Seguimos desempolvando fotos de antaño y esta vez me hace especial ilusión el poder hablar del mejor concierto que he vivido en toda mi vida: Savatage en el Rock Machina de 2002. Ha pasado tanto tiempo que ni me acordaba que me tocó a mí hacer las fotos. Son un auténtico desastre, pero también son un inmejorable recuerdo. Los tres Rock Machina estaban auspiciados por el sello música Locomotive y daban buena cuenta de su catálogo de grupos, pero también buscaban cabezas de cartel y bandas muy especiales.
Y en Moncofa se plantaron Savatage haciendo un show de dos horas y media estratosférico. Allí estábamos Sergi Ramos, Manel Estrada y servidor representando a Themetalcircus, disfrutando de las ruedas de prensa y de unos conciertos memorables, pero para memorable, el de Savatage, pues allí hubo magia y lágrimas a borbotones. No estaba Zakk Stevens y se presentaban con un chico desconocido llamado Damond Jiniya que nos dejó absolutamente asombrados. Sí estaba Jon Oliva, pero habían echado a Jack Frost de la guitarra (¿cómo diablos entró ese tipo en Savatage?) y con un sustituto de campanillas: Jeff Waters de Annihilator.
Waters lo dio todo con Savatage, y al día siguiente le tocó el bolo de Annihilator bajo un sol de justicia, y al terminar, se desplomó delante de todo un Duff McKagan (Guns N’ Roses) que le había dado una toalla, un abrazo y una felicitación. Jeff cayó a plomo y lo ingresaron en el hospital. Lo bueno del caso es que he podido entrevistar a Jeff Waters y obviamente le pregunté sobre lo ocurrido. Dejemos que él os lo cuente:
Ese fue el momento más peligroso ocurrido en toda mi vida. Yo había estado ensayando en Nueva York con Savatage y no bebía agua. Sólo bebía cafés y Coca Colas. Tampoco dormía bien pues estaba hasta muy tarde preparando las canciones. Era una temporada en la que se juntaba el no comer bien, no dormir bien y tener en el cuerpo mucha cafeína, incluso cigarrillos. Y ese concierto fue uno de los más calurosos en los que he tocado en España. ¿Recuerdas ese día? El calor era brutal. Ya había tocado con Savatage la noche antes y me tocaba concierto con Annihilator la tarde siguiente.
Y claro, estaba en la rutina de no dormir, Coca Colas, cafés y sin agua. Salí del escenario y Duff McKagan estaba allí con una toalla y me dijo: “Tío, ha sido alucinante”, a la vez que me ponía la toalla encima. Y yo estaba en plan: “Duff McKagan de Guns N’ Roses me ha dado una toalla”. Le dije que gracias y si lo podía ver luego. Y me dijo que “Claro”. Así que bajé por las escaleras y me desmayé. Mi manager de entonces vio que algo iba mal. Es más, tengo el vídeo de ese show y me acuerdo vistiendo esa camiseta verde y el peinado a lo punk, un mohawk. Mi camiseta verde estaba completamente empapada. Había cambiado de color por el sudor.
Estaba deshidratado y con un golpe de calor, pero no me había dado cuenta de ello. Me mandaron directo al hospital y me pusieron uno de esos tubos de suero en vena. Tuvieron que ponerme tres o cuatro enteros. Estuve a punto de morir ese día por deshidratación. Literalmente me colapsé en el concierto y desgraciadamente tuvimos que cancelar el siguiente concierto de Savatage. Era 2002, y allí me di cuenta de lo realmente peligroso que puede ser lo de no beber agua. Fue una locura… Pero fue un gran show, vi el video y es un conciertazo (risas)”.
Al baterista de Savatage, Jeff Plate, también le he podido entrevistar y, obviamente, le pregunté por ese maravilloso concierto en Moncofa:
El mejor concierto de toda mi vida fue en Moncofa (Valencia). Savatage tocó en el Rock Machina como cabeza de cartel durante dos horas y 30 minutos y… fue increíble. Mucha gente que estuvo allí recuerda ese concierto como el mejor de sus vidas. Es más, gente que no conocía a Savatage dice que fue el mejor concierto que nunca vio y es la vez que he visto a más gente llorar de emoción. Allí estaba Damon Jiniya, Jeff Waters de Annihilator tocando… No sé si lo recuerdas, pero hubo magia esa noche… Lo que ya no sé es si desde el escenario puedes llegar a percibir esa magia que se vive entre el público…
Absolutamente… No recuerdo el show en particular, pero te diré que mis mejores experiencias como músico de directo las he vivido en Europa. Hay veces en las que el fan es muy pasional. Hay muchos sitios allí en los que Savatage son muy conocidos, respetados y queridos. Recuerdo que teníamos una gira muy potente. Esa formación era muy buena e íbamos todos a una y Damond era muy bueno. Teníamos también un gran show que ofrecer. Imagino que esa noche a nivel de producción todo marchó de forma excelente, entiendo que sonamos muy bien y que empastamos perfectamente sobre escena.
