Black Sabbath: Los señores del exceso

 

Yo también esnifé una hilera de hormigas, pero lo hice sólo porque Ozzy lo hizo” (Dregen de Backyard Babies y The Hellacopters)

 

Coven y Black Widow estuvieron antes, cierto, pero Black Sabbath alcanzarían la gloria mientras que los otros son sólo bandas de culto. El contenido ocul􏰀sta era el mismo, pero la diferencia reside en lo musical. Coven y Black Widow eran otra banda más en el escenario musical, pero los Black Sabbath de Tony Iommi, Bill Ward, Geezer Butler y Ozzy Osbourne, crearon un sonido nuevo. Fueron capaces de conjugar en armonía oscura y el mensaje ocul􏰀sta con una música tétrica y terrorífica que anticiparía el heavy metal. Riffs de guitarra gruesos, oscuridad envolvente, densidad sónica y la voz de niño travieso de Ozzy.

 

Dice la leyenda que cuando Ozzy y Iommi vieron la larga cola para entrar en el cine se dijeron a sí mismos: “si tanta gente paga para pasar miedo… ¿por qué no hacer una banda que dé miedo?” Dicha película la protagonizaba Boris Karloff y poseía el mismo título que el nombre de la banda. Otra teoría se basa en las conexiones ya citadas de Coven y Black Sabbath. Las mil anécdotas e historias sobre los cuatro miembros del grupo dan para varios libros, pero el espacio es limitado. El hecho de que tras tantas décadas de correrías estén todos vivos hace de ello un gran enigma que incluso la ciencia se ha interesado en investigar. Ozzy dará su cuerpo para que se pueda estudiar dicho fenómeno inexplicable… Este chascarrillo era habitual en la escena.

 

Trayectoria

Un accidente laboral de Iommi en un taller hizo que perdiera la falange superior de un par de dedos. Eso habría hecho que el guitarrista tuviese que tocar de forma más pausada y que el resultado fuera la densidad y profundidad sónica bañada en oscuridad que caracteriza los primeros discos de los Sabbath. Ya en su debut en 1970 con el homónimo Black Sabbath surge la leyenda de que la mujer que aparece en portada nunca estuvo allí. Una de esas historias que parecen obra de la discográfica para conseguir vender más discos, pero que era una perfecta leyenda que le iba como anillo al dedo a los Black Sabbath.

 

Las cifras de ventas subieron como la espuma y el grupo conseguía su primer clásico: “Black Sabbath”. Su segundo paso discográfico es su obra maestra: Paranoid, una colección de clásicos instantáneos y una portada que exalta lo alucinógeno. Incluso el tema “Fairies Wear Boots” (las hadas calzan botas) es otra oda al consumo de sustancias alucinógenas. Mantendrían la línea de calidad con Masters of Reality (1971) y Volume 4 (1972), pero la vorágine en la que había entrado Ozzy empezó a afectar al grupo. El apelativo de “Madman” (hombre loco) no era gratuito y en los conciertos Osbourne era capaz de toda locura.

 

Sabbath Bloody Sabbath les metió de lleno en el ocultismo y la misma portada era de lo más explícita. De hecho, sería censurada en países como España. La onda experimental vendría a cargo de la mano de un teclista excesivo como Rick Wakeman. Pero la fractura interna y la voluntad de innovar terminarían por hacer mella en la banda. Sabotage marcaría el punto de inflexión. Technical Ecstasy sería el triunfo de Iommi y su voluntad de creatividad frente al inmovilismo defendido por Ozzy. Un disco excepcional a pesar de que a día de hoy sigue siendo incomprendido y reivindicado por muy pocos.

 

Never Say Die terminaba con el grupo y con un Ozzy desquiciado coleccionando adicciones. La formación continuaría manteniendo un gran nivel compositivo a lo largo de los años con cantantes como Dio, Glenn Hughes, Ian Gillian o Tony Martin, pero el estrellato y la referencia del combo se queda en la etapa con Osbourne. Eso no quita que haya auténticas obras maestras en el amplio catálogo del grupo como son Heaven and Hell o Tyr, pero la historia siempre mirará con mejores ojos a la etapa primeriza, la más innovadora e influyente. En pocas palabras… la de Ozzy.

