Cañonazos y rock eterno: crónica del regreso de AC/DC a Madrid

AC/DC + The Pretty Reckless

16 de julio de 2025 – Estadio Metropolitano – Madrid

Live Nation Es

Crónica y fotos por: Javier Paredes

AC/DC incendian el Metropolitano en una calurosa noche de rock, fuego y cañonazos en Madrid

Por desgracia, no pudimos llegar a tiempo para ver a The Pretty Reckless, y eso que tenía muchas ganas de ver a los neoyorquinos. Compramos las entradas a través de TicketSwap, pero ni así nos libramos de que, al llegar a la puerta, nos dijeran que ya habían sido escaneadas. Por suerte, aún quedaban entradas en taquilla y, a última hora, pudimos entrar. Rompo una lanza a favor de TicketSwap, que al día siguiente, tras aportar las pruebas pertinentes, se hizo cargo del problema, lo resolvió y me reembolsará el dinero. Pero vayamos a lo importante.

 

 

Ya os podéis imaginar, Madrid, 16 de julio de 2025, 39 grados a la sombra y el Estadio Metropolitano a reventar. El calor no daba tregua, pero eso no impidió que las miles de almas se reunieran para rendir culto a los dioses del rock: AC/DC. Y si algo sabe hacer esta banda es prender fuego a cualquier escenario (literalmente). No importa los años que lleven en los escenarios, AC/DC seguirán llenando estadios hasta el día que se retiren o se mueran. Y eso es así.

 

La intro personalizada para la ocasión que proyectaban las pantallas ya lo avisaba: un coche en llamas atravesando las calles de Madrid hasta colarse por las tripas del Metropolitano. Y sin más rodeos, “If You Want Blood (You’ve Got It)” marcaba el arranque con un estallido de decibelios y cuernos al aire.

 

 

El repertorio fue una máquina bien engrasada de clásicos y trallazos recientes. Desde el salto final de “Back in Black”, al despliegue de luces que acompañó a “Demon Fire”, todo estaba medido al milímetro, salvo los espacios entre canciones, sospechosamente largos (quizás para que los veteranos tomasen aire o, más bien, sobrevivieran al calor sahariano que dominaba el recinto).

 

Pero si hacía calor, “Thunderstruck” lo reventó todo y marcó el primer gran hito de la noche en el que nadie quiso dejar de cantar: sudor, saltos, coros y una ola de energía que parecía capaz de derretir el suelo. Ni una ola de calor puede con ese riff.

 

 

Es innegable el despliegue que ahora mismo pueden permitirse, la producción audiovisual fue sobresaliente: sonido impecable en grada, planos de cámara en directo perfectamente sincronizados con cada punteo y detalle, y unas pantallas que permitían seguir la acción desde cualquier ángulo, como en “Shot in the Dark” o la vibrante “Shoot to Thrill” con su lluvia de luces parpadeantes.

 

Y hablando de luces, la llegada de “Highway to Hell” fue como abrir las puertas del mismísimo averno: fuego en el escenario, en las pantallas… y en los ojos del público.

 

 

Para el tramo final, los australianos sacaron toda la artillería pesada. En “Let There Be Rock”, Angus Young se marcó un solo maratoniano que incluyó plataformas elevadas, revolucones por el suelo y confeti para medio Madrid.

 

La traca final llegó con “T.N.T.” y, como no podía ser de otro modo, “For Those About to Rock (We Salute You)”, con disparos incluidos de cañones sobre el escenario cargados con pólvora. No es una metáfora: retumbaron tanto que el Metropolitano casi despega.

 

AC/DC no solo tocaron como si fuera el fin del mundo, sino que lo hicieron parecer probable, aunque cada vez creo que eso está más cerca. Lo que está claro es que AC/DC estarán sobre un escenario si eso pasa. ¡¡Larga vida a AC/DC!!

 


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