Quién me iba a decir que tendría la oportunidad de entrevistar a un Dire Straits con todas las de la ley. Chris White era el saxofonista, un músico que entró en los Straits con un currículum absolutamente impecable y que ha trabajado con nombres tales como Mick Jagger, Paul McCartney, Ray Charles o Tom Jones. Una absoluta locura, pues incluso fue requerido por los Pink Floyd para seguir de gira, pero un accidente truncó ese sueño.
White dirige el proyecto de Dire Straits Experience, una bandaza con hasta siete músicos sobre escena que recrean las últimas giras del grupo con absoluto respeto y con exmiembros del grupo. En ningún caso puedes percibirlos como una banda tributo y todo un Mark Knopfler les ha dado su bendición. No te pierdas las batallitas, los discos, el odio a “Walk of Life” por los rockeros o el sueño absoluto de salir después de Queen en el Live Aid de 1985. No sé si habrá muchos músicos que han tocado más que Chris White en el estadio de Wembley.
Hola, Chris, soy Jordi Tárrega de Barcelona, escribiendo para la revista Stairway to Rock. Primero que nada, gracias por tu tiempo y felicidades por lo que has logrado con Dire Straits Experience. Creo que vuestro espectáculo en directo es una pasada y Madrid se va a divertir mucho con vuestro show. ¿Qué puede esperar la capital de España de vuestro concierto?
Bueno, muchas gracias Jordi por tu tiempo, estoy muy emocionado de ir a Madrid, todos lo estamos. Lo que tratamos de hacer con Dire Straits Experience es darle a la gente la experiencia de lo que habría sido asistir a un concierto de Dire Straits, ya sea en la gira de Brothers in Arms o en la gira de On Every Street en los 80 o 90. Así que la gente puede esperar ver ese tipo de show y escuchar canciones de todas las épocas de Dire Straits.
Algo que debo decir es que no somos una banda tributo, así que no esperen ver a personas con cintas en la cabeza, camisas de cowboy y trajes rosas, eso no es así. Todo se trata sobre la música y la energía de la misma tal y como era cuando yo estaba en Dire Straits.
Curiosamente la siguiente pregunta que quería hacerte era sobre las bandas tributo, porque creo que lo vuestro no es una banda tributo, ya que todos los músicos que han grabado su música tienen, creo, el derecho de tocar la música grabada en estudio, sobre un escenario.
Sí, absolutamente, y siempre ha sido así. Cuando tu trabajo es publicado y lanzado al público, cualquiera puede interpretarlo, absolutamente, y claro, el autor, en este caso Mark Knopfler, siempre recibe algo de dinero a través de sus regalías y de la propiedad intelectual. Así que nadie está ganando dinero de forma ilegal o interesada, es un proceso muy normal y legal.
¿Cuántos músicos están tocando en el Dire Straits Experience en el escenario?
Somos siete en el escenario, y tengo una suerte increíble de tener al hombre que está tocando la guitarra y cantando, Terence Reis. Somos muy afortunados de tenerlo, porque no pensé que fuera posible encontrar a alguien que pudiera hacer lo que Mark Knopfler hace, pero sin ni siquiera intentarlo imitar. Él lo hace, él puede… Pero somos siete músicos y debo decir que para mí esta es una de las mejores bandas con las que he trabajado. Son grandes músicos, así que podemos tocar todo esto con la energía y libertad que había con Dire Straits.
He visto videos y después de esta entrevista estoy pensando en la posibilidad de ir para allí, soy de Barcelona, pero creo que probablemente viajaré a Madrid para asistir al show.
Por favor, Jordi, hay una entrada para ti, definitivamente.
Muchas gracias. ¿Qué sentiste la primera vez que escuchaste “Sultans of Swing”?
Oh, wow, sí… eso fue antes de unirme a la banda, por supuesto, y en ese momento estaba trabajando como músico de sesión en Londres, así que tocaba en los discos de otra gente, empezando a hacer cosas, pero pensé que la banda era muy emocionante. Salió justo en la época punk, aquí, en el Reino Unido, así que fue algo un poco fresco.
