Cine Rockero: “The Rocky Horror Picture Show”

Director: Jim Sharman

Productor: 20th Century Studios

Año: 1975

 “The Rocky Horror Picture Show” es algo más que una película. Es un fenómeno absoluto y un musical que ha trascendido todo lo imaginable. ¿Qué tiene esta película para hacer que la odies o que termines adorándola? Pues mucho, la verdad. TRHPS es un musical excesivo, el glam llevado a la máxima potencia, una apología del kitsch y un divertimento absurdo y sexual que no tiene parangón. De los muchísimos musicales de los 70 este es el que se lleva la palma y es el que mejor ha sobrevivido a lo largo de los años.

 

Richard O’Brien compuso las canciones y esbozó un guión que fue llevado a los escenarios. Contaron con los nombres de Tim Curry y Meat Loaf en el teatro y posteriormente se pasó a la gran pantalla a sabiendas que podía ser un fracaso absoluto. De hecho, así fue: un auténtico desastre de taquilla. Pero dos años más tarde llegó el milagro: los cines de Nueva York programaron pases en sesiones golfas y se creó un sistema de interacción delirante entre el público con lanzamiento de salchichas desde platea, arroz en la escena de la boda, lásers caseros, periódicos en las cabezas o insultos a los protagonistas cada vez que se mencionaban sus nombres en pantalla. Al oír Brad todo el mundo lanza un “gilipollas” y con Janet “puta.

 

El jolgorio, la fiesta y el descubrimiento-idolatramiento de la comunidad gay encumbraron a esta delirante obra que a día de hoy ostenta un récord absoluto: Es la película de la historia que más tiempo lleva en cartel, más de tres décadas con pases semanales en un cine de Múnic.

 

Los recién prometidos Brad (Barry Bostwick) y Janet (una jovencísima Susan Sarandon) tienen un pinchazo con el coche y terminan pidiendo ayuda en un siniestro y absurdo castillo ocupado por unos estrambóticos y festivos motoristas. Les recibe el servicio con Riff Raff (Richard O’Brien) al frente y las demenciales Magenta y Columbia. El anfitrión Frank ‘n Furter (un excepcional Tim Curry –el payaso de IT-) en el papel de versión gay y excesiva de la criatura de Mary W. Shelley les mostrará la creación a la que da vida: un cachas rubio platino con el que entretenerse sexualmente. El juego de tentaciones y seducción termina con un putiferio en toda regla dejando a “Las amistades peligrosas” de Pierre Choderlos de Laclos como una ronda del “conejito de la suerte” en 5ºB.

 

La estética colorista, la enorme calidad de las canciones y las letras y el vestuario de medias de rejilla, ligueros y plataformas marcaron y marcan todavía a miles de fans repartidos por el globo capaces de montar congregaciones anuales para celebrar, un año más, la realización de una de las películas más geniales y estrambóticas nunca aparecidas. Pues, en boca de muchos grandes directores y críticos: “Nunca se había realizado algo así y… de hecho, creo que todavía sigue siendo diferente a todo lo conocido”.

 

Como momentos estelares podemos mencionar el genial y conocido baile del “Time Warp”, las apariciones de Frank n’ Further con su “Sweet Transvestite”, la fuerza de Meat Loaf y su moto en la colosal “Hot Patootie” o los labios de Magenta cantando en los créditos de apertura el “Science Fiction”. Si encuentras el DVD de 25 aniversario es bastante completo y cuenta con escenas en teatros, con gente volviéndose loca y siguiendo los bailes e interacciones. Hay muchísimas entrevistas también con los protagonistas y reportajes de la VH1 sobre el fenómeno que fue y sigue siendo el Rocky Horror Picture Show.

 

Alienígenas de la Transilvania transexual, juegos de cama con mojigatas que terminan sacando la “perra” que llevan dentro (palabras textuales de Sarandon), un guión que se aguanta con pinzas, una diversión constante que hizo historia y un elenco de canciones atemporales.

 

La propia Sarandon termina declarando que, posiblemente, de todos sus papeles en la gran pantalla, es con el que será más recordada, y eso que cuenta con un Oscar por “Pena de muerte”. En definitiva, una auténtica obra maestra que seguirá atrapando a fans generación tras generación. Si después de verla y de exclamar “¡¿Qué coño es esto?!” te dan ganas de enfundarte en medias de rejilla, vete con cuidado, pues es sumamente contagioso…

 

En mi casa hay colgada una foto firmada de Magenta, pues, increíblemente, estuvo de invitada en un Wacken y pudo firmar autógrafos y hacerse fotos. Y es que no sólo es uno de los musicales definitivos, es que la fiebre por esta película me parece inigualable. Hay muchos musicales allí afuera, pero ninguno se acerca a lo que fue “The Roky Horror Picture Show”.

 

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