Una entrevista que nos hace especial emoción ofreceros: Mr. Chris Impellitteri, uno de los guitarristas más rápidos de la historia, siempre comparado con Yngwie Malmsteen y que tiene en Japón su feudo fuerte. Allí toca en recintos enormes, pero en Estados Unidos y Europa la gente lo ve como una figura venerada del pasado. Craso error… Creo que si os digo que en su nuevo disco War Machine está como baterista Paul Bostaph (Slayer), creo que ya os lo digo todo… No todo el mundo tiene un caché por el que leyendas y grandes nombres quieran colaborar.
Impellitteri es una gran banda por la que han pasado grandes nombres, pero es Chris quien domina el barco y decide. Es una leyenda del metal y sigue su paso incólume a modas y estilos. Como veréis se auto-reivindica sin tapujos, básicamente porque él lo vale. Por otro lado, últimamente nos estamos especializando en entrevistas de una hora larga, por lo que nos vemos obligados a entregarlas en dos o más entregas. Ojo lo que viene…
Hola Chris, es un placer hablar contigo, es una entrevista que me hace especial ilusión. Saludos de Starway to Rock Magazine desde Barcelona. Antes que nada, gracias por tu tiempo y felicidades por tu nuevo álbum, War Machine. Me parece que es un discazo de speed metal y muy de Impellitteri.
Muchas gracias.
¿Puedo preguntarte dónde estás ahora?
Estoy en mi casa ahora mismo, vivo en las afueras de Los Ángeles, California.
La gente ha tenido la oportunidad de escuchar ya tres sencillos: “War Machine”, “Out of My Mind” y “Power Grab”. ¿Estás contento con las opiniones de la prensa y los fans?
Sí, es probablemente la mejor respuesta que hemos tenido a cualquiera de nuestros discos hasta la fecha. Estoy haciendo muchas entrevistas ahora en Estados Unidos, Japón y en algunos lugares de Europa donde recién estamos empezando. Los críticos nos dicen que es el mejor disco que hemos hecho. De hecho, algunos medios y críticos muy importantes en Estados Unidos nos han dicho que piensan que este es el mejor disco de hard rock y heavy metal de 2024.
Y, por cierto, no estoy diciendo que eso sea cierto; solo te cuento lo que nos dicen. Así que estamos recibiendo mucha satisfacción. Sabíamos que esta música era buena, sabíamos que nuestra interpretación de esta música era buena… Lo que no sabíamos era cuál sería la respuesta. Es un álbum realmente bueno, creo, en mi opinión. Así que gracias, eso es lo que estamos escuchando por parte de la gente. Si lo es o no, no lo sé. Pero, ya sabes, me encanta tocar esta música, así que estoy encantado con ella.
El último disco de Impellitteri fue en 2018, The Nature of the Beast. ¿Por qué hemos tenido que esperar seis años para un nuevo álbum?
Las cosas buenas llegan para aquellos que las esperan. A veces la inspiración no puede forzarse. Quiero decir, que esta música es realmente buena. Y, ya sabes, para mí, la forma en que escribo música… la forma en que practico mi guitarra todos los días… Trabajo en diferentes técnicas. La forma en que escribo música, toco mi guitarra todos los días y siempre trabajo en mi técnica. Practico el «alternate picking», tocar muy rápido pasajes técnicos. A veces, mientras toco, cometo un error o mi dedo resbala, y de repente escucho un riff.
Y me pregunto: «¿Qué fue eso?» e intento repetirlo inmediatamente. Antes de darme cuenta, tengo un riff increíble que me lleva a una melodía, o a un verso, o a un puente… Algunas veces los riffs que encuentro por accidente son geniales; otras veces necesitan ser desarrollados, y eso lleva su tiempo. Es algo que no se puede forzar. La buena música debe ser inspiradora. Impellitteri siempre ha escrito sin presiones, nunca nos han impuesto fechas de entrega para un disco. Si nos obligaran, no firmaríamos con esa discográfica. Queremos la autonomía y la libertad de lanzar música cuando sentimos que está terminada y lista.
