SAOR – Amidst the Ruins

85/100 

7 de febrero de 2025

Season of Mist

Una de las cosas bonitas de la música es descubrir esos grupos o subsubsubgéneros que hacen que te tengas que tragar tus propias palabras. Por ejemplo, yo puedo decir que en términos generales el Black Metal no me gusta demasiado, y sin embargo grupos como SAOR, el proyecto musical de Andy Marshall, me vuelan la cabeza. Practica una sublime mezcla de Black Atmosférico con Folk y algún toque Prog, y su sexto disco «Amidst the Ruins» es todo un regalo para los oídos con el que homenajea la herencia de su país. En este álbum tenemos cinco temas, siendo el más corto de todos de 8 minutos de duración y el más largo de más de catorce.

 

«Amidst the Ruins» es un viaje musical que nos transporta a varios tipos de paisajes, con una atmósfera nublada muy blackera, iluminada por matices etéreos y detalles progresivos y del folk celta, haciendo que en ocasiones parezca que estamos ante un paisaje de fantasía épica. Si te gusta el Black te encantará, y si no es así estoy seguro que también te enamorará. Es uno de esos discos que es casi imposible que no le gusten a cualquiera con un mínimo de base musical. Da igual que te guste la música más extrema o que simplemente hayas disfrutado con artistas del New Age y Prog como Mike Oldfield. Es un álbum al que debes darle por lo menos una oportunidad.

 

En este trabajo volvemos a tener a Andy Marshall haciéndolo casi todo, ya que es su proyecto personal y en solitario. Él pone la voz principal, guitarras y bajo. Le acompañan Jira a cargo de las voces femeninas, flautas y gaita irlandesa, Jose Garrido y Daniel Sabugal grabando las baterías, Mattias Eklund encargándose del violín, la viola y el cello, Chris Fielding añadiendo guitarras y mezclando, y el sueco Tony Lindgren en la masterización. Además, han participado los músicos invitados Ella Zlotos colaborando en flautas y la gaita, Carlos Vivas en algunas baterías. Además volvemos a tener a Ella Zlotos ahora al violín, junto a Miguel Izquierdo a la viola y Samuel C. Ledesma al cello en los temas «Amidst the Ruins», «Echoes of the Ancient Land» y «Rebirth».

 

 

El primer tema del disco es «Amidst the Ruins», que con sus 12:41 minutos ya establece el tono de todo el trabajo. Comienza con la batería atronadora clásica del Black, pero amortiguada por unas guitarras muy envolventes y un ambiente musical brumoso, luego entran las voces dándote la sensación de que te cantan desde el interior de un banco de niebla. Es una pista muy variada, con arreglos de cuerdas y de gaitas que van sonando de fondo, y que le dan un aura mágica y ancestral. Lo mejor que se le puede decir a una canción de esta duración es que cuando ya han pasado 10 minutos y crees que lo has escuchado todo, entran unos coros femeninos que le dan un momento especialmente dramático y cinematográfico, y que a mi casi siempre me consiguen poner la piel de gallina. Es una sensación mágica, como que te estaba gustando todo lo que escuchabas y de repente te dejan sin aliento con un giro musical, y estamos solo ante el primero de los cortes de este trabajo.

 

Luego le llega el turno de «Echoes of the Ancient Land», que tiene un comienzo algo más directo, su crudeza inicial se amortigua después con las guitarras atmosféricas pero con toques muy técnicos, y el suave sonido de la flauta. De nuevo es un tema con muchas capas, muchos cambios al más puro estilo progresivo, con una fuerte apuesta por lo melódico y muchos coros mixtos dándole una atmósfera envolvente. Quizá sea porque la pista anterior me pareció absolutamente mágico, pero con este noto que me ha sorprendido un poco menos, aunque sigue siendo precioso y de un nivel notable, y se le da más presencia al folk con muchos momentos de gaitas, cuerdas y flautas. Parece que están tocando en lo alto de alguna montaña escocesa, sobre todo cuando entra el dramatismo de los guturales.

 

El tercer corte es «Glen of Sorrow», que comienza lenta esparciendo pinceladas sombrías y melancólicas. Empieza con una parte instrumental, para luego llegar a otra más incisiva con voces guturales, seguida del lamento de unas voces femeninas más limpias. En ocasiones estas voces femeninas pasan a sonar en el fondo, con ecos, como si vinieran de muy lejos, mientras que la música encapsula todas las emociones. Estamos ante una pieza en la que las guitarras y el blackeo pasan a un tercer plano, ofreciendo un sonido más folk y melódico, y con varias eclosiones melódicas. Mi favorita es casi al final, en el minuto 11, cuando la melodía de la flauta acompañada de guitarras de fondo que llevamos un rato escuchando sube de intensidad al acompañarse de varios guturales.

 

«The Sylvan Embrace», con sus 8:19 minutos, es el tema más corto de este trabajo. Es una especie de interludio acústico que comienza muy suave y sencillo, y completamente relajado. Aquí las guitarras no aparecen, son todo instrumentos de cuerda y viento abrazando el aspecto más ambiental del trabajo, y con varias voces femeninas. Es muy hermoso y relajado, aunque quizá un poco repetitivo y al que le sobran un par de minutos. Sin embargo, a quien les guste el new age y la música ambiental se encontrarán con un deleite minimalista e íntimo, casi contemplativo.

 

 

Y el trabajo termina con «Rebirth», que comienza ya desde el principio con la batería blackera machacona y unas guitarras dibujando líneas melódicas limpias. Las cuerdas y las guitarras eléctricas van de la mano, y con sus más de catorce minutos de duración, es la pista más larga del álbum, y nos vamos a encontrar en ella muchos cambios que nos guían recorriendo una amplia gama de emociones. Hay momentos introspectivos, hermosos y melódicos, y hay otros en los que la intensidad y el dramatismo suben. Incluso hay un momento en el que las voces limpias femeninas toman el protagonismo entonando un hermoso canto escoces, reflejando de nuevo el amor de Andy Marshall por su tierra. Todos los elementos que nos hemos encontrado en los cuatro temas anteriores se combinan, creando una conclusión sublime y que te deja con ganas de más.

 

En definitiva, estamos ante el que para mi va a ser casi con total seguridad uno de los álbumes del año. Tiene todo lo que me gusta de la música, y estoy convencido de que el 90% de los amantes de la música encontrarán elementos que le gusten, incluso si nunca han escuchado Heavy Metal. Está muy bien equilibrado, y aunque tira más para lo ambiental y folk, siendo perfecto para escuchar de fondo o mientras te relajas, tiene momentos muy dramáticos en los que consigue extraer también lo mejor del Black Metal para darle un extra de energía y dramatismo. Evoca nieblas, grandes explanadas y montañas, evoca a escocia, y estoy deseando poder verlos en directo a finales de este 2025 cuando desembarquen en tierras españolas con sus tres fechas en nuestro territorio.

 


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