada mal.

En esta segunda entrega toca hablar de las influencias de Manowar, de Anvil, Metal Church y de lo poco que les interesa Running Wild, a pesar de que algún riff a lo Rock n’ Rolf hay en su nueva obra. Toca hablar de tópicos del metal, de Queen como banda que te inicia a estilos más duros e incluso del club metalero más molón de toda Europa: el Rockfabrik de Ludgwisburg.

 

Y una de las más sorprendentes es la última, «Let the Darkness Come to Me».

Es la primera vez en 29 años que sacamos una balada. Siempre dijimos que nunca sacaríamos una, pero esa también tiene el mismo motivo que la canción doom. Jonas la propuso y dijimos: «Es una balada, y no tocamos baladas aquí«. Y él dijo: «Bueno, podrían darle otra escucha y tal vez encuentren algunas líneas vocales o algo, no tenemos por qué meterla, solo la probamos«. Así que dije, «Está bien, lo voy a intentar«.

 

Pensé en algunas letras que no fueran tan cliché, tal vez un poco más doom que en las típicas baladas. Es que no quiero escribir sobre canciones de amor o algo así. Así que hice esas letras y pensé que funcionaban muy bien. Cuando lo tocamos con los chicos nuevos en el local de ensayo, simplemente encajó y sonó bien, así que dijimos, «¿Sabes qué? Que lo grabemos, y si no nos gusta cuando esté grabado, no lo pondremos en el álbum«. Pero funcionó muy bien, así que, ¿qué teníamos que perder? Es solo una balada tras diez discos. Y como dije con lo de la canción doom: pues si no te gusta… escucha las otras.

 

No he podido evitar fijarme, pero la balada… es la última canción del disco.

Sí, tenía que ser la última. Nunca me ha gustado cuando la balada está en medio de las canciones. Por ejemplo, en Ride the Lightning, me gusta «Fade to Black», pero no creo que deba estar al final de la primera cara, sabes, para mí, ralentiza demasiado las cosas. Pero eso es cuestión de gustos, a mí me gusta cuando es una nota sombría y queda al final. El disco ya está terminado de todos modos y, bueno, ahí está la balada, así que está bien.

 

Puedo notar algunas influencias de Running Wild en «Omen Rider», ¿es Running Wild una gran influencia para la banda?

Absolutamente no, pero no eres el primero que lo dice, eres como el tercero que lo menciona… Sí, por los riffs galopantes y esas cosas, en el comienzo casi que puedes preguntarte; «Wowww, esto es Running Wild«. Para mí está bien, claro, pero sé con certeza que Jonas, quien escribió la canción, no escucha Running Wild en absoluto. La canción se llama «Omen Rider» porque está basada en la música que la banda Omen hacía.

 

De hecho, versionamos a Omen en el disco Walkers of Metal en 1998. Así que Jonas vino con el riff, y a nosotros, nos suena a Omen. Pero claro, si te recuerda a Running Wild, pues también está bien. Solo tengo que decir que el único disco de Running Wild que realmente escuché fue el primero cuando salió, y realmente me gustó.  Y las cosas que vinieron después del tercero, nunca las escuché realmente.

 

Una vez estuve con una chica que estaba completamente metida en ese tipo de cosas de Running Wild y por ella escuché Pile of Skulls y otros discos como The Black Hand Inn, y aunque los escuché una vez y son buenos, no son exactamente mi estilo. Así que, en cuanto a Running Wild, yo me escucharé el primer disco, y tal vez el segundo, pero ahí lo dejo.

 

Me encanta el título de canción “Leather Spikes and Chains”, y puedo sentir en ella algunas influencias de Anvil.

También es bastante cierto, pero en realidad es un título tomado de una canción de Sacred Steel. Y esa canción, “Sacred Bloody Steel”, estaba influenciada por una canción de Manowar, “Gloves of Metal” de 1983, en la que cantan “leather, leather, metal spikes and chains”. Desde 1984, cuando escuché esa canción por primera vez, quería tener una canción titulada “Leather Spikes and Chains”. Pero “Sacred Bloody Steel” era un buen título en ese entonces, así que no quise titular esa canción de esa forma.

 

Luego lo olvidé, pero cuando estábamos en el local de ensayos y Jonas tocó ese riff y Matthias tocó ese tipo de ritmo a lo Metal Church con el riff rápido encima, yo me puse a cantar en mi cabeza y se me ocurrió “Leather Spikes and Chains”. Así que eso fue lo que lo hice funcionar, y por eso le puse ese título. Es un pequeño tributo a Manowar, pero Anvil también está bien, a todos nos gustan Anvil.

 

Esperaba este tipo de títulos por vuestra parte y…

A ver… es que no quiero dar la espalda a todas esas cosas y clichés de la vieja escuela. Me gustan los clichés porque el metal es una gran parte de quién soy, y no quiero que el metal sea demasiado abierto o se mezcle con otras cosas. Para mí, tiene que haber algo de cuero, pinchos y cadenas en el metal, y hay gente por ahí que quiere sacar el metal del metal para hacerlo más «cool«, o lo que sea, pero yo quiero tener mi metal de la forma en la que me gusta.