También recuerdo la gira del Dead Winter Dead en 1996. ¡Cada noche era sold out! Eso era increíble. Quedé impresionado de la energía y entrega de los fans europeos. Pero lo mejor de todo, y volviendo a la gira que me comentas, y a pesar de que la formación había cambiado bastante… allí estaban Chris, Johnny y Jon Oliva. Luego estaba Jeff Waters que es un guitarrista increíble… y también estaba Damon, un monstruo del directo. Él se entregaba al máximo. ¡Y gracias por comentarme esto! De verdad que me haces muy feliz, porque me haces recordar cuando yo era joven e iba a ver conciertos que me hacían estar en una nube. Rush, Van Halen… todas esas bandas y su música me hacían amar el rock n’ roll y a querer ser músico.
Escuchar esto de la gente nos hace sentir muy orgulloso de lo que hacemos. Y te digo: No hemos tocado durante muchos años como Savatage, lo sabemos… Pero también sabemos que hay mucha gente que le encanta el grupo, hablan de esos conciertos y esperan vernos otra vez en directo. Quién sabe… Me llena de orgullo el pensar que fuimos muy buenos. Dejamos una gran impresión en la gente y de verdad conseguimos hacer lo que queríamos hacer: Queríamos ser una banda grande y queríamos tener unos grandes directos cada vez que subíamos a un escenario. Obviamente siempre hay conciertos mejores que otros, pero también están esos momentos mágicos en los que la gente suele hablar sobre un determinado show y me encanta sentirme parte de ello. Es todo un orgullo.
Uno de los grandes detalles de ese show lo verbalizó alguien que no recuerdo: “Cuando un concierto empieza con “The Show Must Go on” de Queen y termina con “El canon de Pachalbel”, es que ya te lo dice todo”. Y así fue… nunca había visto a tanta gente llorar en un concierto. Ver que tus amigos Manel Estrada y Sergi Ramos te miran bañados en lágrimas es algo que no podré olvidar en la vida.
Subrayo lo impresionante que fue el show de Damond, que cuando Jon Oliva cantaba, se dedicaba a hacer teatro, hacía como que era él el que cantaba, sin irse entre bastidores y dándolo todo en escena. Cayeron todos los clásicos habidos y por haber, pero no el “When the Crowds Are Gone”. Que una banda posea un tema así y lo hayan olvidado toda su vida, dice mucho de Savatage, pero recuerdo que me dolió. Otro de los grandes momentos fue el canon polifónico de “Chance”, con toda la banda cantando a la vez o ese “Morphine Child” maravilloso.
Pero el momento de los momentos, fue cuando se quedaron sin luces y el grupo tuvo que parar. Otra banda se hubiera retirado hasta subsanarlo… Savatage no. Cuando se retiraban, Jon Oliva se quedó en su teclado y le dijo a Criss Caffery que se quedara también. No había luces, pero se marcaron la instrumental “Temptation Revelation” a guitarra y piano. Y como la noche era mágica… al terminar el tema, volvieron las luces y el escenario se iluminó otra vez. Si lo planeas… de verdad que no sale tan bien. Pero dejemos que sea Jeff Plate quien os lo cuente:
“(Risas) Jon es increíble, increíble… Es buenísimo con el público. Aunque todo marche mal y creas que no hay solución él siempre encuentra una forma de arreglarlo. Él tiene una gran personalidad y es un tío muy divertido, y la gente le ama. Cuando algo así sucede él se queda con una sonrisa y le dice a la gente: “vamos a improvisar una canción ahora mismo, cantad conmigo”. Siempre que hay algo que no funciona y necesitamos tiempo para arreglarlo allí está Jon para entretener a las masas. Y cuando todo está arreglado continúa el show como si nada hubiese pasado.
No hay nadie como él ni lo ha habido, ni nunca lo habrá. No hay palabras para definirle… He estado muchos años trabajando con Jon Oliva, exactamente desde 1994 y me siento muy afortunado de haber estado allí y de haber estado trabajando con alguien como él. Muy orgulloso de todo lo que han conseguido Jon y Paul. La Trans-Siberian Orchestra se hace más grande cada año que pasa y de Savatage cada año se habla más de ellos como banda, así que esto indica que hicimos lo hicimos bien y eso me hace sentir genial”.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
Descubre más desde Stairway to Rock
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.