Y pensé que eran geniales. Recuerdo especialmente la primera vez que escuché “Romeo and Juliet”. Estaba conduciendo hacia un estudio y escuché la canción, y pensé, ‘guau, qué gran canción’. Así que sí, era fan de Dire Straits antes de unirme a la banda.
Entonces, “Romeo and Juliet”, fue la canción que dijiste ‘guau’… pues en mi caso fue “Sultans of Swing”.
Sí, me encantó “Sultans of Swing”, pero el “Romeo and Juliet” tenía algo… El día que la escuché, no sé… la música, creo que para mucha gente la música define un momento de su vida, y eso sucede a menudo. Y por alguna razón, “Romeo and Juliet” comenzó a sonar y pensé ‘oh tío, esto es diferente, esto es genial, esto es algo nuevo’, así que sí, me emocioné mucho al escucharla por primera vez.
¿Cómo recuerdas el momento en el que te uniste a Dire Straits en 1985?
Ya había trabajado con Mark Knopfler un tiempo antes de eso en algunos otros proyectos. Lo primero que hice con él fue una película llamada “Comfort and Joy”. Recibí una llamada diciéndome: ‘¿Puedes llegar a este estudio, Air Studios, a las 11 de la mañana el miércoles?’. Así que llegué a Air Studios a las 11 de la mañana del miércoles. Se suponía que iba a ser para una canción, una hora como máximo, así que tocamos la canción, la escuchamos, y Mark dijo: ‘eso está muy bien, Chris, ¿puedes probar algo en la siguiente canción?’.
Le dije que sí, que con gusto lo probaría, así que tres días después salí del estudio, porque estuve allí tres días grabando con él. Y me dijo: ‘Debes venir y unirte a la banda’. Cuando me uní a los Dire Straits, era para ensayos, porque me pidieron que tocara en el disco Brothers in Arms, que se grabó en Montserrat, pero lamentablemente ya había asumido otro compromiso para grabar un álbum de jazz con unos amigos míos en Londres. Así que no pude hacer ese disco, pero luego volvieron y me dijeron: ‘Por favor, ¡ven a hacer la gira!’. Así que la primera vez que toqué con la banda fue en los ensayos para la gira de Brothers in Arms y todo fue genial desde el principio.
La última vez que Mark Knopfler tocó en Barcelona dijo que quería terminar su carrera, ¿crees que alguna vez volverás a tocar con él?
Tal vez toque con él, pero no creo que Dire Straits vuelva a tocar con Mark. Sabes, cuando todo terminó, el último concierto de Dire Straits fue en Zaragoza en 1993, fue el último concierto del grupo. Y él ya estaba buscando hacer otras cosas. Incluso desde entonces sé que la gente le ha pedido que se reformen los Dire Straits y haga otro concierto, y siempre ha dicho que no. Porque a nivel creativo y musical ya había avanzado, y eso es, absolutamente, lo correcto para un artista. Así que ahora, lamentablemente, y dado lo que ha dicho recientemente de que no quiere tocar en vivo, dudo que Dire Straits vuelvan nunca.
¡Zaragoza! no sabía que ese fue el último show de Dire Straits: en Zaragoza. Eso no fue planeado, evidentemente, porque si hubiera habido un adiós oficial, habría sido en el estadio de Wembley.
Sí, absolutamente, en ese momento, en Zaragoza, no había planes de terminar la banda. Como dije, Mark ya estaba trabajando con otras personas, tenía un pequeño proyecto llamado The Notting Hillbillies aquí en el Reino Unido, creo que tal vez también hicieron una gira por Europa, pero no estoy seguro. Ya estaba buscando, estaba trabajando con chicos de Nashville, estaba muy interesado en otras cosas. Y es que puedes notar por su música que el country es una parte importante de su repertorio. Así que no, el final no fue planeado, y, de hecho, ese fue el último concierto, pero creo que no fue hasta 1995 que oficialmente se anunció que Dire Straits habían terminado.
Supongo que tienes una buena relación con él y con los demás miembros de la banda.
Siempre tuve una buena relación con ellos y con los otros chicos. Pasé mucho tiempo con John Nilsen, el bajista. Soy muy buen amigo de los dos managers, de hecho, Ed Bicknell y Paul Cummins han venido a vernos en el Dire Straits Experience y piensan que lo que estamos haciendo está muy bien.
