Terminamos con la tercera parte de la entrevista con Armando de Castro en la que nos da muchas claves y respuestas a las preguntas que todos tenemos en mente. ¿Cómo fue la reunión? ¿hay posibilidad de que haya otra? ¿Por qué Armando de Castro fue al programa televisivo First Dates? ¿Qué importancia tiene Alfonso Arteseros (el loco de los videoclips metaleros en España) en el devenir del grupo? ¿Valió la pena grabar una versión en inglés de los clásicos de Barón Rojo?
Voy a preguntarte por una cosa menos habitual: el DVD Rock de nuestra transición y quiero que me hables un poco del loco de Alfonso Arteseros, porque hubo las bandas heavies de los 80, pero para inmortalizaras, también hubo gente que se puso detrás de las cámaras e hizo videoclips rompedores para esa época.
Alfonso Arteseros es una persona muy metida dentro de todos los entresijos del rock madrileño y del rock nacional, y bueno, aunque él empezó con los Pop Tops hace un montón de años que está dentro de este mundillo. Ha estado muy metido dentro de lo que es el panorama del rock e intentó hacer un vídeo en directo completo del disco en directo Barón al Rojo Vivo. Él lo grabó con siete cámaras con la productora que tenía en ese momento, y luego, al parecer, porque yo nunca sabré la historia exacta, por diferencias de no sé de qué tipo con el sello Zafiro Chapa, pues aquello no sé qué llegó a montar nunca. Sólo se hizo el tema “Campo de Concentración”.
Y luego, sé que se ha metido en temas televisivos y sigue apostando por el panorama musical que a mí me apetece. Yo tampoco es que esté todo el día pendiente de lo que hace. Sé que está ahí metido y que… tampoco tengo nada en contra de él y, bueno, si nos viéramos por la calle, pues le saludaría con un abrazo como a muchísima otra gente. Hace muchísimo tiempo que no nos vemos y me alegro que tenga todavía fuerza para seguir ahí metido, que el tipo ya tiene mucho encima, pero no sé, me parece muy bien que alguien siga al pie del cañón. Me parece bien.
Digamos que le debíamos eso al público de Barón Rojo porque, vamos a ver… analizando un poco todo desde atrás, yo creo que Barón Rojo todavía está en la memoria de la gente, porque hubo dos señores, que fuimos mi hermano y yo, que nos empecinamos en seguir adelante con el grupo. Porque si por nuestros compañeros hubiera sido, el grupo se habría acabado en el año 1989, cuando ellos se largaron.
Pero por una serie de circunstancias, nosotros casi que tuvimos la necesidad y la obligación de seguir llevando la banda adelante, y gracias a eso, yo creo que la gente ha recordado lo que era Barón Rojo. Han vuelto a escuchar nuestros discos, han estado ahí pendientes de lo que ha sido la historia de Barón Rojo, y por eso el grupo ha sobrevivido casi ya 45 años. Pero si fuera por nuestros antiguos compañeros: no, porque todo hubiera terminado en el 90, y a aquello se le hubiera dado carpetazo. y ya está, que es lo que ellos querían.
Pero yo creo que a la gente se le debía el que pudieran ver en directo a la formación original de Barón Rojo. Revivir la era en la que se produjeron y grabaron los grandes clásicos que exige la gente en directo cada vez que Barón Rojo toca. Y era algo que pienso que se le debía a la gente en aquel momento y por eso se hizo. O sea, no se hizo con la intención de hacer un nuevo planteamiento ni de fomentar determinados reencuentros cara a cara, sino que pensábamos que era algo puntual y era una iniciativa que partió de desde dentro del Barón Rojo actual. En aquel momento pensamos que la gente se merecía eso, porque, además, los músicos de Barón Rojo, cumplen años y nunca se sabe bien si vas a poder celebrarlos y en qué momento ya va a ser imposible. Algún día reunir a la formación original ya no será posible.
Y el balance, pues vamos a ver… yo lo vi satisfactorio, pero también me dejó un poquito extrañado. Para mí tendría que haber sido algo mucho más grande, con mucha más trascendencia y repercusión de la que realmente tuvo. Fue una experiencia que duró dos años, hicimos unos cuantos conciertos, con una buena asistencia, pero aquello debería haber sido quizá, yo qué sé… la gran noticia del rock español de los últimos no sé cuántos años. Y tampoco llegó a ser tanto. Yo no sé exactamente el por qué, pero así es como fue. La reunión dio lo que dio de sí, y… se acabó.
