Grave Digger – Bone Collector

70/100 

17 de enero de 2025

Reigning Phoenix Music

Grave Digger llevan ya la friolera de 22 discos editados. Nunca lo tuvieron fácil y han pasado épocas de todo tipo, algunas muy duras. Pero Chris Boltendahl es el heavy metal en persona y sigue adelante muy a pesar de que todo un Axel Ritt haya abandonado la nave. Ahora en las guitarras nos encontramos a “Tobi” Kersting, pero los cambios son escasos. Quizá lo más destacable de Bone Collector es que el disco suena que atruena y que los Digger suenan mejor que nunca, pero el resultado general es que es un refrito de todo y que la obra adolece de previsible y repetitiva. Pero si has sido fan de los alemanes… seguro que disfrutarás el disco.

 

El tema homónimo es el encargado de abrir y es un producto 100% Digger con Bolthendal a las voces, riff marcado y batería a doble bombo. La antigua escuela se muestra en todo su esplendor, sin novedad alguna en el frente y funcionando sin aspavientos en sus anquilosados axiomas. Si algo funciona… no lo toques. Muy posiblemente este tema abrirá sus próximas descargas de directo. “The Rich, the Poor the Dying” va en onda a sus primeros trabajos, con ese muro de sonido y los instrumentos al 11. Más de lo mismo con excelentes ingredientes y heavy metal old school con una base muy Accept, pero vaya, muy Grave Digger en el fondo.

 

De entre lo mejor del disco hay ese tema final titulado “Whispers of the Damned” que empieza a acústicas. Parece la típica balada endurecida que suelen ofrecer en sus discos, y así es. Entran guitarras y bajo para jugar a sonar pesados en un medio tiempo contundente en el que Chris empieza con voz limpia para luego volver al registro rasgado que le caracteriza y le hace único. Buen solo de guitarra por parte de “Tobi” Kersting en un tema que rezuma oscuridad. Esas mismas tinieblas con las protagonistas del inicio de “Kingdom of Skulls”, que se abre con el bajo de Jens Becker haciendo diabluras. Es otro tema directo a la yugular, metálico como una lluvia de hachas y que cumple expediente.

 

En “The Devil’s Serenade” el combo teutón se marca un inicio que casi que parece de rock gótico. Muy cadencioso y logrado para avanzar y convencer pues es de lo más “alternativo” del disco. Más en la pura tradición Digger encontramos la potente y pesada “Killing Is My Pleasure” en la que, desde el riff, pasando por el doble bombo, y rematando en el estribillo, es justo lo que andamos buscando. Es un tema que pude recordarte a lo mejor del grupo, justo a finales de los 90.

 

El contrapunto más oscuro lo encontramos en “Mirror of Hate”, un tema en el que el vocalista canta realmente profundo y rasgado. En puente y estribillo tira de su voz más habitual, pero en los versos las tinieblas lo pueden todo, potenciadas por el bajo del gran Jens Becker. Hay también aquí uno de los mejores solos de guitarra de todo el disco. “Riders of Doom” sigue la onda metálica imperante y vuelve a sonar tan oscura como cortante. Riff afilado y afinaciones bajas para dejar patente que el sepulturero no va a cambiar nunca.

 

 

En “Graveyard Kings” lucen riff base y el resto de instrumentos se suman a lo que es una canción que peca de prototípica por todos lados. Gran sonido y perfecto ejercicio de estilo, pero da la sensación general de que el grupo es conservador y que va a sota-caballo-rey. “Forever Evil & Buried Alive” es un medio tiempo contundente en el que se mantienen a doble bombo, pero con estilazo y más metaleros que una lluvia de hachas forrada de tachuelas. Atención a las juguetonas líneas de bajo por parte de Becker a la vez que Chris sigue siendo Chris en su característica voz.

 

Bone Collector cumple como cumplen todos los discos de Grave Digger. Heavy metal al 11 con grandes dosis de oscuridad y un gran sonido, pero poco más. Podríamos decir que es previsible como pocos, pero tampoco engañan a nadie, se han forjado un estilo y merecen sacarlo a pasear siempre que quieran. Nada nuevo bajo el sol y la constatación de que los Digger siguen al pie del cañón con la misma fuerza con la que empezaron 45 años atrás.