 

Ozzy en solitario

A pesar de la ruptura, Ozzy une su vida a Sharon Osbourne, una mujer que llevará su carrera con mano de hierro y conseguirá que el divo mantenga una trayectoria coherente y prolífica. Dicha manager es muy odiada por fans y compañeros de profesión, pero es innegable que sin su presencia e influencia Ozzy podría haberse quedado por el camino. Sus primeros discos en solitario son obras maestras en las que destaca la destreza del guitarrista Randy Rhoads (ex de Quiet Riot).

 

Este genial guitarrista moriría en extrañas circunstancias en un accidente aéreo que seguiría alimentando la leyenda del Madman. Para la posteridad queda también el mordisco que dio Ozzy a un murciélago sobre el escenario o el arrancarle la cabeza a una paloma en una presentación de un nuevo disco. En su currículum del exceso encontramos también el esnifar una hilera de hormigas o beber sus orines.

 

Ciertamente Ozzy ha sido protagonista de muchas de las más locas anécdotas de la historia del rock and roll. A pesar de ello los muchos excesos le han supuesto un grave peaje en lo referente en la salud. Cuando Ozzy quiso escribir su biografía, sencillamente no recordaba nada. Su aparición en la pequeña pantalla en la cadena MTV supuso otro nuevo éxito en la carrera de Ozzy, pero todo el mundo pudo ver el deplorable estado de salud de Osbourne y lo caótico de su núcleo familiar. Es triste ver que el loco de Ozzy es posiblemente la persona más cuerda de la familia, si exceptuamos a una hija que se negó a aparecer en el paripé millonario de la serie. Actualmente los shows de Ozzy siguen siendo sumamente emotivos y la calidad de sus músicos está fuera de toda duda, pero su estado fue triste y decadente.

 

Todo aquél que estuvo en el Monsters of Rock zaragozano pudo ver a un Ozzy que capeó como pudo la actuación. A pesar de todo el peso de la historia cuenta y ver a Ozzy sigue siendo algo mágico. Por su parte, los Black Sabbath han estado girando estos últimos años bajo el nombre de Heaven and Hell y con Dio al frente, defendiendo la etapa en la que el ex de Rainbow y Elf estuvo al frente de Black Sabbath.

 

Mágicos han fueron sus conciertos a pesar de que Bill Ward no estaba tras la batería por sus muchos problemas de salud. En su lugar estuvo Vinnie Appice, otro histórico. A pesar de que el mal tiempo y “otros factores” nos dejaron sin ver a los Heaven and Hell en España, los pude ver en el show de Wacken, que fue, de largo, uno de los mejores conciertos a los que he asistido en toda mi vida. Dicho show está disponible en DVD, todo un homenaje tras la triste muerte de Ronnie James Dio, una de las mejores voces de la historia del rock. Sus tiranteces y diferencias con Ozzy seguían estando candentes.

 

Su directo

No podemos descartamos una vuelta de la formación clásica de Black Sabbath a pesar de que Bill Ward difícilmente podraía estar allí. Por su lado podemos disfrutar de un Ozzy en solitario que siempre ha contado con excelentes músicos, especialmente en el puesto de guitarrista. El puesto de guitarrista en la banda de Ozzy es conseguir el estatus de superestrella de las seis cuerdas. No deja de ser el hueco dejado por Rhoads, Jake E. Lee, Zakk Wylde o Gus G (griego, también en Firewind), han sido los afortunados. El estado físico de Ozzy en los últimos años fue pobre, se mueve muy poco y u􏰀liza los escasos recursos con los que siempre ha contado, dar palmas o disparar con su manguera-ametralladora. Pero seguía siendo Ozzy, y eso ya lo hacía enorme. Birmingham fue su epitafio.


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