Tuvimos nuestro reencuentro, fue satisfactorio, todos nos pusimos de nuestro lado para que aquella gira pudiera tener un buen desenlace y un buen transcurso, y ya está. Luego terminó, y aunque a algunos de ellos les hubiera gustado continuar, nosotros no éramos de esa opinión, sino que pensábamos que aquello tuvo su sentido, que era una cosa finita. Era el año 2010, que coincidía con el 30 aniversario de la banda y con muchas otras cosas, y ya está. Acabó, y nosotros hemos seguido a partir de ahí porque pensábamos que era lo mejor y lo que tocaba hacer.
Ellos sacaron luego determinadas imitaciones de Barón Rojo para hacernos la competencia y cosas así. Pues allá ellos… Hemos tenido nuestros más y nuestros menos porque en el año 99, firmaron un documento en el que renunciaban a todos sus derechos pasados y futuros sobre Barón Rojo, y luego lo han incumplido. Pero tampoco te vas a meter en temas legales que luego no sabes exactamente por dónde van a salir. El caso es que la reunión tuvo su momento y ese momento pasó. Ellos han seguido haciendo lo que querían y nosotros hemos seguido con Barón Rojo, que es lo nuestro de siempre.
De todas formas, los que vamos a festivales sabemos que encontrar cabezas de cartel es algo muy complicado y una reunión sí que sería la de un gran cabeza de cartel en nuestros festivales. Seguro que van cayendo ofertas a medida que pasan los años. Supongo que van ofreciendo esa posibilidad, ¿no?
No, no, no, y no… Eso está fuera de toda contemplación. Hay muchísima gente que nos pregunta por ello, pero lo que pasa, es que hay muchos fans que no conciben a Barón Rojo de otra manera. Aunque nuestros antiguos compañeros boicotearon Barón Rojo, e hicieron todo lo posible por boicotearlo, para que no existiera. Se les ofreció que reentraran al grupo en el 95, y tampoco quisieron porque no había pasta de por medio, o por la razón que fuera. Hay muchos fans que siguen empecinados en que el único Barón Rojo que conciben es aquel, y bueno… pues están en su derecho.
Pero afortunadamente Barón Rojo lleva ya sobreviviendo 45 años y funcionando muy bien. Todo aquel que quiera ver a Barón Rojo ahora sabe que tiene que adaptarse a esa necesidad. Los extremadamente nostálgicos que se cojan los cuatro o cinco primeros discos de la banda, que se los pongan todos los días y ya está. Pero no, no va a haber más contemplaciones sobre este tema. Y también añado que tampoco hay ningún tipo de ofertas en ese sentido. Y si las hubiera, serían convenientemente rechazadas, por supuesto.
Cuando les digo a los fans: “Voy a entrevistar a Barón Rojo”, me decían que es una banda que ha hecho shows de despedida, pero habéis continuado…
Es correcto. Bueno… nosotros teníamos pensada una despedida, pero esto ya lo he explicado unas cuantas veces. Lo que no teníamos de invitada a nuestra despedida fue la pandemia del COVID, porque la pandemia se apuntó a nuestra despedida. Nosotros no, no, y no… Y decimos a quien nos pregunta: “Perdona, a ti, pandemia, no te hemos invitado a que seas tú la que decidas cuándo Barón Rojo van a dar su último concierto”. Y eso es lo que nos hizo decir, “No, no, y no”. Nosotros no queremos acabar de esa manera. Y entonces eso dio al traste con todo el planteamiento que habíamos hecho de que la banda pudiera hacer su última gira, sus últimos conciertos, y lo que pasó fue eso…
Una vez metidos otra vez en la historia de la gira de despedida, ya cuando nos recuperamos de la pandemia, se pudo volver a actuar. Pues parece que aquel momento de despedida ya había pasado, que las circunstancias eran nuevas, y eran distintas. Y en ese momento ya no nos apeteció continuar diciendo que nos íbamos a despedir. Preferimos seguir tocando con Barón Rojo el tiempo que sea conveniente, hasta que la gente decida que realmente Barón Rojo hace su última gira.
