Carlos Álvarez se estrena en solitario con su concierto de presentación de «Big Bang» en Castellón

Carlos Álvarez

1 de junio de 2025 – Teatre del Raval – Castellón de la Plana

Fotos: Isabel Ortiz

Crónica: Yúbal Fernández

 

El Teatre del Raval de Castellón fue el lugar elegido para el primer concierto como solista de Carlos Álvarez, músico conocido principalmente por su pasado en la banda de rock progresivo Dry River. Sus caminos se separaron en 2019, y desde entonces Carlos ha emprendido una carrera propia de la que han nacido dos discos: uno de versiones y su Big Bang con canciones propias. Este último álbum fue lanzado en diciembre del 2024, pero fue el pasado 1 de junio cuando lo por fin lo estrenó en directo, y estuvimos allí para verlo.

 

Al músico castellonense le acompañaba una banda rebosante de calidad. Él se encargaba de la guitarra principal, y en la batería encontramos a Pedro Corral, de Dry River. A las teclas el grandísimo Luis Prado, a quien Álvarez ya había estado acompañando como músico de sesión en su gira por toda España, en esa gira también estaba el guitarrista Carlos Soler, integrante también de esta banda, y en el bajo estaba Adri Picazo. La puesta en escena fue, con los músicos entrando, cogiendo sus instrumentos y simplemente poniéndose a tocar, con un muy visual juego de luces a sus espaldas que le daba un ambiente de rock progresivo muy apropiado para la ocasión.

 

El formato elegido para este estreno fue el de un teatro con butacas, y tras unos pequeños problemas con algunas de las sillas todos ocupamos nuestro lugar. Entre el público podías encontrarte con muchos amigos del músico, así como familiares e incluso integrantes de su anterior banda. El concierto empezó con un poco de retraso, pero no demasiado, y lo primero que sonó fue el mismo tema «Big Bang» con el que abre su disco, seguido de «Más allá», que es una de las pistas que más me gustan de su último trabajo, y quedó muy bien en directo.

 

 

Tras los dos primeros temas, Carlos Álvarez aprovechó para agradecer a los asistentes haber ido a verle, y luego siguió con «Bomba de humo», seguida de «2024». Para esta canción, explicó que se trata de toda una epopeya rock, y que pese a haber intentado hacerla corta acorde a los tiempos actuales, al final le quedó una pista de once minutos. Muy destacar que para este tema se nos sorprendiera con cuatro coristas levantándose entre el público para los coros iniciales, y luego volviéndose a levantar de vez en cuando para darle más color a momentos puntuales.

 

Quizá un teatro no fuera el mejor sitio para un disco de rock, y el sonido no era tan bueno como podría haber sido, con algunos instrumentos no escuchándose del todo bien. Además, durante momentos puntuales de todo el evento hubo algún que otro problema extra de sonido, algo que no empañó la actuación en general. Al propio Álvarez se le notaba algo nervioso, aunque en conjunto viene a ser algo normal en una maquinaria a la que le falta kilometraje, no obstante es el primer concierto de esta formación.

 

Tras la epopeya rock, Carlos le pidió al público que le acompañara con los coros de «Ya Veré, y el efecto fue muy bonito con casi todo el teatro coreándolo. Le siguió «El jefe de todo esto», y luego una de las grandes sorpresas del set list, con una versión de Pink Floyd. Fue «Shine you crazy diamond», aliñado con un solo del tema «Al otro lado» de Dry River en mitad de la canción, un bonito guiño para los fans que le siguen desde su anterior etapa.

 

 

A continuación explicó que cuando estaba ensayando con la banda de Luis Prado, él y Carlos Soler se ponían a hacer algunas canciones de los Beatles. Y como homenaje a esos momentos, el guitarrista cogió el micro y se puso a cantar «Don’t let me down», a la que siguió la muy beatleriana «Déjalo» que terminó el grueso de la actuación. Fue entonces cuando los músicos se fueron y la gente empezó a pedir otra, el ritual habitual antes de que volviesen a subirse al escenario para empezar con los bises.

 

El primero fue «Cosas de la edad», con la que el músico castellonense se puso al piano para interpretarla. Después, su lugar lo tomó Luis Prado para cantar su «Delitos y faltas», uno de los temas que compuso para su primera banda, Señor Mostaza. Le siguió un «Abbey Road Medley» bastante accidentado, en el que el bajo deja de sonar. Afortunadamente, el técnico de sonido pudo solucionar el aprieto rápidamente, y y todo sonó muy bien para el colofón final marcado por la maravillosa «Es justo ahí», quizá la mejor canción del disco en solitario que venían a presentar. Además, para tocarla subió al escenario el guitarrista Víctor Malasombra, de forma que vimos el mismo duelo de guitarras que vimos en el videoclip. En definitiva, fue un cierre perfecto para terminar el concierto con un muy buen sabor de boca.

 


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