80/100
11 de octubre de 2024
Century Media / Sony Music
Detrás del nombre de Cemetry Skyline hay un supergrupo nórdico estelar formado por reputadísimos músicos a los que parece ser que les ha venido en gana lo de ponerse góticos y ofrecernos un disco más que logrado. Aquí están los nombres de Mikael Stanne (Dark Tranquillity, The Halo Effect, y que no para quieto), Santeri Kallio, el gran teclista de Amorphis, Markus Vanhala a la guitarra, Vesta Ranta de Sentenced y Victor Brandt (Dimmu Borgir, Witchery) al bajo.
El disco no es rompedor para nada y juega con todos los clichés del género, pero lo hace con mucha gracia y con temas que funcionan ampliamente. No hay rastro de copia barata, de el quiero y no puedo, o incluso de caer en la autoparodia. El día que Mikael Stanne cantó por primera vez en voces limpias en ese temazo de Dark Tranquillity titulado “ThereIn” no se dio cuenta de hasta dónde podría llegar con esos nuevos registros. El resultado es este…
“Torn Away” es el tema ideal para dar pistoletazo de salida, con muchos teclados, un bajo profundo y la más profunda voz de un Mikael Stanne estelar en su faceta de cantante gótico. Obviamente te puede sonar a The 69 Eyes, y la verdad es que el tema entra con una facilidad pasmosa. Es como si estos tipos estuviesen destinados a hacer un grupo gótico. Santeri Kallio pone las atmósferas para un medio tiempo con parada incluida que suena a single absoluto: “In Darkness”. Gran estribillo y mucho feeling en un tema de los que abre camino y es sitúa en el mapa.
Atención a “The Darkest Night” pues parece que el grupo tomen de referencia a To/Die/For y se marquen una canción especialmente inspirada en ese grupo finés tan añorado y melódico. Incluso podemos llegar a encontrar reminiscencias con HIM, lo cual ya nos dice que en cuanto a composición y que la voz de Stanne brilla con muchísima luz. “Behind the Lie” es brumosa de inicio y luego hay la típica cadencia de rock gótico con el dominante y presente bajo de Victor Brandt. Neblinas y tinieblas con gancho y momentos reposados.
“Violent Storm” es un tema animoso y gótico con todos los elementos prototípicos habidos y por haber, pero gusta y engancha. Contiene los ecos en la guitarra por parte de Markus Vanhala además de muchos detalles de teclado gentileza de Kallio. “When Silence Speaks” es lo más próximo a una balada gótica, y aquí sí que hay que aplaudir lo que consigue un enorme Mikael Stanne, pues es una canción de puro lucimiento vocal. Hay excelentes y delicados arreglos orquestados a teclado además de un piano repleto de clase y la pegada de batería de Vesta Ranta.
Palabras mayores en una canción tan formidable como “Never Look Back”, que, a pesar de ser rock gótico, es especialmente 80era y tiene unos aires muy a lo Nestor, aunque en clave oscura. Un single clarísimo con los teclados dejando patente que son el elemento diferencial del disco y del proyecto. En “The Coldest Heart” es el bajo de Victor Brandt el que abre camino sonando inicialmente como una canción 90era de rock alternativo. Otra demostración de fondo de armario y posibilidades para un grupo que, a pesar de estar encorsetado en estilo y clichés, tiene mucha personalidad y hace que los temas crezcan y funcionen.
Avanzan con “Anomalie”, que ya un poco vuelve a indagar en la fórmula a pesar de que puedes ver como Stanne hace algún gorgorito al puro estilo Ville Valo. Suenan agresivos y contundentes en otra canción muy meritoria. Echa el pestillo la canción “Alone Together” siendo la composición más larga, introducida por un piano sencillo y preciosista. Largo desarrollo con melancolía agridulce.
Viendo el resultado… no os extrañe que el grupo esté preparando entrar en alguna gira europea como teloneros, pues la propuesta cala rápido y es sumamente atractiva. El problema es que al ser un supergrupo muy difícilmente van a estar los cinco miembros disponibles para girar más allá de conciertos puntuales. Banda muy entretenida y pegadiza que tiene ganas de despegar y que ya deja el listón muy alto en este primer trabajo. Sorpresas como estas son las que nos alegran la vida a los críticos musicales.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.