Y tienes razón, en 2018 lanzamos Nature of the Beast. Hicimos algunas giras, y luego vino la pandemia, que lo frenó todo. Pero lo bueno fue que la pandemia me permitió seguir escribiendo y mejorando mi técnica. Como solista, mejoré hasta alcanzar un nivel superior. Lo mismo ocurrió con las canciones pues tuvimos tiempo para desarrollarlas. Sé que es una explicación extensa, pero realmente esta es la razón de por qué tardamos tanto. Hay canciones, como “Out of My Mind” de Heavy Metal, que es nuestro primer video musical, que fueron compuestas en un solo día. Simplemente surgió. No sé qué fue, el riff, la melodía, los versos, el solo… Luego se lo pasé a Rob, y la letra, la melodía, el coro… todo simplemente encajó.
Estamos viviendo en tiempos extraños y violentos. ¿Es esta la razón por la que decidiste titular el disco War Machine?
Sí y no. El título War Machine en realidad representa a la banda Impellitteri. ¿Por qué? Pues porque siempre hemos sido una banda que tiene que luchar por el respeto. Hay muchas bandas, como Metallica, que pase lo que pase, siempre tienen millones de seguidores y mucha atención en los medios, aunque saquen un álbum mediocre. Pero nosotros, a menudo, somos ignorados por la prensa y los críticos, y eso nos exige tocar a un nivel muy alto, por encima de bandas como Metallica o Megadeth, para ganarnos el respeto de la gente.
Eso es todo un desafío, y después de 35 años, seguimos aquí, mientras que muchos críticos que decían que no duraríamos ni un año ya no están trabajando. Estamos haciendo la mejor música de toda nuestra carrera, tocando y cantando mejor que nunca. En esencia, Impellitteri es la «máquina de guerra»: estamos constantemente en la batalla para llegar a nuestros seguidores y ganar nuevos fans. Eso es War Machine.
En cuanto a la canción “War Machine”, me encanta la voz de Rob Rock. ¿Podemos decir que es el cantante perfecto para Impellitteri?
Lo es. Impellitteri siempre ha sido una banda, nunca un proyecto solista. Detesto que me comparen con Yngwie Malmsteen o Steve Vai, porque esto nunca ha sido sobre mi persona. Se trata de cuatro o cinco buenos amigos y músicos en una banda, haciendo música para los fans y para nosotros mismos, por supuesto. Rob es fundamental para este disco. Sus letras, sus interpretaciones vocales, sus coros, sus melodías… son una parte integral de por qué esta música es tan buena.
Por cierto, la formación que tienes actualmente me parece increíble. ¿Probablemente estemos frente a la mejor formación de Impellitteri en su historia?
Sí, bueno, Rob, James (el bajista) y yo hemos estado en ella mucho tiempo. James se unió a la banda en 1990. Rob Rock y yo hicimos juntos el primer EP de Impellitteri. Empezamos la banda juntos. La formación siempre ha sido nosotros tres, con algunos bateristas increíbles que nos han acompañado a lo largo de los años. Pero diría que la magia de este nuevo disco, y la razón por la que suena tan enérgico, pesado y potente, es que Paul Bostaph de Slayer está tocando la batería con nosotros. Es un baterista increíble.
La canción “Out of My Mind” me recordó a Rainbow, de la época de Dio, pero en un estilo más pesado y rápido. ¿Cuán importantes fueron Rainbow y Blackmore en la evolución de Impellitteri?
Una influencia enorme. Cuando escribí esa canción, muestra el poder de la influencia de manera subconsciente. Al reproducirla, pensé: «Dios mío, suena como la canción “Burn” de Deep Purple, pero si Richie Blackmore la hubiera escrito en 2024«. Curiosamente, Richie ha sido una gran influencia para mí y es un maestro en escribir riffs en la tonalidad de Sol. Esta canción, aunque está bajada de tono, está escrita y tocada en Sol. Cuando toqué el riff, pensé: «Esto es genial». Pero no fue hasta una o dos semanas después, al volver a escucharla, que me di cuenta de que parecía la evolución de “Burn”.
Esto demuestra que los grandes músicos que te influyen pueden estar siempre contigo de forma subconsciente, incluso sin que te des cuenta… Cuando escribí esa canción, no pensaba: «Voy a hacer una versión futurista de Deep Purple o Rainbow«; simplemente salió de una forma natural. Pero al escucharla de nuevo, me parece que suena como si ellos si tuvieran 18 o 19 años hoy tocando en una banda de metal. Me parece genial.
