77/100
2 de mayo de 2025
InsideOut Music
Siempre es bueno saber que el gran Roine Stolt crea nueva música bajo el nombre de The Flower Kings, una de las más grandes referencias del progresivo, vigentes de 1994. Él es miembro de la superbanda Transatlantic, pero siempre, fiel a su banda y proyecto, sorprende moderadamente con un disco bastante variado (dentro de sus postulados) y realmente entretenido. Mantiene el maestro a la formación de los últimos discos y creo que es una obra bastante superior a las últimas entregas que fueron Look at You Now y a By Royal Decree.
Sorpresa mayúscula en el arranque con “We Claim the Moon”, pues el tema está más cerca de DeWolff que de los reyes florales. Dejes 70eros con xilófonos y riff base. Los teclados piden paso y es lo más prog, porque el ritmo de batería de Mirko DeMaio es constante y básico para lo que puedes esperar de esta gente. ¡Y es un temazo! Suena con mucho músculo y es un volantazo ya de buenas a primeras.
Por momentos suena a banda sonora de acción de las series de los 70. “The Elder” es una composición mucho más netamente prog, con su crecimiento a lo largo de más de 11 minutos y con un solo muy logrado por parte de Hasse Fröberg. Puntos de pomposidad, muchos coros y percusiones con campanas tubulares. Ya al final tiene un puntito de cinematográfico incluso y sideral Pink floydiano al final del todo.
“How Can You Leave Us Now?!” va iniciada por piano y el bajo presente de Lalle Larsson y con una línea vocal muy conseguida y definitoria del estilo que gastan las flores y los reyes del gran Roine Stolt. “World Spinning” es una joyita instrumental que sirve de enlace y que luce en un medio tiempo con teclados Hammonds comandando. Delicadez y sutileza sin percusión y con muchos juegos técnicos y melódicos. Lo más interesante de “Burning Both Edges” es la guitarra y el solazo épico de un tema que fluye y se va elevando en los casi ocho minutos de duración.
Una de las canciones más sexys y diferentes es “The Rubble”. No llega a cinco minutos, pero puede llegar a recordarte a los Dire Straits de Love over Gold, al tiempo que meten un solo de órgano muy clásico y unas percusiones étnicas. Y todo queda bien… “Kaiser Razor” es una breve instrumental muy florida, comandada por el penetrante bajo de Michael Stolt y los juegos melódicos en los que se van entremezclando los instrumentos con clase y maestría. Pausamos los ánimos en la melancólica y breve “The Phoenix” con una preciosa línea vocal, muchas acústicas y con un espectacular solo de guitarra, Roine está impresionante y la canción posee mucha calidez y sentimiento.
El momento más cercano al folk acaece en “The Promise” con un acordeón y una línea vocal especialmente evocadora y bella. Es un tema breve con algún punto medieval, especialmente dado por la flauta. Dulce y cálida, parece mentira la facilidad que posee el grupo para hacer que todo parezca tan fácil… En “Love Is” hay una bonita letra que termina resumiendo todo el concepto del disco, con cambios de vocalista y con una clase absoluta. Hay un momento en el que la canción se rompe por el ritmo marcial de Mirko DeMaio y hay un punto Beatles absoluto. Más de seis minutos de juegos melódicos y detalles instrumentales que sirven a la canción y no van dedicados al lucimiento.
Los dos temas finales son de largo minutaje, empezando por ese oscurantismo de “Walls of Shame”. Creo que el título ya lo dice todo… La guitarra de Stolt es puramente Pink Floyd y DeMaio juega con unas percusiones originales. Un corte muy sentido, con el grupo poniéndose serio en cuanto a mensaje y reafirmándolo en lo musical. Finaliza el compacto con los más de diez minutos de “Considerations”. Tema especialmente trabajado y cambiante, con momentos más baladescos, pianos protagonistas e intercambios de voces solistas. Es una de esas composiciones netamente prog, y es justo lo que esperamos de ellos.
Gran disco de unos reyes florales que siguen manteniendo el nivel y ofreciendo canciones a la altura de lo que siempre han podido ofrecer. La gracia es que esta vez hay pequeños giros estilísticos como en la inicial “We Claim the Moon” o que aparezcan flautas o acordeones. Es una obra bastante directa dentro del prog y la combinación de voces y la rotundez instrumental es más que notable. Esperamos que puedan venir de gira, pues ya hace mucho que no les vemos el pelo…

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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