72/100
28 de febrero de 2025
Frontiers Records
Hay vocalistas con mucha clase, pero muy pocos como Robin McAuley. Tras una trayectoria extensa de más de 44 años en la que ha pasado por bandas de la categoría de Survivor, Grand Prix, Far Corporation o M.S.G. Posee una sólida carrera en solitario y en este Soulbound nos ofrece una cara más dura, metálica y siempre rockera. Aliado con el productor itálico Aldo Lonobile y con un grupo de apoyo firma un disco muy equilibrado con temas que convencen y en los que brilla especialmente su dorada garganta, que suena tan bien como 35 años atrás.
La clase ya aparece en la inicial “’Til I Die” en la que el genial vocalista irlandés demuestra que es un portento vocal. Tema de hard rock certero que me ha recordado especialmente a lo que nos suele ofrecer el gran Ronnie Romero. De verdad que lo tiene todo y hay muchos detalles técnicos de guitarra buscando ser un hard rock clásico, pero actual. Bajos muy subidos y la melodía en primera línea. El tema que da nombre al disco se inicia con el bajo de Aldo Lonobile en otro medio tiempo más atmosférico en el que planean unos teclados apoyando la composición.
La canción del disco es “Crazy”, y de largo. La voz del mago te puede parecer femenina incluso, y es que por cosas como estas nuestro Michael Schenker decidió cambiar de sonido y darle todo el protagonismo a un vocalista especial. El estribillo es inmaculado, y los versos son maravillosos en una canción que podría haber estado en los discos de MSG, esos que desesperaron a los fans clásicos del guitarrista alemán, pero que a muchos nos encandilaron. Tema prototípico de la escudería Frontiers, pero con un plus. La otra que me encanta es “Paradise”, con la batería de Alfonso Mocerino cayendo a plomo y siendo un hard rock de pedigrí. Elegancia hecha hard rock…
“The Best of Me” posee una arrancada muy a lo Van Halen para luego derivar en un hard rock cercano al metal. Hay un muy buen estribillo y una letra de aires biográficos. Luego tenemos la cadenciosa “Let It Go”, una de las que probablemente estén más cerca de su legado en M.S.G. La guitarra tura de cuerpo y presencia y el vocalista se luce con una base rítmica que cumple a la perfección. Muy buen tema con el bajo de Lonobile muy agudo y audible. “Wonder of the World” es directa y corta, de hecho, muchos temas están en minutajes de 3 minutos y medio. Reiterativo estribillo, pero muy bonito.
En “One Good Reason” hay más riffeado y el baterista Mocerino tira de goliath en el inicio y hay muchos juegos con los platos en el tema más oscuro de todos. Es más… incluso diría que hay una cierta influencia de Soundgarden en la composición y sonido. La elegancia del vocalista es total, y parece que lo hace sin despeinarse. Toca destacar la destreza y atrevimiento del guitarrista Alessandro Mammola que se complementa con Andrea a las mil maravillas y consiguen un trabajo de guitarras muy destacable.
Otra de las joyitas que alberga el disco es el “Born to Die”. De las más redondas, apoyada siempre en la voz del gran Robin y tirando del buen hacer de Andrea Seveso a la guitarra. Combina acústicas en los versos y un puente que va hacia un conseguidísimo estribillo. McAuley canta como los ángeles y te demuestra que a sus 72 años está en plena forma. Y se termina el disco de forma eléctrica y contundente con “There Was a Man”. Colindante al heavy metal y con un bonito riffeado de guitarras a pesar de pecar de ser algo prototípica.
Cuando entrevisté a Adrian Vandenberg me dijo que no había tantos cantantes fiables y capaces de poder defender el hard rock al nivel que él aspiraba. Es por ello que cuando perdió a Ronnie Romero tuvo que buscar a Thomas Vikström, pero… si hablamos de vocalistas, Michael Schenker puede ser toda una eminencia sobre el tema. Y de todos los que ha tenido, con el que cuenta a día de hoy, ese es Robin McAuley. No va a ser un disco por el que el vocalista irlandés vaya a ser recordado, pero estamos ante una obra muy destacada, especialmente si eres fan del divo.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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