Dire Straits – Brothers in Arms: 40 años de la cima y el cambio a un estilo para todos los públicos

Brothers in Arms

17 de mayo de 1985 

Vertigo / Warner Bros

 

El éxito comercial no dice nada de la calidad del trabajo… Había escrito un montón de melodías y quería grabarlas” (Mark Knopfler, 1991)

 

Hubo un día en el que los Dire Straits de Mark Knopfler dominaron el mundo, y justo lo hicieron con el memorable Brothers in Arms a pesar de que ese triunfo masivo y multiplatino significó renunciar a gran parte de sus señas de identidad y de cambiar su estilo en pro de una música mucho más accesible, de singles claros y con colaboraciones estelares como la de Sting. Hemos acompañado el texto con declaraciones del saxofonista Chris White, a quien entrevistamos el año pasado. Un hombre que tenía que grabar el disco que nos ocupa, pero no pudo. Luego estuvo en los Dire Straits en la gira de Brothers in Arms y hasta el final del grupo como tal.

 

Grabado en Montserrat (islas británicas en el Pacífico) el grupo contó con la presencia de Neil Dorfsman detrás de los controles, compartiendo labores de producción junto a Knopfler. Ambos ya habían trabajado en el anterior Love over Gold y en la banda sonora de la película Local Hero, que fue otro éxito. Tras seis años de carrera quedaban sólo Knopfler y el bajista John Illisley, y gente como David Knopfler ya estaba fuera de la agrupación, que contaba con dos (grandes) teclistas. Su anterior directo Alchemy había cerrado un ciclo, y para bien o para mal, estábamos aquí ante algo diferente, capaz de combinar obras maestras para todos los públicos con relleno… para todos los públicos.

 

El disco

“Money for Nothing” no abre el disco, pero todo el mundo la tiene marcada a fuego. Ya no sólo es Sting cantando en la apertura de la misma, es que esa intro con la batería sobreproducida con reverb y esos detalles tecnológicos sutiles, vía sintetizadores, que pueden recordarte a Alan Parsons consiguiendo un crescendo memorable. Todo eclosiona en un riff antológico. Creo que todo niño soñaba con tocarlo en 1985. La reconocible voz de un Knopfler excelso, la cadencia mítica, la letra crítica sobre la MTV y esa voz doblada que acompaña al héroe durante los más de ocho minutos de pieza maestra. Esa pátina cibernética en los arreglos es una de las grandes claves del tema. Y sí… merece un artículo de “Canción perfecta”.

 

Realmente el disco se abre con la delicada “So Far Away”, muy evocadora y de guitarra juguetona además de una aparentemente sencilla línea vocal. Es como si hubieran trasladado una tonada country a su estilo, y la verdad es que suena especialmente bien. Composición de gran calado, con el bajo de John Illisley muy distorsionado y muchos detalles en la batería de Omar Hakim. Tempos pausados y una cierta declaración de intenciones de que Dire Straits buscan canciones para todos los públicos, solo que esta es realmente bella.

 

Alguien me preguntó recientemente si había alguna canción que pensara que no era típica de Dire Straits, y no lo había pensado mucho, pero lo reflexioné y pensé: «Sí, tal vez», y me preguntaron: «¿Qué canción?» y respondí: «Walk of Life». Y me dijeron: «Sí, yo también lo pienso». Creo que no es la típica canción de Dire Straits, pero Mark la compuso, e hizo grandes cosas con ella. Hay mucha gente que la adora, pero tal vez, esa forme parte de la transición. Y siempre recibe una gran reacción por parte del público”. (Chris White para S2R 2024)

 

 

Lo de “Walk of Life” es especialmente sangrante… Estamos hablando de un clasicazo, una gran canción pop de influencias countries pero que poco o nada tiene que ver con Dire Straits. Vino acompañada por un videoclip tontito y el riff de teclados de Fletcher y Alan Clark funciona de una forma impresionante, así como esa batería tan ochentera y con reverb de Terry Williams, pero… es que el cabreo de los fans clásicos con esta pieza fue de órdago. Para mí, es un guilty pleasure, pero entiendo que sus fans más acérrimos vieron en “Walk of Life” el inicio de las hostilidades, que luego vino acompañado de música de hilo de ascensor.

