Entrevistas históricas: Decibelios (2010): ‘Nunca pisamos pollos en nuestros conciertos, pero sí que algún animal compartió escenario con nosotros’

Volvieron hace unos años, pero fue un placer poder entrevistar a Decibelios cuando estaban parados y la banda era casi como una leyenda del pasado. Así fue la entrevista con Miguel Alférez en 2010 para el libro “Shock Rock: Sexo, violencia y teatro”.

 

Muchas son las leyendas negras que se ciernen sobre la primera banda de Oi! de este país. Los Decibelios pusieron patas arriba la España de los 80 y aportaron una nueva visión y estilo de hacer música que hasta el momento no existía en la Península. Hace ya 20 años que el grupo colgó las botas (Martens), pero su leyenda sigue estando presente en muchos foros de Internet. ¿Eran fachas?, ¿Eran de izquierdas? ¿Pisaban pollos en directo? ¿Tocaban con la bandera de España en directo?

 

 

Contacté con su baterista Miguel Alférez para un proyecto personal que creo que se va a alargar, así que he preferido darle salida a esta interesantísima entrevista en la que nos da muchas respuestas sobre las muchas incógnitas que rodearon a esta banda del Prat de Llobregat. Un placer ha sido saber un poco más de una de las bandas que a base de actitud y pirotecnia supieron animar, y de qué manera, unos años 80 en los que Duncan Dhu, La Guardia, Presuntos Implicados y Gabinete Caligari reinaban por todo lo alto. ¡Boina!

 

 

Los conciertos de Decibelios son todavía recordados por lo intenso de la descarga. Vuestro recorrido como grupo va sólo de los 80 a los 90 pero definitivamente supongo que fue una experiencia vital alucinante.

 

 

Puede parecer que diez años no son nada, pero te puedo asegurar que fueron diez años vividos intensamente, con experiencias inolvidables y miles de anécdotas. Aparte de los conciertos, giras y todo eso, nos dio la oportunidad de conocer a mucha gente de otras bandas con las que manteníamos muy buena relación tanto grupos españoles como extranjeros. El poder compartir escenario con la mayoría de las bandas españolas de los 80 era algo increíble. Aunque quizás, lo más importante, para mí, fue la amistad que se forjó entre nosotros cuatro. Ese feeling… es convicción en nosotros mismos y en lo que hacíamos. Eso fue lo que hizo posible Decibelios.

 

Se os suele atribuir que fuisteis el primer grupo Oi! De España. ¿Lo hicisteis con esa intención?

Realmente así fue, aunque en un principio fue sobre todo Fray quien tuvo contactos con el movimiento Oi! Se hizo con mucha música de bandas inglesas a través de un colega francés. Solía traer cintas o discos que escuchábamos en el local de ensayo, poco a poco, y todos nos fuimos identificando tanto con la música como por el movimiento en sí. Ya sabes, rollo proletario, amistad, unidad, cervezas, etc… Realmente creíamos en ello y eso hizo que mucha gente se identificara con nosotros”.

 

Os fichó la discográfica DRO tras un concierto en Madrid. El hecho que grandes discográficas apostaran por nuevos valores es algo que hoy en día es absolutamente raro. ¿Por qué os ficharon?

Creo recordar que aún no habíamos tocado en Madrid todavía cuando fichamos por DRO. Teníamos una maqueta con dos temas que grabamos en unos estudios bastante cutres aquí en Barcelona; en principio eran para un single que nos tenía que editar un sello independiente de Barcelona, pero a última hora, nos dejaron tirados y sin pagar la grabación. Así que pillé la maqueta y me fui a Madrid a entrevistarme con las compañías independientes que en aquel momento eran las más conocidas, como Tres Cipreses, Grabaciones Accidentales y Dro.

 

Aunque con las dos primeras hubo buen rollete, fue con Dro con quien firmamos el primer single “Paletas Putrefactos” que contenía esos dos temas “Putrefacto” y “Córtate las venas”. Fue sobre todo por la historia que tuvimos Servando Carballar y yo la tarde de la entrevista. El hecho es que él no bebía, y yo ya era un buen bolinga, así que le hice beber y beber hasta que aquello fue un fiestón. Total, que esa misma tarde firmé el primer contrato discográfico de Decibelios. Fue como muy surrealista ahora que lo recuerdo… También estoy seguro de que eso hoy no ocurriría.

