Ophaned Land + Dirty Shirt + Royal Rage + Ring of Gyges
8 de diciembre – Razzmatazz 2– Barcelona
RRS Promo
Crónica: Jordi Tàrrega
Fotos: Marta Caru
Vivimos en un mundo absolutamente absurdo. Y es que a pesar de tener a mano todo tipo de información, somos todos tan cortitos que seleccionamos la que nos interesa o simplemente nos creemos lo que leemos. Ahora se llaman fake news, antes eran “paparruchas” (excelente nombre), pero el caso es que el concierto de Orphaned Land en Barcelona casi se suspende por las protestas de un grupo pro-palestino que consideraba que la banda israelí está a favor del genocidio.
La causa palestina es tan urgente como necesaria de revindicar, pero si alguien considera a Orphaned Land como opresor y de estar a favor de las barbaridades del gobierno de Israel, es que apaga y vámonos. Siglos atrás, con la llegada del ferrocarril a Barcelona, se sucedieron manifestaciones de gente en contra del mismo ya que creían que funcionaba con bebés tirados a las calderas (¡!!!). En ese nivel están los que cantaban “boicot Orphaned Land, boicot Razzmatazz”. Las locomotoras no funcionaban con bebés…
A todo esto, cabe señalar que es el concierto de Orphaned Land en Barcelona con menos gente, hasta el punto que se tuvo que poner la cortina dejando la capacidad a medias. Así que puede que el boicot, la manifestación, el clima y demás, terminaran influyendo a un grupazo que siempre ha defendido la paz y la música. Han girado con bandas de metal palestinas por Europa y por declaraciones a favor de la paz, han sido perseguidos por fundamentalistas judíos. Reciben por todas partes, y es una lástima porque han luchado mucho para llevar a cabo esta gira, suspendida hasta dos veces.
Royal Rage abre el Motocultor con thrash old school
Esa treintena de gritones ejercerían de teloneros de los thrasheros brasileños Royal Rage, que tiraron de un thrash metal de toda la vida, pero también prototípico y algo manido. Un cuarteto muy directo y cumplidor que contó con algunos elementos decorativos en las pantallas traseras y con esa especie de símbolo del grupo que parece ser un extraterrestre. Había muy poca gente y entre trallazos de thrash old school como “Feed the Herd” hubo llamamientos a la paz y críticas a los políticos. Continuaron con una versión de Sepultura del Roots: “Lampiao” y una potente “Real Dolls”. Demostraron estar muy a la altura.
Ring of Gyges demuestra que Islandia no le hace ascos al prog
No soy de prepararme ni buscar los grupos que voy a ver de teloneros, pues prefiero verme sorprendido por lo que ofrece cada banda, y vaya… este festival era ecléctico a más no poder. Desde Islandia aparecieron Ring of Gyges con un progresivo muy cuidado, de teclados protagonistas, dos vocalistas y un bajista que tampoco le hacía ascos al micro. Pecaron de una extensa intro de fondo con unas voces impresionantes, pero es que, luego esas voces mismas dominaron el concierto. Rock y metal progresivo de excelente factura.
Grandes prestaciones en “Ascend” y especialmente en “Andvaka”, tomando temas del Beyond the Night Sky y con su guitarrista y vocalista presentándonos a la agrupación y avisando de que tenía la gripe, pero que iba a continuar con todo. Elegantes y variados al ritmo de “Ghosts” y luego bañando el escenario de luces rojas con “The Choice”. Los juegos de las tres voces y el teclado impresionaron por momentos y “Holy Water” es un temazo.
Su otro guitarrista posee una voz muy a lo Muse, y de verdad que, si te gusta el metal progresivo con dejes alternativos, este grupo posee una enorme personalidad. No desentonarían abriendo una jornada del Be Prog! barcelonés. Y ese detalle de terminar y poner de fondo a Skálmönd fue un puntazo y toda una declaración de intenciones.
Strale demuestran que tienen lago especial…
Estos fineses pusieron el toque más hard rockero con retazos glam, y es que, a pesar de que su vocalista no posee una voz especialmente aguda y típica para el estilo, se ganó a la platea. Sexteto muy competente que dejó patente su clase con un temazo de la talla de “Resist and Reform”. Temazo algo más oscuro en el que participa en estudio todo un Björn “Speed” Strid de Soilwork.
Pero el momento de la noche fue esa presentación de la enorme “Close Is Not Enough” dedicada a su madre fallecida. Una especie de balada cautivadora que nos dio muchas pistas de lo especial que es este grupo. Tienen algo… Me sobró un poco el final festivo para todos los públicos en el que salpicaron de versiones el tramo final. Primero el “Blinding Lights” de The Weekend y “Rebel Yell” de todo un Billy Idol. Funcionaron bien y el público quedó entusiasmado, pero dos versiones en un set de 30 minutos es exagerado. Como nota exótica decir que el bajista iba con una camiseta de Camarón de la Isla.
Dirty Shirt: cuando la fiesta viene de Transilvania…
Y la fiesta se hizo carne de manos de un septeto de lo más curioso y entretenido que se llevó a la gente de calle siendo, sin duda alguna, el show más completo y dinámico de todos los que abrieron para Orphaned Land. Locura total desde la inicial “Ciocarlia” con esos dos cantantes pintorescos que combinaban voces agudas con otras graves. Movilidad total y sin descanso en piezas como “Put It On” y “Pretty Faces”. La gracia y toque diferencial del combo es que se van hacia terrenos alternativos y salen especialmente airosos.
Destacaron más por contraste asemejándose a otras bandas, pues hay grupos similares como Russkaja especialmente, Korpiklaani y demás, con acentuados dejes balcánicos como en “Hot for Summer”, pero ellos son transilvanos, y en temas como “Dirtylicious” pusieron a toda la sala a bailar con su peculiar folklore. Dan Craciun no paró ni un momento de cantar y bailar jugando con los silbidos, aunque no tienen el carisma de don Biff Byford de Saxon. Nos recordaron que era su primera vez en España e invitaron al gentío a un circle pit.
Incluso hubo un guiño al tema “Roots” de Sepultura y terminaron a lo grande con “Palinca” y “Latcho Drom” en las que las otras bandas salieron a escena para ser parte de una fiesta única y desmadrada. Literalmente ARRASARON, pero repito: hay otras bandas similares que también están a la altura. Eso no quita que esta agrupación rumana, nacida en 1995, demostrara que están para que toquen en cualquier festival patrio y la líen parda.
Orphaned Land mantienen el estatus pese a la adversidad
Impactante inicio de Orphaned Land con el logo del grupo de fondo y sonando a todo trapo “L’Estaca” de Lluís Llach. Estamos hablando de que el grupo, atacado por los fanatismos en Barcelona, responde haciendo sonar el himno catalán por antonomasia de la anti-represión. Ojalá los manifestantes hubiesen podido escuchar y ver ese inicio, pues me pareció una lección absoluta. Tras el “Bona nit” y el “Shalom” de rigor, Kobi y los chicos optan por “Simple Man”, que brilla especialmente y que hace que toda la gente se sumerja en la propuesta de directo.
Gran sonido, comunión absoluta y ese “The Kiss of Babylon (the Sins)” que incluyó guturales y que fue acompañada por bellas imágenes en la pantalla trasera. Excelente Uri a las cuatro cuerdas y presentación de la genial “All Is One” en la que dijo un “fallamos todos…”, como si tras todo lo acontecido, parezca que no hay esperanza en este mundo loco. En todo momento se dio protagonismo a la música y esta se elevó por encima de todo, y que ella misma tiene que estar por encima de religiones y la política. Los sabores de oriente salpicaron la sala con ese magnífico mix de “In Propaganda” con “All Knowing Eye”.
Fue un gran concierto a pesar de la situación y Kobi Farhi nos dijo que el bolo en la ciudad condal iba a ser cancelado, por lo que agradeció a los promotores que no se rindieran ante las presiones. También nos dijo que habría nuevo disco pronto… “Sapari” es siempre uno de los grandes momentos, aunque también tengo que decir que había gente no habitual en los shows metálicos como expolíticos catalanes (lo pasaron en grande). “Ocean” siempre va acompañada por el video de las olas, y luego, nuestro maestro de ceremonias dijo que si estaba enojado con alguien, era con los políticos que mandan.
Eso fue la antesala del “We Do Not Resist”, que elevó su significado para luego sumergirnos en “Let the Truce Be Known”. El punto no habitual fue la interpretación de “El Meod Na’Ala”, para nada esperada. Y luego sacaron guitarras acústicas y su baterista Matan jugó con el djembé, que llevaba instalado en el pie del charles. El gran final, como no puede ser de otra manera, vino de la mano de “Norra el Norra (Entering the Ark)” en una versión acotrada que nos dejó con ganas de muchísimo más.
Me dio la impresión que estábamos más en un show de festival que de gira propia, pero es que lo que vivimos en la segunda de las Razz fue todo un festival de cinco bandas. Me quedo con la experiencia de que pudimos conocer a agrupaciones muy dispares y de que Orphaned Land pueden continuar a pesar de la dificilísima situación en la que se encuentran. Pues no sólo hay que apoyar a la música, también a esas bandas que luchan activamente por la paz. Lo triste de todo es que la gente se intoxique de todo tipo de mentiras y patrañas y que la desinformación domine el mundo en el que nos ha tocado vivir. De esto iba el concierto…

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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