 

Me hubiera encantado ser el saxofonista en esas canciones, como en “Your Latest Trick”, por ejemplo. Pero para esa canción, fue un gran héroe mío, Michael Brecker, quien tocó. Sí, desearía podido estar en ese álbum”. (Chris White para S2R 2024)

 

Y con “Your Latest Trick” toca sacarse el sombrero, pues estamos ante una canción preciosa de esas que llevan el saxo a la primera línea y le hacen dominador de todo. Michael Brecker es el elegido para la gloria. Hasta cierto punto tiene puntos de conexión con su anterior obra de estudio Love over Gold y con esos ambientes detectivescos y de película. La guitarra y voz de Knopfler lucen y encajan y el teclado refuerza las atmósferas cargadas y de tugurio humeante. Y marca lo que está por venir.

 

Y a partir de aquí, empezamos con temas que pueden llegar a desesperarte, espacialmente esa balada-nana que lleva por título “Why Worry”. Ya no es que sea relleno, es que es hilo musical de ascensor o de consulta de dentista. Obviamente tiene sus detalles y cuando lo escuchas sabes que son los Straits, pero las acústicas y la suavidad ya te avisaban de lo que estaba por venir en años posteriores. “Ride Across the River” es otro tema extenso, que fue bastante tocado en su día y tiene una entrada étnica para luego entrar en una especie de orquestaciones de jungla hechas con teclados y percusiones varias además de un saxo muy certero. A nivel compositivo, y siempre con diferencias obvias, hay algo de Toto y de su “Africa” en este tema.

 

La guitarra Dobro de la portada aparece en “The Man’s too Strong”, sonando con las cuerdas de acero en una pieza algo ambiental, que juega con los volúmenes y que tiene aires americanos e incluso algo desérticos. De todas formas, hay un excelente trabajo de arreglos y Clark y Fletcher lo redondean todo con teclados y efectos. Otra de las que más conexión guarda con su anterior disco de estudio. “One World” es más breve y directa, experimentando con los sintetizadores y consiguiendo un groove alegre que contrasta con un clavicordio que puede llegar a recordarte a Beatles, por algún momento. Tema con guitarra dominadora, pero que cumple y poco más.

 

Y “Brothers in Arms” son palabras mayores… Una canción atemporal y antibelicista, capaz de cerrar el disco y que desprende dolor y una atmósfera solemne. Tanto la voz de Mark como su guitarra transmiten en lo que es una absoluta obra maestra en un disco en el que hay unas cuantas más… Hay muchos que consideran que es posiblemente el mejor tema del grupo, y la verdad es que es de esos temas tan especiales que puede llevarte a las lágrimas si la ves interpretada en directo.

 

Cuando llegó Brothers in Arms, Mark realmente quería investigar cuánto se podía hacer con algunos de esos sintetizadores para lograr un sonido mucho más grande, casi orquestal. Así que sí, definitivamente cambió, pero eso es normal, ¿no? Es lo que se espera”. (Chris White para S2R 2024)

 

Veredicto

Uno de los logros curiosos del Brothers in Arms es que fue el primer LP en vender un millón de copias sólo en formato CD, lo que daba sensación de modernidad a esa era. Estamos hablando de Grammys y ventas multiplatino que auparon a los ingleses a ser la banda más importante y popular de esa era. Pronto les tocaría el turno de participar en el Live Aid, del que ya hablaremos en otra ocasión.

 

10 veces platino en Inglaterra, 8 veces platino en Estados Unidos… una auténtica barbaridad, pues se calcula que habrá vendido la friolera de 30 millones de unidades en todo el mundo. Para el gran público es el título definitivo e impresiona ver todo de números en medio mundo. Pero para servidor el tema definitivo es “Sultans of Swing” y los mejores discos son los anteriores a este. Pero cada vez que escucho el riff de “Money for Nothing” o la maravillosa “Brothers in Arms”… soy feliz. Y la música va de esto precisamente.

 


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