Cine Rockero: «White Zombie – La legión de los hombres sin alma»

White Zombie

Director: Victor Halperin

Productora:  United Artists

Año: 1938

Estaba claro que, ya que tenemos esta sección de cine en Stairway to Rock, íbamos a hablar de la película de 1932 en la que aparecen por vez primera zombis. Dicho film es el que tomaría décadas después Rob Zombie para su banda White Zombie. Lo que no sabíamos cuando triunfaba por todo lo alto en los 90, es que nos martirizaría con películas pasables de grandes presupuestos y que sería un reconocido director. Y las pelis de zombis han triunfado creando un género propio hasta el punto que la serie de moda, “The Last of Us”, aunque les pese a los directores de la misa, es de zombis.

 

Dos directores de cine mudo toman las riendas y el guion se basa en una obra de teatro que no tuvo éxito alguno, pero Edward y Victor Halperin tiran el proyecto adelante consiguiendo una obra de culto, con pocos momentos sonoros y con un personaje icónico: Legendre, un nigromante vudú que habita en Haití y que convierte a los vivos en zombis para que trabajen para él a coste cero. Ese personaje lo encarna Béla Lugosi en un papel genial y en el que conceptos como la sumisión química aparecen ya en 1932.

 

Una pareja de novios es invitada por el terrateniente Charles Beaumont, que más que oficiar la boda, lo que pretende es robarle a Madeleine a su apuesto futuro marido, y lo hará a cualquier precio. La llegada de los casaderos es brillante y ese primer tramo de película es excepcional con la introducción de la cultura vudú y las creencias de que, en las montañas, se revive a los muertos. Incluso se entierra a los cadáveres en medio de las carreteras para que no los desentierren. Beaumont, una vez recibe a la pareja, visita a Legendre para conseguir esos polvos que dejan a los vivos en no-muertos.

 

El terrateniente consigue a Madeleine, pero su mirada vacía y su inacción lo tortura hasta el punto que prefiere devolverla a la vida. Legendre tiene otros planes y quiere quedarse a la novia. Hay mucho de cine mudo y la fotografía rinde culto a films como “El gabinete del Doctor Caligari” y todo el expresionismo alemán. La legión de zombis es aterradora, y son todos los enemigos del hechicero, que ahora cumplen sus órdenes a una velocidad lenta y arrastrada. Neil Parker, el marido de la “difunta” Madeleine, busca respuestas y visita a hechiceros y hombres de estado.

 

Hay juegos con planos originales para la época y Lugosi está espectacular en su papel, tirando de una expresividad que realmente da miedo. Talla velas con el cuerpo de sus prisioneros y posee los polvos que te convierten en zombi. El final de todo es previsible y el desenlace algo infantil, pero os recuerdo que estamos hablando de 1932. No sería hasta 1943 cuando reaparecerían los no-muertos en “Yo anduve con un zombi, con el icónico personaje de Carre-four, aunque seguiríamos lejos de lo que se estila en nuestros días.

 

No sería hasta que George A. Romero daría el pelotazo con la brillantísima “La noche de los muertos vivientes” de 1968, que fue cuando el mundo despertaría definitivamente a la cultura zombi. Si eres fan de Rob Zombie, es de obligado visionado, y si disfrutas con este género de terror, también. Para el recuerdo quedan esas cejas con cuernos de Lugosi y ese cruce de manos para hacer que los zombis ataquen a sus víctimas a demanda.

 


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