87/100
23 de agosto de 2024
Season of Mist
Uno de mis grandes amigos siempre me habló maravillas de Kingcrow y me los situaba como una de las mejores bandas actuales de metal progresivo actual. Maldigo no haberle hecho caso antes, pues con este Hopium y sabiendo que estarán en el próximo Be Prog! barcelonés, no me ha tocado más que sumergirme en su apuesta musical. Es absolutamente brillante todo pues el grupo itálico juega con mezclar los elementos técnicos del prog más tradicional con la vertiente más emocional, desarrollada por bandas como Porcupine Tree, Vola o The Pineapple Thief. Y vaya… de verdad que consiguen algo que podemos considerar como único.
El primer tema del disco es “Kingtsugi” y es sencillamente estelar y deja claras las intenciones del grupo además de que se evidencia que hay algo muy especial en Kingcrow. Verso, puente y estribillo son ejemplares y el tema engancha desde la primera escucha. Seguro que va a marcar sus próximos directos, porque esta va para himno. La otra canción que me tiene fascinado es “Drive Home”, de aires pausados, muy atmosférica y con bases programadas que le dan un toque realmente especial. Es un tema largo, repleto de matices y que entronca perfectamente con las grandes bandas de progresivo de la vertiente emocional.
“Glitch” posee una vertiente más tecnológica, marcada por la pulsión precisa e intrincada de la batería de Thundra Cafolla. Vuelven a sorprender con un más que interesante estribillo que parece que no encaje con la canción, pero encaja perfectamente… También lucen esos coros que aparecen en el tramo final y el riff de la canción queda orquestado con los teclados de Diego Cafolla. “Parallel Lines” es puro progresivo con detalles técnicos en los que asoma un piano trágico. Tema muy original con cambios de estados de ánimos y emociones, hechos con una maestría tremenda.
No hay temas de relleno en el disco y “Losing Game” es una composición que así lo demuestra. Impresiona el cómo conjugan los elementos acústicos con esas bases de apoyo y especialmente la dorada voz de un Diego Marchesi excepcional en todo momento. Transmite como pocos y en esos temas de largo recorrido aceleran tempos y tiran de guitarras más metálicas. Atención a la delicadeza de piezas como “Hopium”, el tema más largo del trabajo y que pasa en un suspiro. Muchas dosis de teatralidad con Marchesi exprimiendo sus cuerdas vocales con momentos casi agónicos.
“New Moon Harvest” te la sensación de que el tema se arrastre sinuosamente, con sigilo y en la oscuridad. Melódica y realmente atractiva a la vez que sumamente trabajada y dando otro giro estilístico dentro de su personal universo sonoro. En “Vicious Circle” hay una especie de percusión tribal de inicio y efecto eco en la guitarra de Diego Cafolla e Ivan Nastasi. Completa un disco absolutamente meritorio y convincente.
“White Rabbit’s Hole” nos muestra al grupo tenue y sumamente atmosférico en la entrada para luego sorprender con un importante y súbito cambio de lo más interesante y atractivo. Tema valiente y original de esos que sabes que tienen que sonar sí o sí sobre las tablas. Pasan el pestillo con la maravillosa “Come Through”, calmada y suave como una caricia. La batería de Thundra Cafolla es muy opaca y apagada, como dejando todo protagonismo a voz y guitarreo. De verdad que espero que esta canción también suene en su próximo directo.
Puede que su próximo concierto en el Be Prog! de Barcelona el grupo consiga salir a hombros del Poble Espanyol, puesto que este material, y el de sus anteriores discos impresiona de verdad. El rey cuervo viene para quedarse y hacerse un nombre con un discazo impresionante de esos que te invitan a ser escuchados una y otra vez. Si los coros son en directo estoy seguro que este material nos hará despegar, y a pesar de que es una banda que espacia mucho sus trabajos en estudio, hay candidatura firme a crecer sin pausa.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.