Jethro Tull – The Jethro Tull Christmas Album – Fresh Snow at Christmas

85/100 

6 de diciembre de 2024

Inside Out Music / Sony Music

El 30 de septiembre de 2003 Jethro Tull entregaba su “último disco de estudio”, siendo una maravillosa entrega navideña que, a la postre, marcaría el final con Martin Barre. El guitarrista ya no formaría parte de la banda y hasta 19 años más tarde no habría disco de Jethro Tull. Destaca la portada con ese paisaje que parece una de las pinturas de Pieter Breghel, muy idílico todo, con esas nieves tomando una ciudad del Norte de Europa.

 

Es una obra que recoge canciones navideñas que fechan de la década de los 70 y 80, que fueron regrabadas para la ocasión y a las que se complementó con nuevas composiciones. Cuando escuchas este disco navideño, digamos que no sientes que estés escuchando villancicos ni te van a dar ganas de armar el Belén. Ian Anderson siempre ha tenido su particular humor, y un poco, aquí hizo más una adaptación de su música a la navidad que algo puro y creyente que rezume devoción.

 

La flauta irrumpe ya de buen inicio para dejar claro que, a pesar de que estamos ante un disco navideño, esto es Jethro Tull. Hay guitarras eléctricas que van apareciendo en una pieza eminentemente acústica que atrapa y con un poso de felicidad innegable. El sonido está especialmente mejorado y los detalles sutiles se perciben bien. El acordeón es lo más destacable de “Holly Herlad”, de aires más medievales, siendo instrumental y en la que la flauta de Anderson tiene todo el protagonismo. “A Christmas Song” es una canción puramente tulliana, pero esos arreglos con cascabeles y ese laúd la hacen como más navideña. Es preciosa, de lo mejor del disco.

 

“Another Christmas Song” es un título espectacular, como quien se está cachondeando de la Navidad y de los villancicos, pero la cosa gana enteros con esos detalles y esa onda Dire Straits que tiene por momentos. Luego claro, están los arreglos navideños que la visten. “God Resyt Ye Merry Gentleman” es una canción tradicional navideña pasada por el tamiz de Jethro Tull, y la cosa queda genial. Instrumental navideña que sí hace navidad (en este caso). De entre lo mejor está a juguetona “Jack Frost and the Hooded Crow”. Posee momentos muy reverenciales y cierta teatralidad con laúd de base y el pulso constante y empuje de la percusión de Doane Perry.

 

“Last Man at the Party” es una pieza casi sinfónica realizada con instrumentos acústicos y mucho cariño. La letra es eminentemente navideña y hay mucha emotividad en la pieza, además de ser un tema típico de los Tull. “Wethercock” deambula en su sencillez, con un pájaro carpintero de protagonista de la canción. “Pavane” es una pieza clásica y medieval que han tocado muchas bandas de metal medieval que queda perfectamente adaptada aquí.

 

La más baladera es “First Snow on Brooklyn”, con gran línea vocal y con siempre la presencia absoluta de Jonathan Noyce al bajo, que teje las canciones con maestría. Hay orquestaciones y en las guitarras de Barre vuelve a aflorar la influencia de Knopfler. “Greensleeved” no engaña en su título y es la particular versión del grupo sobre esta pieza inmortal. “We Five Kings” es una pieza clásica que Martin y Ian rebautizan y versionean libremente. Instrumental muy trabajada y con cierto aire de natividad. Y en la misma línea festivo navideña está “Ring Out Solstice Bells” con palmaditas, campanitas y mucha flauta. Casi bailable y con gran carga folk.

 

“Bouree” es uno de los temas más emblemáticos del grupo y no podía faltar a la cita por muy navideña que fuera. El bajo y la guitarra le ponen la base para que la flauta de Anderson juegue sin pausa con esas melodías medievales tan bonitas. Batería y teclado aparecen en los momentos claves, incluso un acordeón para dar más color. Se despiden con “A Winter Snow Cape” que va en tonos más tristes y que queda fría como la nieve. Extensa composición instrumental que pone fin a un trabajo original y muy divertido.

 

El disco me parece una delicia, de principio a fin. Toca destacar el nombre de Bruce Soord, líder de los progresivos The Pineapple Thief, que ha estado detrás de los controles y ha remezclado todo el disco con especial cariño. Es un regalo perfecto para navidades, y hay algunas ediciones especialmente completas que van con un DVD en directo en el que la Ian Anderson Band tocó un show especial de Navidad a beneficio de la gente sin hogar. Es uno de mis discos de navidad favoritos, básicamente porque no suena especialmente navideño.

 


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