Pero de momento eso ya no nos lo planteamos. Digamos que aquel momento pasó y ahora es una nueva realidad. Tampoco vamos a estar despidiéndonos todos los días, o sea, que cada cual que utilice sus argumentos publicitarios en los conciertos que quiera, pero Barón Rojo ahora mismo está simplemente en la recta final de su carrera. Eso es evidente porque tenemos muchos años ya encima y la banda también, pero no tenemos un horizonte determinado de que nos vamos a parar, eso seguro, ni que vamos a utilizar eso como argumento para que la gente vaya a los conciertos pensando que puede ser la última vez que vea al grupo.
La banda sigue actuando. venimos de llegar de una gira muy bonita por Sudamérica, donde hicimos 12 actuaciones. Estamos siguiendo con lo que ha sido Barón Rojo estos años y haciendo buenos conciertos, y la gente nos lo está reconociendo. Vamos a ver lo que da de sí la trayectoria de Barón Rojo, pero de momento no tenemos ninguna intención de retirarnos a corto plazo.
Voy a contar una anécdota personal. La primera canción que escuché en mi vida de heavy metal en los 80 fue «Hermano del Rock and Roll». Yo entonces era fan de los Beatles y los Beach Boys. Me la puso un primo lejano y le dije: «¿Pero qué es esta mierda?» Pasan los años, te empieza a gustar el heavy… y estuve en un concierto vuestro. La tocasteis y me saltaron las lágrimas.
Para mí es especial. No digo que para mí sea una canción especial, lo que pasa, es que no sé si para la gente esa canción en concreto tiene algo de especial. Bueno, yo concretamente, que además soy el autor del tema, digamos que es una canción con muchos reflejos biográficos o autobiográficos. Forma parte, en la opinión de muchísima gente, del tema más importante dentro de lo que ha sido el panorama del rock de aquí.
Como forma parte de ese legado, es una canción importante, totalmente. Luego, al ser una canción autobiográfica, o que tiene determinadas pinceladas autobiográficas, es una canción que seguimos tocando en directo, que la gente acoge con muchísimo cariño y simpatía, y que la cantan entera.
Mira, a nivel personal hay una canción, el “Siempre estáis allí”. Era una canción que, en Barcelona, cuando cerraba un bar heavy llamado Pantera Rosa, se abrían las luces y utilizaban esa canción de despedida. Me parecía algo mágico, y lo era para Lemmy, el dueño del local. Para mí, esa gran balada, es de lo mejor que habéis hecho nunca Barón Rojo.
Bueno, la verdad es que sí, es una de las canciones más emblemáticas de Barón Rojo. Es una canción que llama mucho a esa gran comunicación que hay entre el grupo y sus seguidores y que toca la fibra sensible. La letra está muy bien construida, dirigida a todo el público que nos veía en los conciertos. Es un tema con el que incluso nosotros, muchas veces, concluimos los conciertos, porque es muy importante en la trayectoria del grupo. Yo disfruto mucho tocándola.
Soy coautor del tema, aunque no de la parte fundamental. Añadí bastante, y me produce mucha satisfacción tocarla en directo y ver la gran acogida que siempre tiene entre la gente, como ocurre con muchas otras canciones de Barón Rojo. Es curioso, en los conciertos de Barón Rojo casi es la gente quien nos la pide. Desde que empezamos hasta que terminamos, prácticamente están cantando y disfrutando a cada momento. Pero te reconozco que «Siempre estás allí» es una de las canciones más importantes de la banda, sin duda.
Mira, tengo una curiosidad: tengo el disco de Barón Rojo en inglés. ¿Qué tal fue la experiencia de grabar en inglés?
Bueno, es algo que había que intentar, pero que se quedó en un mero documento sin mayor trascendencia. Llegó un momento en que nos planteamos: ¿qué hacemos? ¿Apostamos por el mercado anglosajón y nos metemos en la dinámica del rock en el contexto de quienes lo han inventado? ¿O preferimos seguir siendo cabeza de ratón en vez de cola de león?
