80/100
1 de noviembre de 2024
Century Media / Sony Music
Tribulation tienen algo especial y su disco The Children of the Night fue una absoluta maravilla que les puso en el mapa e influyó a centenares de bandas, que se acercaron a ese metal vampírico tan especial y personal. Demostraron una enorme personalidad con un excepcional Johanness Andersson a las voces y con Adam Zaars de líderes. La tercera pata era el enorme Jonathan Hultén, pero… las cosas no marcharon como apuntaban. Discos como Down Below y Where the Gloom Becomes Sound no llegaron a donde se esperaba la cosa y Hultén se bajó del barco.
Ganaron enteros cuando Joseph Tholl entró como guitarrista y, de hecho, sacaron un EP para demostrar potencial: Hamartia. Lo que no vimos venir es que Tribulation iban a evolucionar, manteniendo la oscuridad y la temática vampírica, pero han variado su sonido pasando a un gótico de calidad, especialmente en las voces, pero manteniendo las señas de identidad instrumentales que les han hecho grandes. Un poco parece como si buscaran atrapar a nuevo público yendo hacia terrenos más post punk y góticos, lo cual… cabreará a sus fans más acérrimos.
“The Unrelenting Choir” es una especie de intro oscura y tenebrosa que nos pone en situación. En ella ya vemos a Johanness Andersson cantando de una forma más gótica y limpia, pero las alarmas no saltan ya que le sigue un “Tinted Skies” en el que el riffeado del grupo es marca de la casa y obtienes justo lo que esperas. Sí que los guturales y rasgados quedan combinados con las voces profundas, pero es algo que enriquece una canción muy orientada a su gran disco The Children of the Night. Buena intro y tema para romper el hielo, destacando especialmente los solos de guitarra.
Puedes imaginarte a los vampiros bailando en la espectral introducción de “Saturn Coming Down”. Festival de brumas y ambiente de pesadilla con Johanness Andersson cantando profundo y quedando todo muy conseguido. Puede que aquí ya a algunos de sus fans más clásicos las cosas no les terminen de cuadrar, pero es un temazo que lo tiene todo, y ese fraseo de guitarra evocador cuando terminan los versos del estribillo es una delicia. “Hungry Waters” es cadenciosa y muestra al grupo muy en tesituras góticas, más ambientales, con elementos electrónicos y con garganta profunda. Incluso con coros limpios de apoyo en un tema muy meritorio.
“Murder in Red” es un tema en el que el grupo sí sale absolutamente de su zona de confort. La voz de Johanness está en tesituras de Fernando Ribeiro y la canción es un medio tiempo muy desnudo de guitarras y emparentable con discos de gótico actuales como los de Cemetery Skyline o Unto Others. Aquí realmente vemos otra cara muy diferente de lo que han sido Tribulation. Cuentan con sintetizadores inclusive. Como queriendo volver a las vías del tren hay el “Time & the Vivid Ore” que tira de voces rasgadas y oscuridad, pero con un punto de optimismo latente. El miedo a descarrilar siempre hace que el siguiente tema sea una vuelta a los postulados más clásicos. Atención al excelente solo de Joseph Tholl.
Me ha gustado especialmente el “Drink the Love of God” y la veo un single casi perfecto que une el mundo pasado y el presente más gótico del grupo. Es una pieza redonda en la que en lo instrumental abrazan su pasado y la voz de Andersson es absolutamente gótica. Buen estribillo e impecable riff, muy definitorio de lo que son y siempre han representado Tribulation. Y “Reaping Song” es muy posiblemente la canción que más huye del concepto que tenemos del grupo. A pesar de la oscuridad, hay un piano en un medio tiempo atmosférico y tenebroso, con aires muy accesibles.
En “Posion Pages” hay tinieblas con campanas tubulares. Aquí los Sisters of Mercy quedan evidenciados como influencia y la deriva hacia el post punk gótico es más que evidente. Y es que es un gran tema, pero… nunca hubiera pensado en esta evolución por parte de Tribulation. Cierran con un “I Takt Med Otiden”, muy en la línea de su anterior EP, y aquí sí, reenganchándose a sus credenciales. Letra en sueco y todos los aromas con los que nos enamoraron. Gran papel de un Oscar Leander a la batería que está espectacular en los redobles y que comanda con mucha clase y sin abusar
Si tengo que mojarme… os diría que es el disco más importante de Tribulation desde que editaron en 2015 The Children of the Night. Les he podido ver un par de veces en directo y son un grupazo con una propuesta única, pero no para todo el mundo. Recuerdo conciertos en los que la gente desconectaba mientras yo disfrutaba de un concierto espectacular. Posiblemente son conscientes de que estaban estancados y que la cosa no crecía, así que veremos hasta dónde les hace crecer este Sub Rosa in Aeternum.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.