Todo comenzó porque me pidieron hacer un concierto benéfico en Londres, en el Royal Albert Hall para tocar música de Dire Straits. Así que llamé inmediatamente a Mark, que estaba fuera. Le dije: «Mira, me han pedido hacer este evento benéfico tocando canciones de Dire Straits«, y él dijo: «Eso está genial, hacer cosas benéficas es perfecto, te deseo toda la suerte«. No hay ningún problema con lo que estamos haciendo, y es genial saberlo.
Algunos fans piensan que Dire Straits tenía el mismo sonido desde el principio hasta 1985 y que luego el sonido y el estilo musical de la banda cambiaron. ¿Estás de acuerdo?
Sí, estoy de acuerdo. Claro, la banda comenzó como un cuarteto, una especie de banda de rock post-punk tocando en bares de Londres y en clubes por el Reino Unido. En 1984 hubo grandes avances en la tecnología de los instrumentos musicales, sintetizadores y cosas por el estilo, y por supuesto, Mark, siendo tan creativo, quiso investigar todo aquello. Ya se había incorporado Alan Clark en los teclados y luego no recuerdo quién más. Hubo un tiempo en el que incluso había dos tecladistas.
Así que ya para ese entonces la banda había pasado de ser un pequeño grupo de rock de cuatro a algo más grande. Cuando llegó Brothers in Arms, él realmente quería investigar cuánto se podía hacer con algunos de esos sintetizadores para lograr un sonido mucho más grande, casi orquestal. Así que sí, definitivamente cambió, pero eso es normal, ¿no? Es lo que se espera. Sé que algunas personas dicen que la mejor banda fue la de cuatro miembros, pero el arte se desarrolla, la música se desarrolla y todo ello es parte del proceso.
Recuerdo que cuando “Walk of Life” salió, algunos fans antiguos odiaban la canción. A mí me encanta, pero puedo entender que algunas personas la odien, al igual que el videoclip. ¿Cuál es tu opinión sobre esta canción?
Alguien me preguntó recientemente si había alguna canción que pensara que no era típica de Dire Straits, y no lo había pensado mucho, pero lo reflexioné y pensé: «Sí, tal vez«, y me preguntaron: «¿Qué canción?» y respondí: «Walk of Life«. Y me dijeron: «Sí, yo también lo pienso«. Creo que no es la típica canción de Dire Straits, pero Mark la compuso, e hizo grandes cosas con ella. Hay mucha gente que la adora, pero tal vez, esa forme parte de la transición, ¿sabes? Nosotros la tocamos, la gente la disfruta y la tocaremos en Madrid. Y siempre recibe una gran reacción por parte del público.
Quiero preguntarte tu opinión sobre dos de mis canciones favoritas. Mi favorita es “Tunnel of Love”.
Sí, es una gran canción, absolutamente fantástica. También la tocaremos en Madrid. Me encanta, es genial tocarla, tiene una gran narrativa, y creo que es una canción importante, bastante importante… Muestra la habilidad lírica de Mark para desarrollar una historia y transmitirla, así que creo que es una gran canción.
La otra es “Skateaway”, creo que no estáis tocando esta canción en esta gira.
“Skateaway” no la estamos tocando en este momento, en realidad, la hemos tocado, la tocamos hace mucho tiempo. Sí, otra gran canción, un tema temprano en lo que hacíamos. En Madrid tocaremos canciones como “Tunnel of Love”, “Private Investigations”, grandes canciones como “Telegraph Road”, canciones orquestales, y en medio de todo eso… lo reducimos al formato de cuatro miembros. En este momento salmos tocando “Wild West End”, “Lady Writer”… Tal vez “Down to the Waterline” sea una, tal vez “Skateaway” se agregue en algún momento. Tratamos de mostrar también esa etapa de la banda.
Oh, genial saberlo. Supongo que la gente hablará contigo, los fans, y ¿cuáles son las canciones más solicitadas para vuestros shows en vivo?
Bueno, en realidad no recibimos muchas solicitudes. Creo que hay canciones que definitivamente tienes que tocar, como “Brothers in Arms”. De hecho, Para mí, “Telegraph Road” es muy importante, “Romeo and Juliet” siempre tienes que tocarla. Y me encanta tocar todas esas que te digo. Así que es más una cuestión de qué dejas fuera que no de qué tocas.
