Oasis en Los Ángeles “viven para siempre”, también en América

Oasis

7 de septiembre de 2025 – Rose Bowl – Pasadena (California)

Crónica: Tomás Crespo

Fotos: Oficiales del grupo

Los Ángeles, California, domingo 7 de septiembre de 2025. 8.45 pm. El repertorio, calcado al del día anterior en idéntico escenario, el Rose Bowl de Pasadena. Y al del MetLife Stadium de Nueva Jersey, y al de Chicago, y al de Toronto, y al de todos los inaugurales conciertos británicos en este sin embargo sorprendente regreso a los escenarios de Oasis 16 años después de su disolución. Sin llegar a los niveles que se viven en el Reino Unido, el ambiente estaba caldeado desde hacía días, con decenas de camisetas visibles en los puntos más recónditos de la ciudad, adquiridas a 50 dólares cada una en la tienda específica que se dispuso en el mismísimo Hollywood Boulevard.

 

Y es que, qué demonios, la ocasión lo merecía, no todos los días toca en la ciudad uno de los grupos más importantes de la década de los 90. También en América. Y visto lo visto, y oído lo oído, es difícil que alguien saliera del Rose Bowl con la cara que se le quedó a Roberto Baggio en el Mundial del 94. Claro, es que entonces todavía faltaba un mes para que se publicara el “Definitely Maybe”.

 

Y más de treinta años después de su fulgurante aparición, lo cierto es que, pasando ambos ya de la cincuentena, los inefables hermanos Gallagher cerraron en la “city of angels” el tramo norteamericano de su gira Live ’25 atronando estadios como probablemente nunca habían hecho antes, con una calidad de sonido desconcertante para espacios tan abiertos, y por si eso fuera poco, haciendo sold out cada noche. También en América. Por qué está pasando eso será materia de estudio para el futuro.

 

 

Con respecto a las canciones, lo ya sabido: centrándose en sus dos primeros discos -6 temas del primero y hasta 8 de (What’s the Story) Morning Glory, también hubo espacio para los más fans con cinco caras B, dos picoteos del “Be Here Now” y uno del “Heathen Chemistry”, sin mencionar el resto de sus LP’s, que saben inferiores.  La cosa empezó fuerte con “Hello”, “Acquiesce” a dúo, “Morning Glory” dedicada a Woody Woodpecker ellos sabrán por qué, y “Some Might Say”, todas ellas de la época de su segundo LP. A continuación, bloque dedicado al primer disco con “Bring It On Down”, “Cigarettes & Alcohol” y su cara B “Fade Away”, y su primer single, “Supersonic”.

 

Y tras un breve regreso al Morning Glory con “Roll With It”, Liam se retirará del escenario para ceder el micrófono a Noel, a la postre compositor de todo el repertorio que va a sonar, quien bajará decibelios y cantará tres temas seguidos: “Talk Tonight” dedicándola al público argentino, “Half the World Away” a los irlandeses y, única concesión al Heathen Chemistry, la gran “Little by Little”.

 

Pero Liam regresará, y volverá a subir el volumen para entonar “D’you Know What I Mean?” y “Stand By Me”, los dos primeros singles que dio el desproporcionado “Be Here Now”. Y tras unos “Cast No Shadow” y “Slide Away” de trámite, sin que apenas hayamos tenido tiempo de parpadear, ya nos hemos plantado en la recta final del concierto con el single “Whatever”, que recordando sus primeras giras incluye un guiño al “Octopus’s Garden” de los Beatles; el tema que Liam siempre señala como su favorito, “Live Forever” y, para concluir, el primer corte de su primer LP, el brutal “Rock ‘n’ Roll Star”.

 

 

Tras la pausa de rigor, en los bises, los temas se repartirán a razón de dos por hermano: Noel cantará “The Masterplan” -con introducción de la banda actual, un híbrido de sus dos formaciones históricas- y la inevitable “Don’t Look Back in Anger”, cuyo estribillo, como siempre, el público berreará con gran devoción; Liam, por su parte, abordará la no menos ineludible “Wonderwall” para cerrar con “Champagne Supernova” y unos fuegos artificiales que eclipsarán momentáneamente la luna llena.

 

Cansados tras dos horas de pie aún en las localidades sentadas, y sordos como tapias tras la tormenta sonora que ha supuesto la actuación, los más de 80.000 asistentes nos retiramos aturdidos por lo que acabábamos de presenciar, pero con la sensación de haber presenciado algo irrepetible. Ah no, espera, que la gira continúa este viernes en Ciudad de México, repite dos Wembleys a finales de mes, y luego prosigue por Asia, Australia, Sudamérica y probablemente Europa el año que viene. Si pueden ir, no se lo pierdan, se lo dice alguien que con esta ha visto seis veces a la banda. Y la última ha sido la mejor, con diferencia.

 


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