Entrevista a René Bertiaume, líder de Equilibrium (Parte 3): ‘Ver a Michael Jackson en vivo me impactó emocionalmente’

En la tercera y última parte de nuestra conversación con René Bertiaume, líder de Equilibrium, descubrimos el significado detrás de Equinox y cómo este nuevo álbum simboliza el equilibrio entre la luz y la oscuridad, lo antiguo y lo moderno. René comparte recuerdos personales de su juventud musical —desde su primer CD de Radiohead hasta su fascinación con Dimmu Borgir— y reflexiona sobre cómo ha cambiado la manera de descubrir música. También nos revela su sueño de montar un show monumental inspirado en los elementos de la naturaleza y nos habla de esos momentos en los que la música logra conmover hasta las lágrimas.

Una última pregunta del nuevo disco. ¿Por qué Equinox?

Básicamente es una idea. La palabra vino de Jessie; ella me la mostró y dijo: «¿No crees que encaja para el reinicio de Equilibrium, para este primer capítulo después de la larga pausa?» Y lo revisamos, y pensé que era perfecta porque combina Equinox, que significa el equilibrio entre el día y la noche, con Equilibrium. Siempre se trató de encontrar un balance entre canciones más oscuras y otras más luminosas. No se puede decir que Equilibrium sea una banda feliz ni tampoco una banda oscura; para mí, siempre ha sido la mezcla de ambos lados. Con el tiempo, Equilibrium se volvió aún más sobre este tema, sobre el balance.

 

Además, con los años, he notado que la banda, y también mi visión como artista, se centra en combinar elementos antiguos y modernos. Tenemos sonidos muy antiguos, tonos étnicos e instrumentos tradicionales en nuestra música. En Equinox, grabamos muchos instrumentos reales: percusión, flautas, y todo en mi propio estudio. Al mismo tiempo, incorporamos elementos modernos. Para mí, esto representa el equilibrio perfecto entre lo antiguo y lo nuevo.

 

Esto es importante porque hoy en día, en este mundo, perdemos fácilmente la conexión con el pasado, la naturaleza y nuestros antepasados. Escuchar música permite desconectarse del estrés y los problemas, sumergirse en un momento atemporal y reconectar con uno mismo. Por eso este concepto encaja tan bien con el álbum.

 

Una de las preguntas clásicas es: ¿cuál fue el primer disco que compraste con tu propio dinero?

Con mi propio dinero… buena pregunta. Sé que el primer disco que recibí como regalo de cumpleaños fueCrazy World de Scorpions, aunque era en cinta. Pero el primer disco que compré por mi cuenta, estoy seguro de que fue en los 90. Por aquel entonces también había muchos singles y maxi-CDs. Recuerdo vívidamente ver un videoclip en MTV, que era de Radiohead: “Paranoid Android”.

 

Recuerdo que quise tener ese disco porque me gustaba muchísimo esa canción. Entonces conduje a la ciudad más cercana, donde había una tienda de discos, y fui allí diciendo que quería el nuevo álbum de Radiohead. La dependienta me preguntó si quería OK Computer, y sí, eso era lo que quería. Lo compré y lo recuerdo perfectamente: fui intencionadamente a la tienda para comprarlo en CD. Puede que hubiera algunos otros antes, pero este es el primero que realmente recuerdo.

 

Por cierto, el videoclip de “Paranoid Android” es increíble.

Fue la combinación del video y la música lo que me impactó; era un video triste, pero muy bien hecho. Me gustó mucho el estilo que emplearon. Para mí es interesante recordar qué te hacía comprar un disco. Básicamente, funcionó: hicieron un videoclip para captar la atención de la gente, y funcionó. También tengo otros recuerdos, por ejemplo, en Múnich, donde había una gran tienda de música llamada WOM, World of Music. Era enorme, con todos los géneros posibles.

