Unto Others – Never, Neverland

90/100 

20 de septiembre de 2024

Century Media Records / Sony Music

Mucha atención a este tercer disco de Unto Others, banda de Portland con un par de discos más en su haber, porque estamos ante una obra de esas que pueden marcar un antes y un después dentro del gótico. Never, Neverland es el título de la criatura, y lo que más me atrae de todo es que hay temas absolutamente brillantes por mucho que en el rock gótico está casi todo visto. Pero el gran qué de esta bandaza liderada por Gabe Franco es que juega con todos los elementos y estilos posibles dentro del paraguas del gótico, y eso les hace absolutamente irresistibles.

 

En esta obra hay dejes a Misfits, Blue Öyster Cult, Billy Idol, The Police, Brit pop, The Cult, The Mission, Paradise Lost, The Stranglers, Sisters of Mercy, Type O Negative… Es un no parar, y a pesar de que la obra peca de larga con sus 16 temas, tampoco es que abusen de minutaje y el disco no se hace pesado. Personalmente me quedo con el tramo intermedio y me duele no haberles pedido una entrevista, pues tienen algo espectacular. Hay muchas bandas saliendo ahora con el mismo estilo, como Cemetery Skyline o Neon Nightmare, pero en mi humilde opinión les superan.

 

En la inicial “Butterfly” dejan claro que no vienen a hacer nada nuevo, pero que tienen mucha gracia e ideas para atacar el rock gótico con clase y estribillos pegadizos. Hay unos juegos de efectos y unos arreglos sencillos, pero impecables, y las guitarras son realmente duras y afiladas. “Momma Likes the Door Closed” es frenética y de lo más agresivo del disco. Aquí bajan a terrenos mucho más Misfits y la batería de Colin Vranizan es rapidísima sin tirar de doble bombo. “Angel of the Night” es más atmosférica, con aires más de The Mission y con la profunda voz de Gabe Franco que va por bandera.

 

El riff manda en la oscura y adictiva “Suicde Today” en la que nos adentramos en terrenos muy abonados para los fans de Sentenced y similares. Cuando el grupo busca sonar comercial lo consigue con creces y “Sunshine” puede acercarlos a The Stranglers dando otro giro estilístico y variado. Es una canción que suena a brit pop entre tinieblas, y funciona con esa batería simple por parte de Colin Vranizan. Cuando las canciones son más pausadas es el bajo de Brandon Hill el que llena muchos espacios.

 

Y llegamos a lo mejor del disco: “Glass Slippers” es una intro que da paso a una rotunda composición, de esas que desde la primera escucha ya te conquistan. Aquí me recuerdan especialmente a lo que están haciendo los Bloody Hammers. De verdad que el tema es de los que hace afición y me parece un single clamoroso. La oscuridad y las tinieblas te atrapan en la cadenciosa “When the Kids Get Caught”. Otra de las más brillantes en otro giro estilístico dentro de unos terrenos muy marcados y previsibles que te da el gótico. La canción evoluciona y las guitarras son puramente Paradise Lost.

 

Este tramo del disco está especialmente logrado y “Flatline” vuelve a ser frenética y speedica. Una puerta abierta al infierno con el riff de guitarra machacón de Sebastian Silva y con voces de ultratumba que pueden recordarte a Tribulation. Luego estamos ante uno de los singles más rotundos, sino el que más: “Time Goes On”. ESPECTACULAR, con canciones así una banda puede llegar a la vanguardia del gótico, y más rindiendo homenaje a todos los grupos clásicos. Dando otro giro totalmente interesante está “Cold World” que suena como si The Police se marcaran una canción oscura. Atención a los detallitos de batería y a los arreglos 80eros de la misma, dando color y empaque a todo.

 

“I Am the Light” mantiene el pulso en un medio tiempo profundo y de marcada oscuridad. Hay más de un momento de enlace como “Farewell…” que te es un puente tendido hacia “Raigeki”, aunque el tema no aporta demasiado en un disco de hasta 16 canciones. “Hoops” es pura diversión y posee aires de Blue Öyster Cult, pues solo le falta el cencerro… Atmosférica y lograda. Todo se alarga y se despide con “Never, Neverland”, tema que da título al disco y que condensa un poco todos los aromas e influencias mostrados. Hay los juegos clave de las voces dobladas en momentos puntuales y un precioso punteo de guitarra en otro medio tiempo marca de la casa.

 

Un señor discazo de una banda que posee una importante discográfica que ha visto muchos puntos fuertes en ellos. Unto Others han girado ya con Behemoth, Arch Enemy o King Diamond, por lo que estamos ante una banda de solvencia contrastada. Son ya tres discos, no he escuchado los primeros, pero si la cosa posee este nivel y en directo son capaces de dar la talla seguro que estamos ante un grupo realmente especial. Apuntaros el nombre de Unto Others y estad atentos, tienen algo especial…

 

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