Además, esa canción está arrasando en Estados Unidos, todos la están escuchando y cantando. Se ha convertido en un himno para nuestros fans. “Out of My Mind” es heavy metal y es un himno que escribimos líricamente para nuestros fans, porque es una celebración. Todos sentimos lo mismo cuando salimos al escenario: las luces se apagan, las manos y los puños se levantan, las luces vuelven y todo el mundo está unido, todos se quieren. Es un sentimiento de «todos para uno«. Y de eso trata la celebración que hay en esa canción.
Estoy seguro de que será un futuro clásico para la banda.
Oh sí, la tocaremos mucho en vivo. Definitivamente será un elemento básico en nuestro set. Hay dos canciones que amo especialmente.
Tal vez “Wrathchild” sea la canción más orientada al neoclásico. ¿Estoy equivocado?
Sabes… “Wrathchild”, la canción, te diría que el riff en sí me recuerda a algo que haría una banda de thrash, ¿verdad? De hecho, te contaré una historia divertida. Un crítico muy importante en los medios denominó a “Wrathchild” como una canción capaz de aniquilar a Metallica y Megadeth.
Básicamente, dijeron que esta canción le va a dar una paliza a Metallica y Megadeth. Pensé que era genial escuchar esa opinión. La canción tiene una onda más de thrash metal. Y definitivamente tiene momentos muy neoclásicos. Tiene probablemente uno de mis solos de guitarra favoritos del disco. Y la voz de Rob Rock es realmente poderosa.
Cuando escribimos la letra de “Wrathchild”, estábamos escribiendo sobre una ira manifestada por un niño prisionero de la codicia y el poder. Y una vez que ese niño se libera de sus demonios, la poderosa ira se entrega entonces a esas fuerzas influyentes de codicia y poder. Fue curioso porque cuando escribimos la canción y hablamos de eso, no tenía nada que ver con la canción de la banda banda Iron Maiden, que me encantan.
Fueron una gran influencia para todos, ¿verdad? Pero cuando terminamos la grabación de la canción, nos miramos y dijimos: «Está bien, nos encanta esta canción, es genial, pero no podemos llamarla “Wrathchild”. No podemos porque ese es un título de Iron Maiden, y no podemos hacer eso«. Nos detuvimos y dijimos: «Olvídalo«. Esto será el mejor guiño, un homenaje, un tributo a Maiden, porque créeme, Maiden definitivamente influyó mucho en mí de niño. Aunque nuestro “Wrathchild” es completamente diferente de la canción de Maiden.
Y, por cierto, que Dios bendiga a Paul Di’Anno. Lo acabamos de perder y fue una coincidencia. No escribimos la canción después de que Paul falleciera; ya estaba terminada. Lo que sí ya habíamos tomado la decisión de que íbamos a mantener el título “Wrathchild”. Es como un tributo a la influencia que Maiden tuvo en nosotros, especialmente al asustarnos de verdad cuando éramos niños con esas portadas de discos. Así que pensamos que sería la mejor manera de rendir homenaje a Iron Maiden,
Y es por eso que mantuvimos el título, porque íbamos a cambiarlo a “WratChild”, como la familia Wrat, como los Vanderbilt o los Carnegie, que son familias muy ricas de la era industrial. Sí, tiene todo eso. Gran voz, gran riff, gran solo… Quiero decir, todos vuestros elementos clásicos están ahí. Es poderosa y tiene una gran batería. Definitivamente, es un álbum realmente fantástico.
Tengo que tengo que escuchar más el disco para escribir la reseña, pero la calificación será realmente buena. Debo confesarte que Wicked Maiden, como puedes ver en la camiseta que llevo ahora mismo, es uno de mis álbumes favoritos de toda tu discografía. Así que, ¿cómo recuerdas ese disco?