 

Recuerdo que uno recorría la tienda y miraba solo las portadas; si algo llamaba la atención, lo tomabas y lo escuchabas. Allí descubrí a Dimmu Borgir, que había sacado un EP llamado Godless Savage Garden. Vi la portada verde con una mujer en un trono en el bosque, me gustó mucho y lo escuché. Pensé: «¿Qué tipo de voces son estas? Nunca había oído algo así. También las armonías eran oscuras, los teclados, los coros… era música alucinante. Compré el disco y quedé impresionado. Al abrir el booklet, vi a los integrantes: todos pintados de blanco y negro con corpse paint. Me pregunté: «¿Qué tipo de chicos son estos? ¿Satánicos?» Fue impresionante.

 

Creo que antes era realmente bonito descubrir discos de esta forma. No sé cómo será hoy para las generaciones más jóvenes, porque ahora tienes acceso a todo de inmediato. Antes era un proceso: caminabas hasta la tienda, descubrías música, todo iba más despacio. No digo que antes todo era mejor, pero estoy contento de haber vivido esa época, especialmente los 90, antes de la locura de las redes sociales.

 

¡Antes era mejor! (risas) -Yolanda no está de acuerdo- si tuvieras dinero infinito para un show en vivo, ¿qué harías?

Me gustaría todo: fuego, láser, agua, aire… trabajar con todos los elementos. Con dinero infinito, muchas cosas serían posibles. Tal vez podríamos construir un escenario en el océano y usar mucha pirotecnia, o incluso hacer algo cerca de un volcán. Pero definitivamente tendría que ser algo relacionado con la naturaleza. Tal vez también me gustaría hacerlo en el Ártico. Recuerdo que Metallica, hace muchos años, dio un concierto en la Antártida. Sí, fue un concierto para un público muy reducido…

Para los pingüinos… Quizá fue uno de los primeros eventos realmente locos de ese tipo. Pero un volcán en el escenario… nunca había dicho nadie algo así. Es realmente interesante. A lo largo de los años siempre nos hacían esta pregunta, y es la primera vez que alguien responde con “volcán”. Otra pregunta difícil: ¿recuerdas la primera vez que lloraste en un concierto? ¿Recuerdas la canción y la banda?

En realidad, no tengo recuerdos claros sobre eso, pero sí recuerdo que fui a un concierto de Michael Jackson en los 90. Me emocioné mucho porque era un gran fan desde hacía algunos años y finalmente ver a esa persona en vivo me impactó emocionalmente. No estoy seguro de si llegué a llorar, pero cuando tocaba canciones conmovedoras como “Heal the World”, que hoy podrían parecer cursis, en ese momento me tocaron profundamente. No estoy seguro de haber llorado alguna vez en un concierto en vivo, aunque sí lo he hecho escuchando canciones en casa.

 

Hace un par de años, fui por primera vez a un show de Heilung. Es un grupo con música muy terrenal, cruda, folclórica y étnica, con ritmos repetitivos, a veces solo percusión. El concierto fue tan intenso que recuerdo haberle dicho a Jess, que estaba conmigo, que aquello me había impactado; casi se me llenaron los ojos de lágrimas. Me impresionó muchísimo cómo solo con ritmos primitivos lograban desencadenar algo profundo en mí. Fue increíble, considerando que solo eran tambores. Es un recuerdo muy interesante que guardo.

 

El año pasado, nosotros vimos a Heilung, pero no logramos conectar con ese concierto. Aun así, es curioso cómo la música puede afectarte de maneras tan distintas.

Cada persona reacciona de manera diferente a la música, ¿verdad?

 

Bueno, tengo una idea. Mañana tengo que publicar… bueno, subir un álbum de Midian. No sé si eres fan de muchos álbumes de este estilo. Sí, voy a hacerlo. Perfecto, porque estoy escribiendo sobre este álbum y mañana cumple 25 años. Si puedo incluir tu opinión, sería increíble.

La verdad es que llevo sin escuchar este disco mucho tiempo, pero recuerdo haberlo escuchado mucho cuando salió. No estoy muy familiarizado con los últimos trabajaos de la banda, pero recuerdo que Midian era un disco conceptual y que era una historia que iba de principio a final. De ese disco me encantaban los teclados, las orquestaciones y muchas de las canciones. Lo escuchabas de principio a fin y era una especie de viaje. Esa cohesión hace que no recuerde ninguna canción en particular, lo que te demuestra que era un gran álbum. Y es que me viene a la mente esa impactante portada de color violeta.


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