The Sisters of Mercy – First and Last and Always: 40 años de la piedra angular del rock gótico

First and Last and Always 

11 de marzo de 1985

Warner Music Group

First and Last and Always es el disco de debut de The Sisters of Mercy, y a pesar de que no llega a la brillantez de los dos posteriores, estaríamos hablando de una genialidad en la que Andrew Eldritch se destapa y crea algo realmente especial. Las letras se vieron influenciadas por la tristeza del líder al haber roto con su novia después de una relación de años y por, la entonces, muy posible marcha del guitarrista Gary Marx del grupo. También se habían comprado una nueva caja de ritmos, y eso les dio al grupo multitud de juego en el estudio: la Oberheim DMX. Y fue un álbum especialmente caro de producir, y a pesar de que llegó hasta el número 14 en las listas inglesas, no se recuperó la inversión dispendiada hasta 1988. Pero uno de los pilares del rock gótico quedaba edificado en forma de disco.

 

El disco

La voz profunda de Andrew Eldritch combinada con las acústicas y esos arreglos sencillos de programación funcionan perfectamente en “Black Planet”, un tema muy efectivo, repleto de ecos y coros solemnes. Ya percibes que hay algo realmente especial en su música y en esas letras. “Walk Away” va con esa batería tan típica de las producciones ochenteras. Los breaks son una de las claves, pero es genial el riffeado de las guitarras y esos estribillos a dobles voces. Quizás sean coros más tétricos que melódicos, pero aquí estamos ante otra de las grandes claves de The Sisters of Mercy.

 

En “No Time to Cry” la combinación de juegos de ecos con coros alcanza uno de sus máximos exponentes en un tema brumoso y adictivo. Entra de maravilla y la línea vocal te dirige a un estribillo machacón, deudor del primigenio punk inglés, pero excelentemente concebido. En la misma onda se desarrolla el “A Rock and a Hard Place”, con una interpretación vocal más dramática y casi teatral por parte de Eldritch. La máquina de ritmos Doktor Avalanche ofrece una buena selección y variedad de percusiones que le dan un algo especial a la canción.

 

Uno de los grandes lujos (y clásicos) más absolutos del grupo es el “Marian (Version)”. Oscuridad a raudales con ese bajo de piedra y esas acústicas que se suman a la fiesta. Gótico por definición y de manual en una canción inmaculada que representa perfectamente a los británicos. Es un tema largo, pero curiosamente no lo parece y no le sobra nada. Pero si hay una canción que se eleve realmente por encima de las otras, esta es la que da nombre al disco (discazo). “First and Last and Always” juega con muchas más texturas y posee un inicio arrebatador. Es casi como si tuviera una influencia folk en el riff, más propia de New Model Army, pero la canción atrapa y es icónica, especialmente por ese maravilloso estribillo. Mucho reverb en la batería programada y momentos de gran belleza.

 

“Possession” tiene su qué sin llegar a ser algo sobresaliente, y todo reposa en el imaginativo bajo de Craig Adams. Oscuridad y efectos de todo tipo para una tonada pesadillesca en la que, curiosamente, brillan los platos de la caja de ritmos, aunque sea una contradicción. “Nine While Nine” irrumpe con punteado y batería sobrecargada de reverb en un bello inicio al que se le suma un piano. Letra más mundana y cotidiana y un extra expresivo del vocalista en un corte gótico y deudor del post punk.

 

“Logic” exagera en percusiones y marca los tempos con la agónica voz de Eldritch que emerge en la simpleza de un riff muy básico y rockero, reposando sobre la gran línea de bajo de un Craig Adams que es alma de todas las canciones. “Some Kind of Stranger” es el tema más extenso del disco y empieza con un sonido cercano a lo industrial para luego dejar paso a guitarra y batería sobreproducida. La voz de Andrew Eldritch es profundísima y grave y el bajo de Adams vuelve a llevar la voz cantante. Una especie de balada atmosférica. Tristeza y languidez con un riff machacón de lo más logrado.

 

Veredicto

First and Last and Always es una de las obras capitales de rock gótico de los 80 y un punto de partida para la segunda hornada de bandas góticas como The Mission o Fields of Nephilim, pero su líder nunca llegó a considerar que su música fuera gótica y prefirió siempre la etiqueta de classic rock. El disco se venido especialmente bien en las tierras del norte de Inglaterra llegando en unos años a disco de oro. Algo parecido sucedió en Alemania, pero Estados Unidos no cayeron tan pronto en las redes del grupo. Curiosamente el tema “Logic” se titulaba “Amphetamine Logic”, pero en esos días no se podían poner nombres de drogas en los títulos de las canciones, aunque cueste creerlo a día de hoy. El rock gótico se hizo realidad con First and Last and Always.

 

 


Descubre más desde Stairway to Rock

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *