Nathan “Earthshaker” Jodar habla sobre Y&T y de “I Believe in You”

Hablar de Y&T para mí no es algo nada nuevo, ya que es algo que vivo desde que nací en casa. Forman parte de mi día a día y no hay rincón en casa y en mi rutina en el que no estén presentes, y es que para mi familia y para mí no hay mayor banda y a la vez más infravalorada que los de San Francisco. Sus temas y sus discos respiran una calidad fuera de serie entre todo el conglomerado de bandas de hard rock y sus derivados que salieron de USA entre los 70’s y 80’s con las guitarras afiladísimas de Meniketti y Alves pero, que a la vez, sonaban como los mismísimos ángeles. La base atronadora de Kennemore y el “thunderfoot” de Haze, pero sobre todo con esa voz raspada e inigualable de Meniketti, que junto a su forma de tocar la guitarra le hacían ser la envidia del resto de frontmans de la escena.

 

Un poco se convirtió así en el Gary Moore americano, pretendido por grandes bandas como Van Halen u Ozzy Osbourne. Más allá de su maravillosa e irrepetible saga de álbumes (Earthsaker, Black Tiger, Meanstreak, In Rock We Trust y Down For The Count), que se encuentran en el olimpo del rock, cosa que creo que no es capaz de discutirlo nadie, encontramos que bandas como Tesla e incluso los mismísimos Metallica con voluntad de empezar una banda después de haberlos visto en directo.

 

Pero desgraciadamente, varias malas decisiones del management y los vientos de cambio en la escena musical les llevaron a caer en ser una banda casi de culto e infravaloradísima para lo muchísimo que dieron al hard rock y heavy metal americano de esa era (sin ir más lejos el invento del palm muting se les atribuye a ellos). El tiempo les devolvió con justicia y creces lo que aportaron con una vuelta a los escenarios en los principios de los años 2000 a la altura de lo que merecían. Y a día de hoy siguen incombustibles con Meniketti liderando a la banda como el gran capitán que es y siempre ha sido.

 

Musicalmente, casi todo el mundo conoce lo que son Y&T, y aunque mucha gente les ha tratado y han visto de la calidad humana de la que están hechos, pocos realmente conocen ese lado humano, que incluso supera a lo musical. Personalmente, pienso que es imposible elegir cuál es tu banda preferida, así que digamos que no he podido tener más suerte de que Y&T sean parte de mi vida. Los llego a considerar como parte de mi familia, ya que con ellos he vivido experiencias increíbles que las prefiero guardar en privado como parte de mi experiencia personal. Pero sí que puedo compartir la vez que, en Pamplona, en 2019, pude tocar con ellos “Meanstreak” en la prueba de sonido.

Nunca me habría llegado a imaginar el poder estar tocando las notas de ese tema que tantas y tantas veces había escuchado en mi vida o estar tocando al lado de Meniketti mientras él toca el solo que tanto ha impresionado durante décadas. También recuerdo la infinidad de veces que he estado juntos a ellos en el backstage al final de un show donde ellos me han hecho sentir como uno más de la banda.

 

“I Believe in You” canción perfecta

 

Después de explicar mi idilio con el grupo, creo que es momento de hablar del tema del que Jordi Tàrrega me ha hecho partícipe desde el principio. Nos toca hablar de una de las canciones más perfectas o quizás la más perfecta de la historia del rock, que es ni más ni menos que “I Believe In You”. Sin lugar a dudas, es uno de los temas cabecera de los californianos, que en directo explota como un huracán de casi nueve minutos donde Meniketti nos deleita y nos demuestra porque es uno de los mejores guitarristas del mundo.

 

Y en el caso que alguien no esté del todo convencido sobre el potencial del tema, ya os digo que la interpretación le deja con la boca abierta para el resto del show, con esa cantidad indecente y casi ilegal de feeling y de solos que son de otro mundo. A pesar de ser una balada, se aleja del topicazo y del cliché musical de letras pegajosas y música romántica, pues se basa en una letra profunda y una musicalidad que eleva el tema al máximo exponente. Como he expresado antes, el tema se basa centralmente en los solos que se marca Meniketti en los que hace literalmente hablar y llorar a su guitarra, y hacerla partícipe como un personaje más en la historia del tema.

 

La guitarra es lo que le hace ir más allá y darle otra dimensión a la canción y hace que todo globalmente sea un tema perfecto y sobre todo en una banda donde sus músicos no tenían una formación musical sustancial y no habían ni superado la treintena ni su madurez musical. Eso hace que “I Believe In You”, “Earthshaker” y la posterior saga de sus temas intocables aún sean más increíbles. Esta canción, sobre todo para quien lo haya escuchado en directo, explota en directo como lo he comentado, pero no siempre suena igual y hay días que sobrepasa esa perfección. Hay días en los que quien sea que esté allá arriba en el escenario hacen que Meniketti se eleve y nos ofrezca una interpretación irrepetible.

 

Aún recuerdo cuando en Madrid, en la gira de Facemelter, en medio del solo de la canción se le rompió una cuerda crucial para el solo, y en vez de parar y empezar de nuevo la canción, lo que hizo fue seguir y clavar el solo nota por nota buscando la equivalencia en otras cuerdas. O en Cardiff, en 2014, donde la banda estaba tocada por la gracia de los dioses, nos dieron un show fuera de este mundo y un “I Believe In You” para no olvidar nunca. Podría seguir hablando y hablando de esta canción imborrable de los tiempos, pero creo que mi amigo Jordi os podrá hablar más objetivamente del tema que alguien como yo, enamorado de los de San Francisco y que su mote en el mundo de los conciertos y de Y&T, hasta para la propia banda, es Nathan Earthshaker.

Y&T FOREVER!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *