Myles Kennedy – The Art of Letting Go

80/100

Napalm Records

11 de octubre de 2024

Tercera obra en estudio y en solitario del enorme vocalista de Alter Bridge y de Slash. Si su primer Year of the Tiger era eminentemente acústico, ya en su segunda obra se vio que el chico tenía ganas de tocar la guitarra, y en este tercer paso va un poco más allá. Quizá sea el disco más próximo a los Alter Bridge, cosa que se agradece. A sus 56 años las cosas le importan cada vez menos y lo relativiza todo, es por eso que el título de la obra es The Art of Letting Go (el arte de dejar las cosas pasar).

 

Vuelve a contar con formato trío con sus inseparables Zia Udin a la batería y percusión y a Tim Tournier al bajo. Myles es uno de lo grandes nombres a nivel mundial, pero él empezó como guitarrista y no como cantante, por lo que en sus discos en solitario intenta dar rienda suelta a sus influencias que van desde el blues del Delta a Gojira. Es un disco bastante predecible y sin grandes riesgos, pero las canciones están trabajadas y suenan a lo que uno espera del divo. Si Alter Bridge y Slash lo tienen fijo, es porque este hombre ya es historia viva del rock.

 

“The Art of Letting Go” es toda una declaración de principios, con riff clásico marcado desde el inicio. Puede llegar a recordarte a Black Stone Cherry, pero cuando entra el divo cantndo, ya sabes de quién se trata. Gran tema, muy directo contando con la enorme pegada de Zia Udin y un estribillo de esos que se te quedan ya en la primera ronda. Gran feeling interpretativo y repleta de detalles técnicos, especialmente en la guitarra. “Say What You Will” tiene un comienzo que puede recordarte a Skid Row, a pura locomotora con una impresionante base rítmica en un corte que parece hecho para sonar sobre un escenario. De lo mejor de esta completa obra.

 

“Mr Downside” es otra de las composiciones que más brillan y se nota que a Myles le gusta el classic rock. Hay dejes muy de Led Zeppelin, pero todo llevado a su terreno. Suena todo compacto, con un gran Tim Tournier a las cuatro cuerdas. La verdad es que los arreglos de guitarra llenan la canción, pero es que vuelve a firmar un gran estribillo que hace resaltar su personal y extraordinaria voz. “Saving Face” tira de hard rock en clave oscura y funciona, dejando patente que no es un disco con puntos flacos o relleno alguno. Si de verdad te gusta Myles Kennedy, estamos ante su mejor obra en solitario y de lejos.

 

Personalmente me quedo con uno de los temas más accesibles y alejados del músculo del riff: “Miss You When You’re Gone”. Delicada canción con dominio melódico y puente y estribillo para enmarcar. Es muy feliz, también evocadora y le va como anillo al dedo a un Myles que encaja perfectamente en ella. Más pausada y sentida es el inicio a balada de “Behind the Veil” en la que don Kennedy electrifica el inicio acústico y demuestra que es tan buen guitarrista como vocalista.

 

“Eternal Lullaby” podría considerarse la balada del disco, pero termina siendo un medio tiempo eléctrico que camina con fuerza y con evidentes dejes grunge que empapan la misma con excelentes maneras. La canción con más clase, y también la que se sale más de guion, es “Nothing more to Gain”. Un poco te puede recordar a lo que hizo el vocalista de Soundgarden en la banda sonora de 007. Realmente cinematográfica e irresistible quedando claro que la ambición de Myles es enorme y que puede tomarse un Martini con Vodka, agitado, pero no revuelto.

 

“How the Story Ends” es un final perfecto para un gran disco. Momentos reposados que se animan con mucha electricidad y con un extra de clase. Quizá sea una canción algo prototípica, pero posee ese riff central de dejes oníricos. Definitivamente yo si algo le pido a Myles Kennedy son canciones como esta, que recuerden a su banda madre, pero que posean algo especial y diferente también. Complementa todo “Dead to Rights”, que posiblemente sea el tema más netamente metalero con aura grunge y muchas conexiones con Alter Bridge.

 

Mayormente estamos ante el mejor disco de Myles Kennedy en solitario, variado, valiente, con un trio estelar, pero con obvias conexiones con su banda madre. Definitivamente lo que vas a disfrutar es más de lo que es capaz de hacer con la guitarra, pues como vocalista ya sabes que la calidad de todo lo que ofrece está muy por encima de la media. Si te gusta Myles con Alter Bridge y Slash el disco es ampliamente disfrutable y hay momentos muy brillantes. Para esto están los discos en solitario: para dar rienda suelta a lo que hay dentro de la cabeza de nuestros héroes, y si la cosa brilla a este nivel… pues bienvenido sea. Esperamos su gira en solitario este otoño que viene…

 

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