Kiko Loureiro + Andy Adams
Razzmatazz 3 – 20 de noviembre de 2025
Madness Live!
Texto y fotos: Markceröck
En una noche cargada de virtuosismo y emoción, Razzmatazz 3 se convirtió en el epicentro de una celebración guitarrística única que reunió la energía futurista de Andy Adams y la maestría consagrada de Kiko Loureiro. Bajo la producción de Madness Live!, el público barcelonés fue testigo de un doble espectáculo donde la narrativa de superación del colombiano y el impecable recorrido musical del brasileño se entrelazaron para crear una velada inolvidable. Entre armaduras de luz, descargas técnicas y homenajes a épocas icónicas de Angra y Megadeth, el evento marcó una cita imprescindible para los amantes del metal y la guitarra, dejando claro que la pasión y la excelencia siguen encendiendo los escenarios.

Andy Adams: Calidad colombiana a las seis cuerdas
Ya nada más llegar frente al escenario todo se transformó en un campo de batalla lumínico para recibir a Andy Adams, el guitarrista colombiano que encarna la perseverancia rockera. No fue solo un concierto, sino un espectáculo futurista: Adams emergió enfundado en una deslumbrante armadura LED controlada a distancia, una metáfora visual de su renacimiento personal tras la adversidad. Desde el inicio, Adams estableció una conexión íntima al dirigirse al público exclusivamente en español, compartiendo su poderosa historia de lucha y triunfo. El público, además de cautivado por la espectacularidad visual, quedó gratamente sorprendido por la técnica depurada de Adams y por su palpable simpatía, que humaniza la máquina futurista.
El setlist fue un viaje de redención, arrancando con “Redemption”, donde la armadura palpitaba al ritmo, simbolizando su regreso. Su dominio de la guitarra, perfeccionado desde los 14 años a pesar de dejar la odontología por la música, brilló en “Piedra de fuego” y estalló en el mashup de la noche. Aquí, tras evocar nostalgia con “Separate Ways” (Journey), desató el caos con una asombrosa interpretación de “Eruption” (Van Halen), demostrando una técnica que le valió la ovación cerrada del público y probando por qué ha compartido tarima con gigantes tan dispares como Angra, Skid Row, Symphony X y Ozzy Osbourne.
Entre descargas musicales, Adams tejió su narrativa personal: la estafa, la migración a EE. UU. y los años de trabajos humildes, magnificando el triunfo de verlo ahora, literalmente, en su coraza de luz. La noche concluyó con un mensaje resonante: “¡Nunca te rindas, amigo!”, sellando el concierto como un testimonio inquebrantable de que la pasión, la perseverancia y sus raíces colombianas son la verdadera armadura hacia la redención.

Kiko Loureiro
La noche en Razzmatazz se centró en la celebración de la maestría de, Kiko Loureiro, el maestro brasileño reconocido por su paso por Megadeth y por ser una leyenda fundacional de Angra, aterrizó en la Ciudad Condal para celebrar sus 35 años de carrera con un concierto que fue una auténtica exhibición de técnica, pasión y carisma. Acompañado por una banda de lujo con sabor a Angra —Felipe Andreoli al bajo y Bruno Valverde a la batería—, Loureiro ofreció una velada que superó todas las expectativas.
El espectáculo arrancó de forma atmosférica, con una intro grabada que preparó el terreno para la primera descarga instrumental. Temas de su repertorio como carta de presentación, demostrando desde el primer momento que la noche sería una cátedra de shredding. Loureiro, con una sonrisa permanente y una humildad que desarma, se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno. El concierto tomó una pausa introspectiva con «Blindfolded», un tema que actuó como un portal a la faceta más jazz-fusión y emocionalmente profunda de Kiko; el público se sumergió en su groove y la modulación tonal que demostró que su técnica trasciende la velocidad, enfocándose en un propósito melódico claro y sofisticado.

El ambiente cambió drásticamente con la llegada de «Reflective», que se sintió como una conversación íntima ejecutada con una destreza apabullante, equilibrando pasajes de tranquilidad con explosiones de shredding controlado y tapping cristalino; la limpieza de su ejecución de arpegios complejos y legato fluido provocó la primera gran ovación por la pura admiración a su técnica cerebral y conmovedora. Finalmente, el clímax de esta tríada llegó con «Overflow», inyectando una ráfaga de energía y sirviendo como liberación total.
Este tema dinámico permitió a Loureiro desatar toda su potencia en sweep picking vertiginoso y tapping a doble mano, ejecutado con la precisión de un metrónomo humano. La pieza, un «desborde» sónico, dejó al público sin aliento y con la confirmación de que Kiko Loureiro es un fenómeno que domina la guitarra en todas sus facetas, desde la lírica sutil hasta la exhibición técnica más audaz.

La maestría técnica fue una constante. Cada tema, desde los pasajes más intrincados de “Pau-de-Arara” y “No Gravity” hasta los más melódicos de “Mind Rise” y “Dilemma”, fue ejecutado con una precisión milimétrica. La compenetración con Andreoli y Valverde fue total, formando una base rítmica sólida y compleja que permitía a Kiko volar con sus solos, explorando el tapping a dos manos, los sweep pickings vertiginosos y los armónicos.
Uno de los puntos álgidos de la noche fue la esperada referencia a su etapa en Megadeth y las visitas a Barcelona, ciudad a la que le tiene cariño. Tras una delicada y emotiva intro acústica, la banda se lanzó a interpretar “Conquer or Die!”, incluido en el álbum Dystopia, que ganó un Grammy en su momento. Sonó potente y evocador, conectando con los fans del metal más purista. La interpretación no estuvo exenta de una falla técnica que dejó muda la guitarra de Loureiro y que Felipe Andreoli soluciona con un solo en las seis cuerdas de su bajo.

El viaje continuó con más material en solitario como “Du Monde” y “Feijão de Corda”, donde Loureiro demostró su versatilidad, coqueteando con el jazz fusión y la música brasileña, aportando matices de color y dinamismo al setlist. La recta final del concierto estuvo marcada por la nostalgia y la euforia. Un medley —“Carry On / Spread Your Fire / Nova Era / Morning Star / Evil Warning / Speed”— que incluyó fragmentos de clásicos de Angra y que desembocó en una ejecución magistral de “Nothing to Say”, desató la locura en la sala, con un público entregado coreando cada nota.
Para cerrar la noche, y tras el potente “Enfermo”, la outro de “Finitude” puso el punto final a una actuación memorable. Kiko Loureiro no solo demostró ser uno de los guitarristas más virtuosos del mundo, sino también un frontman carismático que sabe cómo guiar a su audiencia a través de su rica y diversa trayectoria musical. Un concierto imprescindible que celebró tres décadas y media de excelencia guitarrística y dejó claro que la llama de Kiko Loureiro sigue más viva que nunca.

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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