Cuando era niño, aluciné cuando vi el Live Aid en 1985, uno de los mejores conciertos de la historia. Y en ese increíble gran show estaba el concierto de Dire Straits, que, para mí, fue uno de los mejores de todos. ¿Pensaste que estabas viviendo un momento muy especial? Porque Live Aid es historia de la música.
Sí, lo pensamos, todos pensábamos que era un momento muy especial. En realidad, te diría que fue un día increíble, porque estábamos en el estadio de Wembley, y justo al cruzar el aparcamiento, está el Wembley Arena. Estuvimos 13 noches, con sus 13 conciertos allí, en el Arena, y Live Aid llegó quedaba justo en medio de esos shows. Así que ese día fuimos temprano al estadio y fue increíble, todo el mundo estaba allí, parecía que todos los artistas imaginables estaban presentes.
Volvía a reencontrarme con algunas personas. Un ejemplo fue un artista de Francia con quien había trabajado al principio de mi carrera. Fue un día increíble… Y creo que todos nos sentimos muy bien. Era la primera vez que un evento como ese sucedía, y creo que todos nos sentimos muy privilegiados y muy felices de estar allí. Personalmente, estaba encantado de estar allí, no solo por la razón por la que se organizó el concierto, sino también porque ese día, 13 de julio de 1985, era mi cumpleaños. Cumplí 30 años. Fue como la mejor fiesta de cumpleaños que podías tener en tu vida, un día increíble, y realmente marcó el inicio de algo esperanzador en el mundo.
¿Conociste a algún héroe de tu vida en Live Aid? Porque supongo que estabas allí y dijiste: «Quiero y puedo conocer a todas estas personas«.
Todos, todos estaban allí. Queen iban justo antes de nosotros, así que ellos estaban detrás del escenario. Todos, simplemente todos… En cuanto a saxofonistas, conocí a David Sanborn. Apareció y estuve charlando con él. Fue un día fantástico, de verdad que fue todo increíble. Cada vez que te girabas pensabas, «¡Oh, Dios mío! ¡es él!» o «¡Oh, Dios mío ¡es ella!«. Fue un día increíble.
Otro gran momento para ti fue el 70 aniversario de Nelson Mandela, no estuvo mal… qué gran evento.
Sí, esa fue otra cosa con la que estuve personalmente muy contento de estar involucrado. Otro gran concierto. Sí, fue un gran día, la audiencia estaba allí, fue fantástico, al igual que en Live Aid, pero con una atmósfera ligeramente diferente. Extrañamente, parecía un poco más serio, de alguna manera. No sé… pero realmente también fue un día increíble.
En 1993 leí que tuviste un accidente de motocicleta y no pudiste ir de gira con Pink Floyd. ¡Qué lástima!
Sí, fue una verdadera pena, pero tuve un accidente de moto. Me rompí una pierna y un dedo, y estuve en el hospital. Estaba en el hospital con la pierna enyesada en una cama y el teléfono sonó. Era Tim Rennick, un guitarrista que conocía, me llamó y me dijo: «Hola Chris, ¿cómo estás?». Yo le respondí: «Bueno, aquí estoy, Tim«, y él me dijo: «Mira, vamos a ir de gira con Pink Floyd, ¿puedes venir a hacer la gira?«.
Le pregunté: «¿Cuándo empieza?». Y él dijo: «La próxima semana«. Entonces le respondí: «Lo siento, Tim, no puedo, estoy en el hospital, tuve un accidente de moto, fue un verdadero fastidio«. Ese accidente me dejó usando muletas durante 18 meses, así que estuve fuera de acción durante mucho tiempo. No volví a tocar profesionalmente hasta que me llamaron para trabajar con Joe Cocker, y esa fue la primera vez después del accidente de moto.
En 2007 tocaste con Bryan Ferry y Tom Jones en el concierto para Diana en el estadio de Wembley.
Sí, otra vez en Wembley. Ese fue otro gran día con mucha gente genial allí. Creo que Rod Stewart también estuvo, pero no lo recuerdo bien. Pero sí… ¡otro gran evento en el estadio de Wembley!
