Led Zeppelin – Physical Graffiti: 50 años de grandeza absoluta

Physical Graffiti

24 de febrero de 1975

Swan Song

Decir que Led Zeppelin forma parte de la historia del rock en letras mayúsculas es una obviedad. Decir que los primeros discos de los londinenses marcaron la senda de muchas otras bandas del panorama rockero de los setenta sigue siendo más de los mismo: obvio. Pero, ¿qué te parece si afirmamos que con Physical Graffiti se consolidan, realmente, como banda? Este doble álbum, publicado en 1975 y sexto de su discografía, no solo consolidó su estatus como una de las bandas más influyentes del rock, sino que también redefinió los límites del género. Con 80 minutazos, Physical Graffiti muestra la diversidad estilística y la ambición creativa de Led Zeppelin.

 

Como en otras ocasiones, Headley Grange, una casa de campo en Inglaterra, sirvió como estudio improvisado, dando así un enfoque poco convencional a la grabación. Cosa que permitió a los Zeppelin capturar la esencia cruda y orgánica de su sonido. Jimmy Page, en una entrevista con Guitar World, recordó:

 

“Headley Grange nos dio una libertad creativa total. No estábamos limitados por horarios ni por la presión de los estudios convencionales” (Guitar World, 1993)

 

El resultado de esta aventura fue un álbum en donde se combinaron canciones nuevas con material inédito que se había desechado de discos anteriores, logrando una cohesión sorprendente, pese a su diversidad. Rolling Stone elogió este enfoque como

 

“Una demostración de cómo Led Zeppelin podía unir diferentes épocas de su carrera en un todo coherente” (Rolling Stone, 1975)

 

El disco

Physical Graffiti es un disco que da testimonio de la versatilidad de la banda. Si en otros trabajos ya podíamos ver que Led Zeppelin se movía entre diferentes aguas, con el presente álbum observamos esa gran amplitud estilística: hard rock en “Custard Pie” y “The Wanton Song”, folk introspectivo en “Bron-Yr-Aur” y funk influenciado por James Brown en “Trampled Under Foot”.

 

Por otro lado, “Kashmir” se erige como una de las canciones más icónicas del disco, siendo una pieza monumental que combina un riff hipnótico con arreglos orquestales. La revista Q describió la canción como “un himno atemporal que encapsula la majestuosidad de Led Zeppelin” (Q Magazine, 2003). Robert Plant, en una entrevista con Uncut, explicó:

 

“‘Kashmir’ no es solo una canción; es una experiencia. Queríamos capturar la vastedad y el misterio del mundo que nos rodea” (Uncut, 2007)

 

Al servicio de esta experiencia sensorial, la estructura del doble álbum –no demasiado habitual en la época– permitió a la banda experimentar con estructuras menos convencionales. “In My Time of Dying”, por ejemplo, es una epopeya de blues de más de 11 minutos que combina líricas espirituales con una ejecución instrumental electrizante. John Bonham brilla especialmente en este tema, demostrando por qué es considerado uno de los mejores baterías de todos los tiempos. La reseña de NME destacó la audacia de la banda al incluir temas tan extensos:

 

“En lugar de buscar la inmediatez comercial, Led Zeppelin optó por profundizar en sus raíces y explorar nuevas dimensiones musicales” (NME, 1975)

 

Pese a lo que podríamos pensar a priori al tratar de un disco tan experimental, Physical Graffiti fue un éxito comercial inmediato, alcanzando el número uno en las listas de éxitos de Estados Unidos y el Reino Unido. Pero el éxito de los ránquings de ventas no hace justicia a lo que supuso dicho disco para muchos en la época, convirtiéndose en un clarísimo referente para bandas posteriores. Echando la vista atrás, Pitchfork calificó el disco como

 

“Una obra maestra que define no solo a Led Zeppelin, sino también a una era entera del rock” (Pitchfork, 2005).

 

Es esta una opinión que compartimos muchos, puesto que a mi parecer Physical Graffiti se erige como la sublimación de LED ZEPPELIN y su arte.

 

Con todo, nunca llueve a gusto de todos y Physical Graffiti también cultivó críticas negativas. Melody Maker señalaba en su momento: “Aunque la calidad de las canciones es innegable, la extensión del álbum podría haber sido más efectiva con una selección más ajustada” (Melody Maker, 1975)

 

Puede que en su momento el público no estuviera acostumbrado a discos dobles, ya que el minutaje de lo que se estaba publicando en esos momentos rondaba los 30 o 40 minutos, aproximadamente. Aun así, con el paso de los años esta visión ha perdido fuerza y la ambición de Physical Graffiti es ahora vista como una de sus mayores fortalezas. Jimmy Page, en una entrevista con Classic Rock, defendió la extensión del disco:

 

“Queríamos ofrecer algo completo, algo que mostrara todas las facetas de lo que podíamos hacer como banda” (Classic Rock, 1998)

 

Por otro lado, la portada del disco, que presenta un edificio de apartamentos en Nueva York con ventanas recortadas, se ha convertido en un ícono por derecho propio. Este diseño visual, creado por Peter Corriston, refuerza el carácter expansivo y ecléctico del álbum. En palabras de Robert Plant:

 

“Physical Graffiti no era solo un álbum; era una declaración. Queríamos mostrar que podíamos ser pesados, sutiles, experimentales y todo lo demás al mismo tiempo” (Mojo Magazine, 2015).

 

Y junto con esta portada tan icónica, Physical Graffiti se convierte en un todo, representando el pináculo de la creatividad de Led Zeppelin.

 

Veredicto

Feliz 50 cumpleaños a un álbum que trasciende las categorías y los géneros. Feliz cumpleaños a un álbum que consolidó a LED ZEPPELIN como una fuerza imparable en la música. Feliz cumpleaños a un álbum cuya riqueza estilística y cuya ejecución impecable siguen siendo un estándar para el rock, y cuyo legado perdura como un testimonio de lo que es posible cuando la ambición artística se encuentra con el talento sin límites.