Fito & Fitipaldis han vuelto a rugir… y lo han hecho con toda la intención de que medio país vibre con ellos. Santander fue este fin de semana el punto de ignición del “Aullidos Tour”, la nueva y ambiciosa gira con la que la banda presenta El Monte de los Aullidos, su reciente trabajo publicado el 24 de octubre y que no tardó ni un suspiro en encaramarse al número 1 de la lista Top 100 Álbumes en España. Nada mal para un grupo que llevaba más de dos años y medio en silencio… o, mejor dicho, cargando munición.
Los dos conciertos celebrados en el Palacio de Deportes funcionaron como una especie de ritual de bienvenida: público entregado, repertorio sólido y un Fito Cabrales visiblemente emocionado, recordando que “volver a los escenarios después de tanto tiempo es una emoción indescriptible”. El músico insistió en que este disco es especialmente significativo para la banda y que la gira busca transmitir esa energía “que nos une”. Y por lo visto en Santander, la conexión volvió a encajar sin chirridos, como un viejo ampli que suena mejor después de haberlo dejado descansar.
El tour, anunciado el pasado abril, es una auténtica maratón rockera: 28 ciudades hasta mayo de 2026, con paradas de alto voltaje como los cuatro conciertos que ofrecerán tanto en Bilbao como en Madrid. Sevilla, Barcelona y Gijón también disfrutarán de doble ración del combo bilbaíno, demostrando que la demanda supera cualquier expectativa razonable.
Una gira marcada por el Sold Out:
De hecho, el cartel de “no hay entradas” ya decora gran parte de las fechas. Aun así, todavía es posible subirse al tren en Las Palmas, Sevilla, Castellón, Ciudad Real, Santa Cruz de Tenerife, Cáceres, Albacete, Ponferrada, Cádiz, Fuengirola y Bilbao. Eso sí, mejor darse prisa: estos aullidos vuelan.
Con este arranque, Fito & Fitipaldis no solo recuperan su sitio: reclaman, sin pudor y con mucha gasolina, uno de los momentos más importantes de su carrera. Rock en vena, celebración colectiva y una gira que promete hacer historia.
Mi nombre es Irene, y todo el mundo me conoce por mi apellido Kilmister adquirido por el que ha sido y será mi mayor ídolo en esta vida. Lo cierto es que yo empecé en esto de la fotografía sin pensarlo mucho. Era la típica amiga de la cámara, pero de que me quise dar cuenta me propusieron entrar a colaborar en un medio profesional en 2017 y desde ahí he pasado de ser esa amiga de la cámara a evolucionar y coinvertirme en lo que conocéis ahora.
Apasionada de la música en todos sus géneros y amante de la lectura y los conciertos, aunque mi verdadera profesión no tenga nada que ver con todo esto.
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