¿Y tocaste en el escenario con Mick Jagger y Paul McCartney?
Grabé con Mick, pero no he llegado a tocar en el escenario con él ni con Paul. He grabado con ellos, pero antes de trabajar con Dire Straits, trabajaba con un artista inglés llamado Nick Hayward, que venía de una banda llamada Haircut 100. Era algo pop, un gran tipo. El productor de ese proyecto era Geoff Emerich, el ingeniero de los Beatles. Creo que él sabía que podía tocar, y Paul estaba haciendo una película. Así que, de repente, me llamaron para hacer la película con Paul, y fue otra experiencia increíble. Paul había formado una banda, y yo estaba allí…
Grabé una canción llamada «Silly Love Songs» y él armó una banda que incluía a Jeff Porcaro en la batería, Steve Lukather en la guitarra y Lewis Johnson en el bajo. Fue una pasada. ¿Y si sabes algo sobre grabación? ¿sabes que grabas dos minutos y luego esperas dos horas? así que pasamos toda una semana improvisando. Fue una experiencia asombrosa, y trabajar con Mick fue genial también en el estudio. Me siento muy afortunado de haber vivido estas experiencias.
¿Tienes algún héroe con el que siempre quisiste tocar?
Siempre he sido un gran fan de Joni Mitchell, y creo que, si hubiera tenido la oportunidad de tocar con Joni, habría sido algo realmente genial. Tuve la oportunidad de tocar una noche con Ray Charles, lo cual fue increíble para mí. Fue un momento muy grande en mi carrera y una gran experiencia. Esas son cosas que te suceden por suerte y a veces se da que los puedes conocer.
Hablemos de tu instrumento, el saxofón. No hay muchos saxofonistas que la gente recuerde, porque son guitarristas o cantantes los que acaparan las miradas. Pero quiero preguntarte sobre algunos nombres. El primero es el saxo de Jerry Rafferty en la canción «Baker Street», pues creo que esa canción se puso el saxofón en la primera línea:
Así es, fue Raff, el saxofonista Raphael Ravenscroft, quien tocó en esa canción, y, de hecho, lo curioso, es que Ed Bicknell, el manager de Dire Straits, también era el manager de Jerry Rafferty en ese momento, cuando se grabó esa canción. Fue una gran canción, como dices, realmente puso el saxofón al frente de todo. Casi que lo reintrodujo en el rock n’ roll. Fue genial porque eso significó que yo tenía trabajo por hacer… La gente, de repente, quería escuchar saxofón en las canciones. Y «Baker Street» es una canción fantástica, me encanta.
Otro gran nombre es el de Clarence Clemons, de la E Street Band de Bruce Springsteen.
Fue músico único, así es como veo a Clarence. Él aportaba algo especial a esa banda. No se trataba solo de la habilidad técnica de los músicos, sino de cómo la banda se unía y creaba un sonido único. Y creo que Clarence era perfecto para Bruce y la E Street Band.
El último es John Helliwell de Supertramp:
Sí, también un gran músico, gran saxofonista y estuvo en excelentes grabaciones. En 1993 me llamaron porque John no podía tocar, me preguntaron si podía ir a tocar con ellos, pero no pude. Ojalá lo hubiera hecho, son todos grandes músicos. Tocar el saxofón en el rock y el pop es algo diferente a la experiencia del jazz. Tocar en canciones para mí se trata de conectar con la historia de la canción, con lo que dicen las letras, y de poder interpretar algo que complemente esa historia de alguna manera. Soy muy afortunado de estar haciendo lo que hago.
Tengo que preguntarte, por lo que me has dicho antes: ¿Te arrepientes de no haber tocado en el álbum de Brothers in Arms?
Sí, claro, me arrepiento. Me hubiese encantado haber tocado en ese álbum. Me hubiera encantado ser el saxofonista en esas canciones, como en “Your Latest Trick”, por ejemplo. Pero para esa canción, fue un gran héroe mío, Michael Brecker, quien tocó. Sí, desearía podido estar en ese álbum. Pero como antes mencioné, ya me había comprometido a grabar en un álbum de jazz con algunas personas en Londres, y no me parecía correcto dejarlos colgados. Así que perdí esa oportunidad…

Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
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