Tercer día de Z! Live: Sepultura desata su ritual brasileño en su (¿última?) batalla

La tercera jornada del Z! Live 2025 volvió a ser un reloj suizo: puntual, sin incidentes y envuelta en la magia de un sol que dio tregua (salvo en los primeros grupos) y el cansancio bien administrado del tercer día. Como gran cabeza de cartel, Sepultura, firmó el mejor concierto de todo el festival: brutal, técnico y emotivo. Esta por ver si será el último por estos lares (según nos comentaron en rueda de prensa, están componiendo).

OpenSight arrancaron con su set temprano. Pocos asistentes (las fuerzas flaqueaban y a las 16:15 el sol pegaba de lo lindo), pero tuvieron seguidores que se sabían las canciones y que disfrutaron de su primer concierto en nuestro país. Salieron con su indumentaria característica y ofrecieron un energético show que nos dejó con ganas de más, dejando las expectativas altas de cara a su inminente gira por nuestro país. Luego Ankhara, con Pacho Brea como motor de la fiesta: cada tema levantó más al público (como no podía ser de otra manera «No mires atrás», provocó un clamor colectivo. Sonido algo irregular, pero entrega total.

Dynazty salieron al escenario con ganas de dejar huella en el Z! Live, y lo cierto es que consiguieron conectar rápidamente con un público que tenía muchas ganas de verles. A pesar de algún leve problema técnico, como un sampler que se disparó antes de tiempo al comienzo de «Game of Faces», la banda fue ganando en solidez con el paso de los minutos. La voz de Nils Molin, poderosa y carismática, necesito de un par de temas para entrar en calor, pero se impuso pronto, liderando un concierto que fue de menos a más hasta alcanzar un tramo final realmente vibrante con un pequeño pero, y es que quizá se excedieron algo en la interacción con el público en la última «Heartless Madness», alargando demasiado una parte dedicada a hacer cantar a los asistentes. Sin duda, hubiera sido mejor meter un par más de temas, pero bueno… ¡gran actuación!

Rhapsody of Fire ofrecieron uno de los conciertos más esperados del día, con un público ya notablemente más numeroso frente al escenario. Su propuesta épica y orquestal funcionó especialmente bien en los clásicos de su discografía, aunque los nuevos temas fueron bien recibidos entre los fans. Giacomo Voli, al frente de la banda desde el 2016, firmó una actuación sobresaliente. Defendió tanto los temas recientes como los más antiguos con solvencia vocal y gran presencia escénica, logrando incluso que muchos asistentes no echasen de menos a Fabio Lione, algo que no es poco decir. Pondremos la pega habitual en los conciertos de la banda, que fue el consabido uso de samplers: orquestaciones, coros y efectos acompañaron casi todo el repertorio. Aunque esta elección ayuda a recrear su característico sonido cinematográfico, en algunos momentos resultó del todo innecesaria. El show culminó por todo lo alto con «Emerald Sword», que incluso desató un circle pit entre el público (algo inusual en una banda de power metal), pero que demuestra el fervor que aún despiertan.

Lita Ford ofreció un concierto sólido y directo, respaldada por una banda eficaz y un repertorio repleto de clásicos. Su carisma y temas como «Cherry Bomb» o «Close My Eyes Forever» conectaron especialmente con el público más veterano, que recibió su actuación con respeto y entusiasmo.

Sepultura ofreció el concierto más potente y memorable del día, consolidándose como la gran protagonista del tercer día del Z! Live. Fue la primera gira con su nuevo batería, Greyson Nekrutman, quien cumplió con creces y aportó una energía brutal a la banda. El set list repasó clásicos de todas las épocas, con un sonido demoledor y un público entregadísimo. Aunque la intensidad se mantuvo alta, esperaba más intensidad con los circle pits, que fueron moderados (se notaba que estábamos en el tramo final del festival). De cualquier manera, la atmósfera fue electrizante. Sepultura demostró que, pese a ser su gira de despedida, su legado y fuerza siguen más vivos que nunca, y de hecho nos atreveremos a decir que igual la banda tarda más de lo esperado en irse a la «sepultura»… el tiempo lo dirá.

Dark Funeral subieron el umbral de oscuridad con una atmósfera sencillamente apabullante (algo que me encanta de las bandas de black). Los suecos desataron su furia ante un público reducido pero fiel, que resistía el desgaste del festival. La banda impresionó con una demoledora precisión técnica, envolviendo al público en una tormenta sonora implacable, aunque la conexión general con el público fue un poco más fría de lo habitual. Para rematar, una propuesta absolutamente opuesta, con Nanowar of Steel cerrando la noche con su humor característico, que no opaca su talento y gran capacidad musical. Aunque ante una audiencia reducida, los/as titanes que aguantaron disfrutaron de su propuesta. Sin duda un gran cierre, aunque nos hubiera gustado disfrutarles en mejores condiciones, por que ellos lo valen (siempre diré que aquí hay mucha más chicha de la que parece).

En resumen, este día fue un triunfo de Sepultura, coronando una noche impecable y sin fallos organizativos. El festival se despidió con un 10 de nota, aunque todo esto os lo contaremos en breve, en forma de crónicas completas de cada día, con un mayor nivel de detalle. ¡A por el XI!