 

Mencionar también, que la relación personal que tuve con Servando Carballar no fue sólo la de un director artístico de una discográfica con un grupo, sino que mantuvimos una muy buena amistad durante muchos años. Incluso una vez acabada la relación profesional, seguimos viéndonos siempre que es posible, ya que él vive en Madrid y yo estoy en Barcelona. Pero, como he dicho, seguimos manteniendo esa amistad.

 

¿La consigna “Boina” es una especie de saludo o grito de guerra?

En tiempos de paz no existen los gritos de guerra. Por supuesto era un saludo, que todavía suele utilizar mucha gente.

 

¿En qué bandas extranjeras os inspirasteis?

Hubo muchos grupos que nos dieron inspiración, sobre todo, los Sex Pistols, Sham 69, The Business, Cock Sparrer, 4 Skins, Madness, etc…

 

Musicalmente se nota una gran evolución musical y un gran trabajo. En vuestro último disco hay vientos y más influencia reggae-ska. ¿Era la evolución natural?

Bueno, creo que lo de la evolución es natural, y me gusta llamarlo así, no es lo mismo tocar cuatro tíos que introducir una sección completa de metales, trabajas de otra manera, y sobre todo los años van ayudando al acoplamiento de la banda. Tienes más claras las ideas y sobre todo la complicidad que se crea en el grupo, a veces con una simple mirada o un guiño, captas lo que va a hacer el guitarra o lo que puede hacer Fray en un momento del concierto. Todo está muy asimilado.

 

“Estos macarrones no están hechos” os supuso una importante multa por plagio del tema “Angelitos Negros” de Antonio Machín, pero a la vez mucho éxito y fama. ¿Valió la pena pagar la multa y conseguir cierta fama?

No sé si realmente nos dio mucha más fama el asunto de los “Macarrones”, lo que sí fue un palo es tener que pagar un millón de pesetas, retirar y destruir todas las copias del “Vacaciones en el Prat”. No hubo voluntariedad de plagio en ese tema, más bien ignorancia, tanto por nuestra parte como de la compañía.

 

¿Por qué abandonó la banda su carrera musical?

Sencillamente porque decidimos que había llegado el momento de dejarlo. En esta vida todo tiene un principio y final, cuando te das cuenta que el tuyo ha llegado, no es conveniente alargarlo, no serías honesto contigo ni con tus seguidores.

 

Vuestros directos incluían disfraces, pirotecnia… ¿Queríais ofrecer algo más allá de lo musical?

Sin lugar a dudas. Ya desde el principio usábamos disfraces, caretas, pinturas, iluminación especial que nos ponía un colega llamado Fernando y que nosotros bautizamos como “el lucecitas”. Ensayábamos en la calle de San Pablo junto a una peña que hacía teatro, así que era fácil disponer de todos esos elementos, luego con el tiempo se incorporaron el Motis que se ocupaba de la pirotecnia y el Nico, de otros efectos.

También es cierto que, en función del presupuesto, el espectáculo era más o menos espectacular, o más o menos bestia, depende. Aunque a veces invertíamos lo que teníamos que cobrar en potenciar el show, conseguir barra libre para la peña que venía a vernos o negociar para que la entrada fuera gratuita, como por ejemplo el concierto del 85 en la Plaza de Cataluña de Barcelona.

 

Ese intento de unir a punks y skins fue una utopía o realmente salió bien.

Si te he de ser sincero, creo que fue una utopía, da igual que sean punks, skins, rockers, mods, new romantics, heavys, teddy boys o lo que coño sean, la gente se desune por naturaleza, así que por más que intentes buscar unidad, siempre fracasarás, porque la gente no está unida, así de sencillo. Ideológicamente no he sabido encontrar nunca una tendencia política concreta.

 

Está claro que erais chicos de barrio trabajadores, pero… ¿realmente la banda era nacionalsocialista, o jugaba con la estética y la ambigüedad de las letras como bandas como Slayer, The Exploited o Motörhead? 

Es bastante lógico no encontrar ningún tipo de tendencia política en Decibelios, pues Decibelios era una banda de rock y no un partido político, aunque fueron muchos los que quisieron encontrar o manipular algo que no existía. Éramos cuatro tíos a los que sólo nos preocupaba intentar hacer buenas canciones, buenos discos y buenos conciertos, los que querían ver otra cosa, es problema de ellos.

 

Existe la leyenda urbana que dice que Decibelios pisaron pollos en uno de sus conciertos. ¿Nos puedes confirmarlo o desmentirlo? ¿Sabes de alguna banda que realmente lo hiciera?

Rotundamente falso, aunque sí es cierto que algún que otro animal compartió escenario con nosotros, pero ninguno perdió la vida. Y no tengo conocimiento de ningún grupo que lo hiciera. Como tú has dicho muy bien, es una leyenda urbana de las muchas que rondan sobre Decibelios.

 

Otra leyenda es sobre la inmensa bandera de España con la que solíais tocar. ¿Es cierto que la robasteis de algún ayuntamiento?

Primero diré, que nunca tocamos con la bandera Española. Sí es cierto que estaba colgada en el local de ensayo y que salió en el único video que nos hicieron para TVE, pero también estaba colgada la bandera de Decibelios y muchísimas cosas más, que nosotros llamábamos “trofeos”, pero claro, la gente sólo ve lo que quiere ver. Esa bandera apareció una noche, se colgó en el local y ahí se quedó. Por cierto, nos iba muy bien para insonorizar el local, ya que era una tela muy gruesa, y como al lado teníamos a otro grupo ensayando, con ese pedazo manta, apenas los oíamos.

 

¿Qué truco escénico te hubiese haber realizado en algún concierto, pero nunca pudiste hacerlo?

Personalmente me hubiera flipado hacer un solo de batería en una tarima giratoria como Joey Jordison de Slipknot, pero nuestro presupuesto no daba para tanto, pese a que, en aquella época, quizás éramos los que más show llevaban en directo, sobre todo porque contábamos con técnicos de efectos, como el Motis y el Nico que se ocupaban de toda la parte pirotécnica y muchas cosas más.

 

Una vez que teníamos hecha la prueba de sonido, nos íbamos a comer a un restaurante en la ciudad que fuera y ellos dos se quedaban montando todo el sistema de efectos, fueron muchas las ocasiones que se quedaron sin comer para tenerlo todo a punto, esto es algo que nadie sabe, pero para nosotros representaba mucho.

 

¿Cuál es tu opinión de los bailes pogo y mosh, os gustaba cuando la gente se volvía loca?

Pienso que cada uno puede hacer lo que quiera, siempre que no perjudica al de al lado. Claro que bailar el pogo no es precisamente un baile como para no molestar al vecino, pero está bien. De hecho, recuerdo un concierto al que asistí de no sé qué grupo y me puse delante con la peña haciendo pogo y es toda una experiencia.

 

¿Alguna vez tocando en directo os visteis amenazados por las masas? Supongo que en más de una vez habría algún follón y palos mientras tocabais…

Sí, alguna vez nos ocurrió, y alguna que otra tuvimos que salir por patas, pero eso forma parte del show. Pero realmente si estás tocando en un macro escenario, con el sonido, las luces, el humo, la altura del escenario y toda la pirotecnia, no te percatas mucho si la gente de abajo esta se está besando o se están dando de ostias.

 

Supongo que estarás al corriente de que en Internet sigue la polémica en muchos foros y páginas sobre si erais nazis o sharps. ¿Es bueno ver que la gente siga hablando de la banda o estáis algo hartos de tanta polémica?

Bueno, han pasado veinte años desde la disolución de Decibelios, creo que es bueno que la gente te recuerde, ya sea por lo bueno o por lo malo, aunque personalmente, prefiero a los que recuerdan a Decibelios por sus discos y sus directos, que son muchos, y en cuanto a los intentan ver algo que nunca existió, sólo les puedo decir: “que se lo hagan mirar”.

 

“Boina”.

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