Entrevista a Ray Haller, líder de Sweet Savage (Parte 3): ‘Subí a cantar con Metallica y vivir aquello fue como una película de Hollywood’

Tercera parte de la entrevista con Ray Haller, líder de Sweet Savage en la que seguimos indagando en lo que supuso para los norirlandeses que unos Metallica grabasen una canción antigua de su legado. Ya no solo es que la gabaran, es que esa versión llevó a Haller a poder subirse a un escenario con ellos y cantarla en directo. El mismísimo Hetfield le devolvió el favor y ha llegado a subir al escenario con Sweet Savage. Hablamos también del origen del nombre y de su triunvirato de influencias: Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath.

 

Cuando Metallica grabó “Killing Time”, como cara B de “The Unforgiven”, creo, ese single vendió millones. Y vosotros estabais allí.

Sí, quiero decir, no puedo agradecer lo suficiente a Metallica. Han sido tan buenos con nosotros. Cada vez que vienen a la ciudad recibo una llamada: “¿Quieres venir al concierto a cantar con nosotros?” es una pasada. Quizá tengo contacto con ellos una vez al año. El año que viene tocan en Irlanda, así que espero poder ir a verlos, tomar una cerveza con ellos o lo que sea. De verdad, no puedo agradecerles lo suficiente; han sido muy generosos y serviciales con nosotros.

 

Como dije, básicamente ellos evitaron que Sweet Savage cayera en el olvido, porque si Metallica no hubiera grabado “Killing Time”, estábamos en declive hasta el punto de quedar completamente olvidados. Pero en cuanto salió esa versión, el teléfono empezó a sonar otra vez: agentes, promotores, organizadores de festivales… fue entonces cuando todo volvió a despegar. Y fue también cuando Neat Records vino y nos propuso grabar un disco, porque se dieron cuenta de que mucha más gente conocería el nombre de la banda simplemente porque Metallica había tocado una de nuestras canciones.

 

Después de lo de Neat, fue la primera vez que Sweet Savage pudo ir a tocar a Estados Unidos. Hicimos un concierto allí, y todo gracias a que Metallica había hecho “Killing Time” y Neat Records había sacado nuestro disco. Pero nada de eso habría pasado sin Metallica. Y, además, canté “Killing Time” en el escenario con ellos. Sí, lo hice varias veces. Fue en Belfast y en Dublín, y en Dublín James Hetflied subió a cantar con nosotros, y luego, al año siguiente, yo me subí a cantar con ellos. Después incluso me volaron a San Francisco para cantarla allí, lo cual fue increíble. Aquello era como de película, como una película de Hollywood.

 

Hasta el día de hoy, Jordi, recibo mensajes de gente preguntándome por Metallica: correos, mensajes en Facebook, de todo. Aquí, en la casa donde vivo, bajo a revisar mi correo y me encuentro algo sobre Metallica, pienso que alguien me está preguntando por ellos, me preparo una taza de té, vuelvo a mirar los correos y… resulta que era un mensaje de su compañía de management. Ahora mismo no recuerdo el nombre de la compañía.

 

La compañía de management de Metallica quería que volara a San Francisco, y pensé que era todo una broma. Pero luego leí el mensaje más detenidamente y vi que era totalmente legítimo. Así que llamé y me dijeron que estaban celebrando su 30 aniversario y que les gustaría que fuera a cantar. Dije, “vale, de acuerdo”, y fui. Pagaron todo: nos hicieron volaron a todos, llevé a mi mejor amigo y ellos lo pagaron también. Nos alojamos en un hotel de cinco estrellas, ensayamos con Metallica, pasamos tiempo con ellos, canté una canción de tres minutos y nos trataron como a realeza: con chófer privado, todo lo que puedas imaginar. Fue como una película de Hollywood.

 

Además, como eso se hizo público, al año siguiente para los festivales nuestro nombre era más grande, porque si eras lo suficientemente bueno para tocar con Metallica, también eras bueno para actuar en cualquier festival. Fue increíble, y sólo por cantar esa canción con ellos. Incluso la grabaron y la compartieron en sus redes sociales, lo que permitió que mucha gente lo viera. Fue increíblemente positivo para nosotros, de verdad.

 

Así que se puede decir que Sweet Savage está conectado con Metallica, Dio, Def Leppard y Deep Purple… Si lo piensas, es alucinante. En cuanto al nombre de la banda, Sweet Savage, suena como una contradicción, ¿es eso es lo que buscabais?

La primera inspiración vino porque yo era fan mod de Deep Purple. Cuando Tommy Bolin se unió a Deep Purple, él tenía un disco en solitario llamado Teaser, y la banda se llamaba igual. Cuando empezamos a escribir nuestro propio material, pensamos en grabar, conseguir un contrato y convertirnos en una banda de verdad, pero sentimos que el nombre de “Teaser” no era suficientemente bueno. Así que buscamos un nombre que nos representara, considerando nuestras bandas favoritas: Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath. Y de ahí surgió Sweet Savage.

 

Sweet Savage sonaba un poco como Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath, por eso se eligió el nombre “Sweet”. Era el único que pudieron encontrar que tuviera tres sílabas o partes, y por eso lo adoptamos. Simplemente sonaba como las bandas que admirábamos: Deep Purple, Black Sabbath y Led Zeppelin.

 

¿Cuál fue el primer disco que te compraste con tu propio dinero?

En cuanto al primer álbum que compré con mi propio dinero, fue un disco de Deep Purple, un Greatest Hits, llamado 24 Carat Purple. El segundo fue Piledriver de Status Quo, y probablemente el tercero fue uno de Led Zeppelin. De hecho, terminé comprando todos los discos de Led Zeppelin y también todos los de Deep Purple. El primero fue 24 Carat Purple porque era una recopilación de grandes éxitos y además era barato. Era lo único que podía permitirme.

 

¿Has llorado alguna vez en un concierto? ¿Recuerdas la canción y el grupo que la tocaba?

Sobre la primera vez que lloré en un concierto… pues te diría que no creo haber llorado nunca en uno, al menos no que yo recuerde. Pero sí recuerdo que, con Sweet Savage, abrí un concierto para Deep Purple. Tenía un pase de acceso a todas las áreas y estaba de pie a un lado del escenario, justo detrás de Ian Paice. Empezaron a tocar “Smoke on the Water”, y de niño, si alguien me hubiera dicho que algún día estaría en el escenario mientras Deep Purple tocaba esa canción, habría pensado que estaban locos.

 

No sé si llegué a llorar, pero definitivamente estuve cerca de hacerlo, porque tenía un escalofrío increíble recorriendo mi cuerpo. Allí estaba, en el mismo escenario que Ian Gillan cantaba su canción, sin tocar, pero al menos, compartiendo el mismo espacio. Fue un momento muy emocional.


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