Me declaro fan absoluta de las novelas de Dolores Redondo y de su forma de narrar. Desde su enfoque profundamente descriptivo, la escritora donostiarra logra transportarnos a la magia y el misticismo de los valles del Baztán, envueltos en esoterismo y antiguas leyendas. Tras la célebre Trilogía del Baztán, y un pequeño paréntesis con otros títulos igualmente cautivadores como Esperando al diluvio, este nuevo libro nos devuelve a ese valle fascinante, con nuevos personajes, pero con detalles que nos remiten a aquel paisaje cargado de secretos, enigmas y mitos ancestrales.
En esta ocasión, la psicóloga forense Nash Elizondo investiga el origen de una leyenda de brujería en la sima de Legarrea, situada en uno de los tranquilos valles navarros. Sin embargo, al descender a la sima, lo que encuentra es el cuerpo sin vida de Andrea Dancur, una joven desaparecida tres años atrás en un caso que conmocionó al país, y por cuyo asesinato una mujer cumple condena. Lo inquietante es que, tras recuperar el cadáver y dar por concluida la inspección, el equipo de Nash decide continuar las pesquisas y descubre, apenas 40 centímetros más abajo, otro cuerpo oculto bajo el anterior.
A partir de ahí, se despliega una atmósfera dominada por leyendas, verdades a medias y un misterio envolvente. Nash se adentra en un territorio mítico, en ocasiones hostil, donde contará con aliados inesperados y tomará las riendas de una estirpe de mujeres que no se quiebran, ni siquiera cuando el mundo parece volverse contra ellas.
A todo esto se suma el contexto: marzo de 2020, en pleno confinamiento, lo que dificulta aún más las investigaciones y movimientos de Nash. El descubrimiento de nuevos indicios obliga a reabrir un caso que, esta vez, se abordará desde dos planos: por un lado, a través del rigor científico, y por otro, mediante la exploración psicológica de los implicados y el conocimiento de los misterios ancestrales de la zona. Una combinación que mantiene el corazón en un puño.
Es un placer reencontrarse con la inspectora Amaia Salazar y las referencias cruzadas que Nash hace tanto a la Trilogía del Baztán como a su autora, creando un juego literario muy interesante para los lectores fieles. Es imposible despegarse del libro. Cuanto más avanzas, más quieres saber, pero también te invade la tristeza de que se acerque el final. Dolores Redondo, ya estás tardando en publicar el siguiente.
Todos los que rodearon a Andrea arrastran alguna culpa, y a través de las entrevistas de Nash se va desvelando que la vida de la joven fue mucho más tortuosa y dramática de lo que parecía. No será hasta los últimos capítulos cuando se revele la identidad del culpable. Aunque es cierto que puedes intuirlo, el desenlace resulta algo confuso y, para lo bien construida que está la trama, quizá un tanto precipitado. Pero por supuesto abierto, habrá que esperar al año que viene para la próxima novela y las nuevas aventuras de Nash.

Nanotecnóloga y química de formación y amante de la música como pasión. Me gusta la música en todas sus vertientes. Empecé tocando el violín y de la música clásica pasé al rock y al metal (mis primeras bandas fueron AC/DC y Mägo de Oz, por supuesto). No tengo muchas bandas predilectas, aunque Rulo siempre encabeza el podio. Helloween, Volbeat o Greta Van Fleet le siguen de cerca. Mis gustos han cambiado a lo largo de los años pero siempre abierta de mente, así que le doy al hard rock, al power, al death metal (melódico) y a todo lo que me haga descubrir cosas nuevas o me sepa impresionar.
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