Canciones perfectas: “La Torre Picasso» de Arde Bogotá

“Si la felicidad escapa… bailaré con el dolor”

 

Sorprende de entrada que vayamos a reseñar la canción de una banda que innegablemente se aleja tanto del rock y del metal, pero sobre gustos no hay nada escrito y cuando escuché esta canción por primera vez supe que estaba ante algo realmente especial. Cuando pude enseñársela a Jordi no sabía si tendría el mismo efecto en él, pero efectivamente los dos percibimos lo excepcional de este tema de la banda de los cartagineses Arde Bogotá. Han experimentado una progresión sin precedentes y dos nominaciones a los Premios Grammy Latino son sólo las primeras alabanzas de una banda que está destinada a triunfar hasta lo más alto. Sólo puedo añadir que agotaron dos fechas seguidas en el Sant Jordi Club en plenas navidades de este 2024, ahí es nada.

Sólo ellos podían permitirse la licencia de publicar un tema de 8 minutos (y aquí creo que han hecho un merecido homenaje a bandas como Pink Floyd, Led Zepelin o Metallica) y que calara tan profundamente en el público. Estamos ante una banda que no tiene tanto recorrido, empezaron en 2017 aunque su primer álbum lo publicaron en 2021, y en tan sólo 4 años han llegado a lo más alto.

El título

Que no cunda el pánico; la letra es simbólica y el icónico rascacielos de la capital está fuera de peligro. Su propósito es claro: derribar todos esos elementos negativos que nos acechan en el día a día, el estrés, la ansiedad… La Torre Picasso, que en su momento fue el edificio empresarial más emblemático, simboliza la rutina, la impersonalidad, la inevitable automatización del ser. Su destrucción es necesaria y representa una ruptura con esa monotonía, reflexionando sobre el vacío posterior.

La letra

La canción tiene varias partes diferenciadas como si de una sinfonía se tratara, cambios de tempo, ritmo y afinación para matizar el sentido de cada una de las partes. Sorprende además que no recurran a un estribillo como hilo conductor pero no, esta canción no tiene estribillo.

Voy a escalarLa Torre PicassoComo un titánSin miedo al fracaso

Esquivaré los disparos, la metrallaLas balas y el fuegoPara mirarte, uh-uhA los ojos de nuevo

Abre el tema el característico timbre de Antonio García con una voz decidida y heroica que anuncia su intención de escalar la emblemática torre madrileña “como un titán, sin miedo al fracaso”, con una alta carga simbólica épica, situándose en casi una situación de gesta. Los disparos, metralla, balas y fuego se convierten en el camino hacia el reencuentroen un campo de batalla emocional. Toda esta lucha se justifica con una intención profundamente humana: “para mirarte a los ojos de nuevo” y termina en una mezcla de heroísmo, desesperación y romanticismo. Musicalmente se acompañan con una sola línea melódica a la guitarra y una batería que hace marca un tempo lento.

Lucen las bengalasViajamos hoy de madrugadaNi llantos ni palabrasRedbull, memoria y mucha agua

Mañana en la mañanaMadrid despertará en llamasFruto de esta rabia y de esta juventudQue ahora me falta

En este fragmento, Arde Bogotá evoca una atmósfera nocturna cargada de intensidad y desconexión emocional, ambiente común de cualquier banda que se desplaza miles de kilómetros para ir a tocar y deshace el camino de vuelta en la furgoneta. La combinación de “Redbull, memoria y mucha agua” vuelve a situarnos en esta casuística con agotamiento físico y mental. «Madrid despertará en llamas» es la primera pista para el desenlace del tema y donde empieza a acumularse esa rabia que culmina en una voz ascendente y en la unión de los instrumentos con el primer acorde de guitarra que oímos en la canción.

Voy a subir a lo altoLevantaré tus brazosY gritaremos juntos«Hay que parar el mundo»

El plan está claro, quemar la Torre PicassoEl plan está claro, quemar la Torre PicassoHermanas y hermanos, quemar la Torre PicassoHermanas y hermanos, quemar la Torre Picasso

 

Entre los restos del desastreHe descubierto alguna luzY esa mirada tan austeraMe parece que eres tú

Los cimientos derribados me preguntanSi es que no sirvió de nadaY esa duda afilada se me clavaSe me clava y se me clava

No lo séNo lo séNo lo séNo lo sé

 

El final de la canción o coda es una maravilla… ya con el objetivo cumplido y con la torre quemada y derribada pasamos a un fragmento rompedor en el que hay la alegría del reto cumplido y las letras es realmente maravillosa. Acordes mayores y esas frases de… “tengo el alma reventada y arena en el corazón, con esta torre derribada ahora veo el sol”. Esto puede recordarnos a un film corto sobre la caída de las torres gemelas en la que un homeless estaba feliz porque a su planta le llegaba el sol y no la sombra de las torres.

 

Lo de “amaneceres en la playa” es raro pues se sitúa la acción en Madrid, pero es un bello imaginar en el que, volvemos a la naturaleza y que el verde de la misma se impone al gris de lo urbano. Hay mucha fuerza en la letra y la música acompaña. Y lo del brindis no es más que una alegoría del triunfo. Luego acaece la gran frase de la canción, que llega al final: “Si la felicidad escapa… bailaré con el dolor”. La guinda final al pastel.

 

Tengo el alma reventadaY arena en el corazónCon esta torre derribadaAhora veo el sol

Amaneceres en la playaY un brindis en tu honorSi la felicidad se escapaBailaré con el dolor

Veredicto

Arde Bogotá, a pesar de su aún breve trayectoria, ha conseguido firmar canciones verdaderamente memorables; pero con “La Torre Picasso” han superado cualquier expectativa. Lejos de dejarse atrapar por etiquetas o fórmulas repetidas, la banda ha eludido con naturalidad los convencionalismos, incluso bajo el peso de una fama fulminante. Con este tema, no solo demuestran un dominio pleno de su identidad musical, sino que ofrecen una lección magistral de autenticidad y arraigo. “La Torre Picasso” se sitúa en un nivel compositivo superior, tanto por la profundidad de su trasfondo como por la riqueza lírica y musical que despliega.

 

No soy fan del grupo porque sólo he escuchado esta maravilla, y de verdad que me tiene atrapado a unos niveles impensables. Escuché la canción de refilón y me ha enamorado hasta el punto que la considero una pieza maestra. Tiene todo lo que una canción perfecta debe poseer: minutaje y desarrollo, con su introducción, su narrativa, su clímax y su coda final. La letra es perfecta y me ha recordado especialmente a los Héroes del Silencio, supongo que por la personalidad de la voz de Antonio García, pero más allá de eso, el concepto, y musicalmente… es todo rotundo. Tal vez tenga que escuchar al grupo más allá de esta canción…

 


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