70/100
30 de Agosto de 2024
InsideOut Music / Sony Music
Ya hace algunos discos que Leprous cada vez son menos Leprous y más se acercan a lo que es el proyecto personal y en solitario de Einar Solberg. Los sonidos duros, el heavy metal, las guitarras y los intrincados momentos sublimes van perdiendo espacios y piden paso las programaciones, loops, juegos atmosféricos y demás influencias allende de los terrenos en los que vimos nacer a esta agrupación noruega. Lo que está claro es que cada vez hay más fans del grupo que se ven algo desorientados por la propuesta de estos colosos del prog metal.
El caso es que los tres temas de avance del grupo eran composiciones que sí encajaban dentro de los parámetros clásicos del grupo, y nos recordaban a los grandes discos de la banda, pero… cuando escuchas el disco en su totalidad, te quedas un poco con la sensación de que eran sólo esos tres temas, y que es como si la banda hubiese jugado a sorprendernos y darnos un giro final que nos descoloca. No son canciones extremadamente largas a pesar de que hay algunas que sobrepasan los seis minutos y han prescindido de los arreglos orquestales.
“Silently Walking Alone” no engaña a nadie y deja patente los objetivos sónicos del disco. Bases programadas con una especie de latido y con un excelso Einar Solberg a las voces. Es un prog emocional muy logrado y sensible, amplificado por la batería de Baard Kolstad y la presencia de las guitarras, y hasta cierto punto, podemos compararla con ese riff mítico de “The Sky Is Red”, pero poco más. “My Specter” tiene un inicio delicado y sedoso con un ruido de fondo que avanza y crece hacia algo previsible, pero perfectamente trabajado.
Lo que apuntaba el primer tema se nos va un poco de madre con “Atonement”, pues aquí sí que quedamos algo descolocados. Ritmos sincopados, riff funky y un poco como si jugasen a encajar piezas que no encajan, pero que son capaces de formar algo bonito e interesante. Y los juegos vocales de agudos por parte de Solberg son absolutamente maravillosos. Es un vocalista único y diferencial, y con este estilo practicado, esto se potencia absolutamente. “I Hear Sirens” no va más allá de un espectacular trabajo vocal y es una composición que funciona a medias a pesar de que se le intenta imprimir épica.
De entre lo mejor del disco está la intensa “Like a Sunken Ship”, con esa presencia absoluta de las guitarras por parte de Tor Oddmun y Robon Ognedal. Incluso el vocalista llega a cantar en guturales en algún tramo puntual. Con este tema sus fans más veteranos conectamos con alegría. Tema breve, pero de lo más intenso de la obra. Personalmente el corte que más me ha atrapado y que me ha sorprendido es “Limbo”. Es una especie de crescendo de intensidad creciente y con un enorme trabajo en la percusión de Kolstad. Hay elementos en repetición y ese final melódico y con guitarras es pura elegancia.
Ritmo jazzístico y mucho groove en el inicio de “Faceless” en el que un contrabajo avanza junto a una base programada y es el teclado de Einar el que juguetea en derredor. Este sí es un tema muy reconocible y podría estar perfectamente en sus dos anteriores obras publicadas. Muy eléctrica y certera a la vez que variada y con un estribillo de los que se te engancha a las primeras de cambio. De lo mejor de la obra, especialmente por ese final tan solemne. “Starlight” es bastante previsible, pero los juegos de atmósferas son muy logrados y el estribillo transmite con los instrumentos dando mucha fuerza y empacando perfectamente con la voz del líder absoluto.
En “Self-Satisfied Lullaby” hay un momento casi angelical, con juegos de coros y sensaciones etéreas. Luce con unos arreglos percusivos muy interesantes, y la verdad es que el grupo demuestra en ella que pocas agrupaciones, o ninguna, tienen este sonido y orientación. Más de seis minutos en un tema que es muy ilustrativo de lo que propone Einar actualmente. Los gorgoritos toman cuerpo en la final “Unfree My Soul”. Ideal para el cierre y con la marcadísima batería cayendo a plomo. Es Simen Børven al bajo quien cohesiona y juguetea con el instrumento en un tema puramente Leprous (de la última época).
A pesar de que en S2R somos muy fans de los noruegos y que les hemos seguido desde sus inicios considero que este disco puede ser el que menos atraiga a sus más veteranos seguidores. Leprous avanzan y da la sensación de que es Einar quien comanda la nave y la lleva donde quiere. No somos nadie para decirle a un artista el cómo tiene que evolucionar y hay aquí belleza y calidad a raudales, pero también podemos añadir que nos gustan más sus primeros discos. Veremos hacia dónde deriva la evolución de la banda…
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.