Bueno, Wicked Maiden, lo hicimos con nuestro baterista Glen Sobel. Creo que lo hicimos justo antes de que Alice Cooper nos robara a nuestro baterista. Sabes, Wicked Maiden fue nuestro regreso a donde queríamos volver, a un sonido más pesado. Siempre hemos sido una banda de metal, pero con Wicked Maiden, queríamos que fuera todo un poco más agresivo. Y seguíamos experimentando, porque en cada disco intentamos crecer como artistas. Fue un momento determinado en el tiempo en el que era una foto fija de cómo estábamos como personas. Nuestro estado de ánimo y nuestra emoción influyó en la forma en la que escribimos esa música. Y hay algunas grandes canciones ahí. A mí me encanta la canción “Wicked Maiden”. Es muy divertida para tocar en vivo.
¿Es el álbum Crunch el más experimental de toda tu carrera?
Probablemente, sí. Este y un disco que hicimos llamado Grin and Bear It (1992), que originalmente solo se lanzó en Japón. Esos dos discos fueron muy experimentales, pero fue muy terapéutico y divertido de hacer, porque, como artista, siempre quieres expandir tu vocabulario. Digamos que quieres verte diversificado como artista. Quieres poder tocar todo tipo de rock, incluso si está confinado dentro de un género metal.
Sí, esos dos discos fueron muy así… Creo que con Crunch me divertí mucho, porque aún estábamos llevando nuestro sonido, que muchas veces la gente describe algo así como una suma de power metal, speed metal y neoclásico. Tenemos todos esos elementos en nuestra interpretación, pero con Crunch continuamos usándolos, aunque también añadimos un poco de dureza al afinar más bajo los instrumentos. Hicimos que las cosas sonaran más pesadas y oscuras.
¿Cómo recuerdas, después de todos estos años, tu primer e histórico EP de 1987?
Creo que es increíble, es un clásico. Siempre amaré ese EP. Es prácticamente un disco en directo. Nunca lo olvidaré. Te contaré una historia divertida. Estaba Rob y nuestro baterista, Loni Silva y, en ese momento, teníamos un bajista llamado Ted Days. Estos chicos eran músicos increíbles y éramos jóvenes, probablemente adolescentes o en nuestra veintena. Recuerdo que escribimos esa música; éramos yo y Rob quienes la compusimos, luego se añadieron Loni y Ted. Se nos ocurrieron riffs increíbles y estábamos tan energéticos, “en llamas” como músicos, ¿sabes a qué me refiero?
Queríamos demostrarle al mundo que algún día íbamos a ser los reyes. Escribimos esa música y terminamos yendo a un estudio llamado Baby-O Studios en Hollywood, California. Siempre recordaré esto: allí estaba nuestro ingeniero, y su nombre era Mikey Davis, y era un tío genial. Estaba trabajando con Impellitteri en la Sala A, que era un gran estudio de grabación, y luego, cruzaba el pasillo, unos 10 pasos, para entrar al otro estudio, donde él mismo estaba trabajando con la banda: KISS. Recuerdo que un día, que estaba trabajando en “Lost in the Rain”, tocando todas las partes rápidas, y de repente, se abre la puerta de mi estudio y… entra Gene Simmons de KISS.
Recuerdo que, cuando era niño, yo era fan de KISS. Había visto su gira Destroyer, y era una locura. Y allí estaba yo, en mi primera vez en Hollywood, dándolo todo en el estudio, y entra Gene Simmons a saludarme. Esa fue una de esas experiencias vitales donde pensé: «Oh, esto ha sido realmente genial«. Por supuesto, estábamos en el estudio y no teníamos mucho dinero. Éramos bastante pobres en ese momento de nuestras vidas. Así que, cuando grabamos ese EP, tuvimos que grabar muy tarde, por la noche, porque nos daban tiempo sobrante en el que pagabas una tarifa muy baja.
Grabábamos muchas veces desde medianoche hasta las ocho de la mañana, todos los días. Hicimos eso durante probablemente un mes. Y mucha de esa música tenías que tocarla casi en vivo. Así que ese EP es prácticamente como si alguien hubiera puesto un iPhone y nos hubiera grabado en vivo. Y me encanta eso, porque no está mejorado. No hay tecnología que pueda replicar aquello… Quiero decir, que esas grabaciones son en vivo, eso es real. Se capturó nuestra energía, nuestra actuación y nuestra interpretación. Ese disco siempre va a ser uno de mis favoritos, aunque sea tan crudo.
Continuará…
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.