Vhäldemar y GATC: liantes haciendo el indio en Semana Santa

Vhäldemar + GATC

19 de marzo de 2025

Salamandra (L’Hospitalet de Llobregat)

Liantes Metaleros

Texto: Jordi Tàrrega

Fotos: Alfredo Espada y Javi MetalBeer

El cuarto aniversario de los Liantes Metaleros llegó en Semana Santa, cosa que no fue problema alguno para que la Salamandra hospitalense luciera un lleno cómodo, pero cercano al “no hay entradas”. Gente veterana en su mayoría, muchos socios de la asociación e incluso familias con niños. Algunos de los presentes se habían pasado antes por el Cuatro Ases, bar de referencia metalera en Badalona, y las ganas de pasarlo bien era notorias. No faltó Rafa Basa, que ejercería de mano inocente para varios concursos.

 

 

Vhäldemar liantes y convincentes

Y empezamos especialmente fuertes con los vascos Vhäldemar, repartiendo metal clásicos y power metal con esa punta de lanza que es su vocalista y showman Carlos Escudero, secundado por un tremendo Pedro J Monge a las guitarras. El grupo está rodadísimo y consigue convencer en lo musical y divertirnos en las parrafadas faltonas de Escudero. Sonido mejorable en “Dreambreaker”, pero un quinteto metálico que salió a por todas, con muchas ganas y la sala entregada ya desde el principio. Su frontman lucía gafas de sol y un pie de micro con una V. Empalmaron con una de las imprescindibles de su última obra: “Devil’s Child”, con esos aromas Gamma Ray que tan bien le sientan.

 

Definitivamente su última obra es lo mejor que han hecho y agradecimos esos coros reales y batallones. Carlos bajó ya en “Metallizer” entre la gente y empezó su particular show. Es realmente un tío muy especial y hace que el público ría a carcajadas con sus ocurrencias. El lema que tiene el grupo es: “¿Vamos a muerte o no vamos a muerte?” Su heavy metal clásico repleto de clichés inundó la sala y en “Death to the Wizard” que vino acompañada por esos tonos verdes en los focos. Gran papel del teclista Jonkol, buen amigo de la web para efectuar un brindis y contarnos el contratiempo que tuvieron con la furgoneta, que uno ya o sabe si es real o parte del show…

 

 

Tiempo para “Old King’s Visions (Part VII)” y para los tremendos solazos de un Pedro especialmente inspirado y con el efectivo y rapídisimo Jandro Cañuñas, a la batería que a esas alturas ya iba sin camiseta. Su propuesta es de lo más festiva y “Heavy Metal”, de su último trabajo así lo atestiguó. Las intervenciones del frontman eran divertidísimas y hubo un recuerdo a los que no vinieron esa noche: “A los que no han venido… que les den por culo”. La combinación de influencias es evidente y los ecos a Accept estuvieron presentes en “Bastards”, seguida de “Howling at the Moon”. Su power metal es melódico, pero muy cañero, trazando una línea permeable entre el heavy metal tradicional y el power 90’s.

 

“Fear” tiene la cadencia de Manowar en “Warriors of the World”, y la disfrutamos ampliamente. Ya en los bises Carlos sacó el JB y repartió lingotazos por doquier y se dedicó una canción a él mismo… Realmente, lo merece. Barbaridades varias como “soy peor que un yihadista borracho” para luego encarar “Breakin’ All the Rules” con esos solos neoclásicos de Pedro y presentación de la banda, miembro por miembro. Bajó otra vez Carlos para perpetrar su fiesta particular mientras el grupo mantenía el tempo y la primeriza “Energy” sonaba. Esos tiempos de Arise Records vueltos a regar con más Whisky… Terminó Monge tocando con la guitarra en la espalda, y… Sinceramente, creo que Vhäldemar deberían sido cabezas de cartel.

 

 

GATC el Ganges es Hollywood Boulevard

Madre mía que barbaridad de banda… Sabían los Liantes Metaleros a quien invitaban, porque lo de esta gente es espectacular. ¿El único problema? Pues que, tras 25 minutos de gloria, se repiten sin parar ahondando en el sleazy rock de los 80 y con Skid Row por bandera. Pero si yo fuera miembro de Skid Row, le haría una prueba a Girish, porque lo de este hombre no es normal. Impecables ejercicios de estilo con temas tan punzantes como “Ride to Hell”, dotados de un sonido excepcional, bastante superior al de Vhäldemar y sobradísimos de actitud.

 

Gran look muy de la etapa 80era de Sunset Boulevard y pocos elementos hindúes para un cuarteto que se marcó un inicio tremebundo. Podríamos hablar de que calcaban a los Skid Row de la era dorada, sobrados de agudos y de solazos por parte de Suraz Sun. Grandes en “Killer of the Night”, temazo de The End Machine. Sabemos que suelen tirar de versiones de Bon Jovi, AC/DC y Guns ‘N Roses, pero en esa hora y media las covers quedaban proscritas. Tocaron “Wounded” de su segundo disco Rock the Highway, pero el tremendo efecto novedad se fue diluyendo…

 

 

A partir de entonces daba la sensación de estar ante una banda espectacular que sonaba perfecta, pero que parecía rendir tributo a otras muchas bandas pretéritas. Destaquemos otra vez los impecables solos de guitarra y los enormes coros reales de la banda, toda actitud. Continuaron con “Love’s Damnation”, que de verdad que suena totalmente a “Jump” de Van Halen. Agradecieron a Vhäldemar su presencia e incluso les tildaron de Dioses del speed metal. Todo un alago…

 

Despacharon con calidad el “Lovers’ Train”, diciendo que era una canción de amor situada en verano para luego recrearse con “Loaded” del disco Back on Earth. Suraz Sun tiró de solo acentuado por ese ventilador de suelo que le hacía flotar la melena y Nagen Mongranti bajó de su batería aporreando un plato de excursión por el escenario. Saben ofrecer un buen espectáculo, repuntado por ese himno que es “Hail to the Heroes”. Sí que sorprendieron bastante con “Kaal” (muerte en hindú) y en la que sonaron muy Black Sabbath, pero volvieron a la fiesta sin descanso con “Every Night, like Tonight”.

 

 

Ya en la recta final “The Heavens Crying”, potenciada por luces lilas y luego la revolucionaria “Identity Crisis”, con un tramo instrumental generoso y teclados pregrabados. Encantaron a los presentes y gran colofón a la noche, pero… Me parece más una banda ideal para poner en un festival y que los asistentes alucinen con su horita directa y perfecta que para cabezas de cartel en sala. Una hora y media sin versiones, y habiendo tocado ya Vhäldemar les hizo perder algo de efectividad, pero… GATC o Girish and the Chronicles, son unas máquinas de hard rock Angelino y sleazy.

 

Y felicidades Liantes Metaleros. Esperemos que sigan cumpliendo años con conciertos.

 


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