78/100
7 de marzo de 2025
InsideOut Music
Estuvo el gran Ian Anderson 19 años sin sacar un disco de Jethro Tull y utilizando su nombre en lo que eran discos en solitario, pero en cuatro años, ha sacado tres discos bajo el nombre de la banda mítica. Él siempre dijo que los músicos que le acompañaban merecían poder ligar su nombre al de la leyenda, y cada vez que edita algo, la cosa luce más. Está Bruce Soord de The Pineapple Thief en tareas de producción y hace que todo luzca siendo un disco eminentemente acústico.
Temas variados, uno que alcanza los 17 minutos y que podría estar dividido en diferentes canciones, pero Ian lo quiso así. Hay poemas, canciones susurradas y muchas conexiones con el folk de los 70. Hay belleza, se respira naturaleza y mucha frescura. Acordeones, percusiones y mandolinas campan a sus anchas y la nitidez del sonido hace el disco muy diferente a los anteriores. Han vuelto a participar Andrew Giddings al teclado y James Duncan a la batería. La otra gran novedad es la aparición del guitarrista Jack Clark.
Mucha belleza y folk directo en “Puppet and the Puppet Master” en la que nos encontramos con acordeones y flautas mientras nuestro gran ídolo canta casi susurrando, pero con esa fuerza y esas características que siempre le han elevado. Gran tema, con el resto de instrumentos cumpliendo y con mucha calidez y autenticidad en la batería de James Duncan. Y el final es puramente tulliano como pocos. “Curious Rumiant” da título al disco y se empieza a piano, que se da la vez con la travesera de Ian Anderson. Tema muy icónico, de esos que reverdecen las praderas del pasado y te hacen sonreír. Presente bajo de David Goodier en un tema muy folk y que es single claro. Tema extenso con un bello riff y muchos detalles de guitarra.
La campiña inglesa parece florecer en esa primavera que es “Dunsinane Hill”. Hay todo el mito y la leyenda del grupo aquí, en versión acústica y bella, buscando un punto de ensoñación y de misticismo. Incluso hay ese puntito más medieval en la melodía de la flauta. Contrasta con la festividad de “The Tipu House” y esa cadencia más alegre con un puntito oscuro. Vuelve a quedar todo repuntado por el acordeón de John O’Hara y las letras, siempre inspiradas de un Anderson siempre mordaz. Hay la gracia de esos momentos en los que dejan solo al vocalista y que todo resulta muy alegre.
“Stygian Hand” posee un riff de mandolina muy machacón que puede recordarnos a esa maravillosa “The Battle of Evermore” de Led Zeppelin. Ese mismo riff va adornado con múltiples variaciones y arreglos que la hacen muy grande. Cosas así espero de Jethro Tull a día de hoy… El acordeón y la acústica se dan la mano en la delicada y contemplativa “Savannah of Paddington Green”. Tema original, con el canto de pájaros dándole un toque de exaltación de la naturaleza, que queda reforzado por esos pasajes pastorales y esa elegante voz de narrador tan de Anderson. “Over Jersusalem” es otro tema reposado y elegante, pero que tampoco va más allá. Destacan los juegos de ecos entre varios instrumentos en algún pasaje. Y es que esos detalles son marca de la casa de Jethro Tull.
El tema más importante del disco es “Drink from the Same Well” con sus más de 16 minutos de duración. Elementos netamente progresivos, con un generoso inicio instrumental dominado por la flauta, apoyada por teclados, piano y bajo. Casi que es una instrumental separada de lo que viene luego, pero es muy agradable el ver cómo crece todo. Hay percusiones varias dando color y el sonido es nítido y cálido, especialmente en la batería, con mucho brillo en la enorme variedad de platos utilizados. No entra a cantar Anderson hasta los 8 minutos, y lo combina con su eterna flauta. “Interim Sleep” es la coda final narrada que da la cohesión y sentido a todo. Anderson habla suave con su reconocible voz y narra un poema antiguo a la vez que nos despide hasta la próxima entrega.
Estoy disfrutando de verdad estas entregas de Jethro Tull en la que es una etapa de postmadurez y un regalo absoluto para el fan. Obviamente la voz del gran flautista es la que su edad permite, pero a nivel compositivo e instrumental me parece algo soberbio. Podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos que es el mejor disco de los tres que ha presentado en esta última etapa. El lado más folk y los aromas 70’s dominan Curious Rumiant y nos hace pensar en que dentro de no mucho, estarán tocando en Barcelona. Ni más ni menos que en el Palau de la Música.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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