Al final, aunque nos hemos desenvuelto en inglés, nunca hemos sido un grupo bilingüe ni hemos tenido la idea de hacer nuestro producto en ese idioma. En el mercado del rock anglosajón siempre íbamos a ser de segunda fila, llamando a todas las puertas. En cambio, en el contexto del rock hispano o latino, íbamos a ser probablemente la figura más destacada durante muchos años. Decidimos seguir apostando por el Barón Rojo cantando en español, y así lo hicimos.
Fue una experiencia muy interesante. Carolina Cortés y yo escribimos letras para ese álbum, y creo que hicimos un buen trabajo. Ahí está el resultado, un documento que quedó para la posteridad. Además, nos ayudó durante la gira en Inglaterra. Algunas canciones las hacíamos en inglés y otras en español, tocando ambos campos para que la gente pudiera ver cómo sonaba el rock cantado en español. Y ahí está, pero bueno, fue un documento, una experiencia interesante y no pasó de ahí. Preferimos seguir apostando por la vertiente hispana del rock de Barón Rojo.
Vale, una pregunta que últimamente estoy haciendo mucho y que en vuestro caso es interesante: ¿es bueno que un músico se moje a nivel político sobre un escenario y fuera de él?
Yo pienso que el músico tiene un vehículo, que es su música, para expresar lo que quiera. Puede integrarlo en el contexto de una letra o no, y darle a esta toda la claridad que quiera o simplemente dejar las cosas esbozadas, como toques de atención. No me atrae demasiado el rock militante. Tuve un pequeño contacto con esa experiencia en los años en que fui militante del Partido Comunista, pero no fueron muchos. En aquel momento parecía que tocaba empujar el vagón siendo parte de la locomotora, pero luego entendí que el rock tiene sus propios cauces de expresividad y cada uno debe usarlo como prefiera.
Quien quiera mojarse políticamente y expresar sus ideas de esa manera, que lo haga; pero yo tengo otra manera de pensar. Creo que la música debe dar un mensaje positivo y agradar al espectador. Desde aquel primer contacto con el rock político, jamás he cultivado letras de ese tipo ni pienso hacerlo. Sin embargo, todos expresamos nuestra manera de ver la realidad, y quizás alguien interprete eso como un tinte político. No es mi intención, porque cuando hablo, simplemente expreso mi visión de las cosas.
Coincidiré políticamente con unos y con otros según el momento, ya que no soy militante de nada. Por eso pienso que el intérprete debe tener máxima libertad para dirigir su música en el sentido que prefiera, y que sea el público quien lo interprete como desee. Si alguien quiere hacer rock político, está bien; si no, también está bien. Al final, es el público quien decide cómo recibirlo.
Una pregunta más ligera: me dijeron que estuviste en el programa First Dates, ¿es cierto? Sí. ¿Y qué tal la experiencia?
Pues gracias a ese programa estoy casado con mi mujer. Fue una experiencia inmejorable. Curiosamente, yo no quería participar. En aquel momento estaba soltero, y la chica que buscaba candidatos, como gancho, me parecía muy interesante. Entré en el contexto del programa por seguir en contacto con ella. Pero luego, vi cómo iba la cosa y ya me encontré metido en ello de lleno. Decidí tirar adelante y participar.
Gracias a ese programa, mucha gente supo que yo estaba soltero. Una de esas personas se puso en contacto conmigo, y ahora es mi esposa y madre de nuestra hija de tres años. Para mí, esa experiencia fue absolutamente positiva. No acabó como yo tenía planificado, pero pocas cosas en la vida terminan como uno planea. A veces vienen otras que son mucho mejores.
Para terminar, una pregunta clásica: ¿cuál es el primer disco que compraste con tu propio dinero?
Me resulta difícil recordarlo, pero tengo dos opciones. Fue o Delilah, de Tom Jones, o Massachusetts, de los Bee Gees. Uno de esos dos, seguro, pero no recuerdo cuál fue el primero.
Perfecto, Armando. Tengo como veinticinco preguntas más, algunas bastante potentes, pero lo dejamos para otra entrevista. Un placer absoluto charlar contigo, y que te vaya genial con tus proyectos. En otra ocasión, muchas gracias por tus buenos deseos. Seguro que habrá otra oportunidad para seguir conversando. Guarda esas preguntas, porque seguro tendremos otra buena ocasión. Ha sido un placer participar en tu entrevista. Muchas gracias por la oportunidad.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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