 

Así que siempre debe haber cuero, pinchos y cadenas con metal real. Creo que nunca sacaré un disco de Sacred Steel sin algún tipo de cliché. Quiero decir, que nos llamamos Sacred Steel, eso es un cliché en sí mismo, pero también es un buen nombre para una banda de metal. Siempre tendremos ese tipo de letras, aunque no tanto como en los viejos tiempos, porque en el primer disco había acero y metal por todas partes, y no se puede hacer eso toda la vida.

 

Sé que tenéis algunos festivales en abril y mayo. ¿Hay más planes para este verano?

Sí, bueno, tocaremos algunos shows aquí y allá porque todos tenemos, por supuesto, trabajos normales y de día. Pero haremos una gira más pequeña a finales de año, creo, alrededor de noviembre, tal vez unas ocho o diez fechas por Europa, pero aún no sé el itinerario. No creo que vayamos a España, no lo creo, pero con suerte, tal vez el próximo año, quién sabe…

 

Siempre seréis bienvenidos aquí.

Quiero tocar en Barcelona de nuevo, definitivamente.

 

Tengo un amigo viejo que tenía sus vuestros primeros discos y me dijo que Matthias, supongo que fue Matthias Straub, vuestro baterista, escribió en el libreto en uno de sus primeros discos: “dedico esta disco a todas todas las personas que me dijeron que nunca sería capaz de grabar un álbum”. ¿Esta historia es cierta?

Sí, es cierto. Claro, es absolutamente cierto. Quiero decir, ¿quién no conoce a alguien que nunca creyó en ti? Todos conocemos a personas así. Yo recuerdo a mi padre diciéndome, cuando tenía 13 o 14 años, y siendo metalero, me dijo: «Sí, sí, ya verás, esto lo superarás. Esto es solo una fase, ya estás madurando o lo que sea, dejarás todo esto del metal«. Bueno, tuvo que aprenderlo de la manera difícil 30 años después, cuando aún estaba en una banda de metal y sacando discos.

 

Al final lo aceptó, pero le tomó como 30 años. La mayoría de la gente no lo entiende, pero yo supe desde los 12 o 13 años que esto no podía ser una fase. De eso hablo en la canción principal del disco Ritual Supremacy. Cuando escuché por primera vez un riff pesado, o digamos, un riff más pesado de lo habitual, fue en 1974, cuando escuché “Killer Queen” de Queen. La parte central es bastante dura, y yo tenía cuatro años, y me quedé completamente asombrado, diciendo: «¡¿Qué demonios es eso?!».

 

Suena como ruido, pero es genial, es contundente y es genial. Desde entonces, estuve buscando cosas como esa, y esa sensación nunca me ha dejado, nunca he tenido un momento en mi vida en el que me haya aburrido del heavy metal, eso nunca sucedió. Es solo que, si estás de mal humor, puedes escuchar un disco de doom si te ayuda, o si estás molesto y agresivo, escuchas un disco de black metal, y te sienta genial. Y si tienes ganas de ir a la batalla, pues escuchas a Manowar. Si quieres hablar de historia, entonces escuchas un disco viejo de Iron Maiden, es simplemente genial, tiene de todo.

 

Es curioso, porque cuando era niño empecé a escuchar a Queen, y creí que las partes más fantásticas eran las más pesadas, así que fui hacia todo ese estilo de heavy metal. Pero eso fue por Queen,

 

Sí, lo mismo me pasó a mí con Queen, pero tienes que empezar con alguna banda. Y sabes, es un buen comienzo.

No me gusta todo lo de Queen, pero la música de los 70 tiene algunas cosas realmente buenas, por ejemplo, el segundo disco es simplemente increíble. Y es el disco favorito de Eric Adams de Manowar.

 

Sí, estuve en el concierto de Manowar en Pamplona, y fue absolutamente increíble, 12,000 personas y tocaron increíblemente bien. Tú eres de Ludgwisburg, ¿verdad?

Sí, es del área de Ludwigshafen, pero yo vivo un poco más en las montañas, por decirlo de alguna manera. Pero seguimos ensayando en el área de Ludwigshafen.

 

Allí había un lugar increíble, el Rockfabrik. Algunas bandas me dijeron que la mejor sala de metal en Europa durante los 90 y 2000 era en Ludgwisburg.

Absolutamente. Vivíamos casi allí, en ese club, durante 30 años. Éramos una de las bandas residentes de allí. Nuestro baterista era uno de los DJ’s, así que tuvimos muchas fiestas allí. Y bueno, la mayoría de las personas que conozco hoy en día, las conocí allí primero, así que Rockfabrik fue muy, muy importante para todos nosotros.

 

En cuanto a tu clásico más reconocido, creo que la mayoría de las personas diría que es “Gods of Metal”, pero “Heavy Metal to the End” está cerca…

Aún tocamos ambas canciones en cada show.

 

Cuando tengo que mostrarle a un amigo la música de Sacred Steel, comienzo con “Heavy Metal to the End”, está bien, es muy pegadiza y es muy buena. Recuerdo que, en el pasado, en vuestros primeros shows, siempre usabas gafas de sol en el escenario.

Tengo que usarlas porque soy completamente ciego, ¿sabes? Pero sí, las gafas de sol, las llevo. Las gafas reales están debajo de las de sol, las tengo que usar porque si no, no puedo ver nada. Es como con todas las luces allí, no puedo ver nada sin gafas, y las necesito en el escenario. Las gafas normales no son lo suficientemente oscuras, así que me deslumbran los focos todo el tiempo, no puedo hacer eso, mis ojos son demasiado débiles para aguantarlo.


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