Don Airey – Pushed to the Edge

80/100

28 de marzo de 2025

earMUSIC

Cuando murió Jon Lord estaba clarísimo que el puesto de teclista de Deep Purple iba recaer en el gran Don Airey, ese teclista que ha estado en todas las mejores bandas de rock de los 70 y 80 y que dejó huella en todas ellas. Le avalan más de 300 discos de estudio y ha vendido millones de los mismos si los sumamos todos, pero si le preguntas por el mejor disco que ha grabado nunca… te dirá que este. Es normal, todo músico te dirá que su último disco es el mejor.

 

Y Pushed to the Edge se iba a titular “Godz of War”, pero se desechó porque sonaba excesivamente metalero. Es material que viene de tiempo atrás, desde la pandemia y en el que la guitarra de Simon McBride fue grabada sin que el irlandés hubiese entrado todavía a Deep Purple. No es el único gran nombre aquí, pues cuenta con todo un Carl Sentance, vocalista de Nazareth o el sorprendente Mitchel Emms, ganador de una de las ediciones de la voz. Portada y una base rítmica muy potente culminan un muy buen trabajo de una leyenda viva del rock. Todo, absolutamente todo está a la altura de las circunstancias.

 

Ya en “Don’t Tell Me” tienes el sempieterno Hammond A100 que siempre ha acompañado a nuestro protagonista, y toca decir que la banda está a un nivel fantástico con un Carl Sentance que lo borda a las voces y que puede recordarte perfectamente a los tonos de un joven Gillian, pero sin llegar a esa excelencia sobrehumana que calzaba em os 70. Tema muy rockero y con muchos agudos. Y el plus, como no puede ser de otra forma, lo pone la maravillosa guitarra de Simon McBride, también miembro de Purple. Sorprende especialmente el inicio con trompetas de “They Keep on Running”, muy cadenciosa y de aires algo orientales. Mezcolanza de muchas cosas, pero reposando siempre en un hard rock de etiqueta. Sentance canta grave, muy en la línea de lo que nos suelen ofrecer ahora Deep purple y el tema cumple sin llegar a un nivel muy elevado.

 

“Flame in the Water” viene con un piano muy clásico en la entrada y es un medio tiempo especialmente logrado en el que el piano y la voz de Sentance brillan con luz propia. Es una casi-balada con aires Purple muy clásicos, pero especialmente por ese cambio que la rompe en el tercer tramo y en el que lo instrumental y la electricidad cogen las riendas. En “Out of Focus” hay un pequeño tributo a Focus, la banda holandesa que en los 70 hizo diabluras y que terminó siendo una influencia total para Airey. Gran papel del bajista Dave Marks en una composición muy entretenida y 70era, especialmente en el solo de teclado.

 

En “Power of Change” destaca el gran papel vocal de Mitchel Emms, los arreglos casi orquestales que visten la canción y ese poso progresivo tan evidente. Pero vuelve a ser el enorme McBride que aporta con ese savoir faire tan suyo a la guitarra. Tema muy intenso y logrado. Y llegamos a “Godz of War”, corte que iba a dar título al disco y en el que la pomposidad y el espectro teatral la elevan. Tintes casi cinematográficos y de gran carga emotiva. Sentance está impresionante y la canción se eleva más allá de los siete minutos con un rapidísimo Finnigan en los breaks de batería. Ojalá Purple metieran un tema como este en sus discos…

 

El corte que me ha enamorado de verdad es “Moon Rising”, que ha sido single y que empieza con unas timbalas, casi tribales, por parte de Jon Finnigan. Teclados haciendo el riff y una impresionante línea vocal en los versos. Quizá más Uriah Heep que Purple, lo cual es un acierto. Hay un momento casi jam y Mitchel Emms canta como los ángeles. Toda la canción es una demostración técnica absoluta, enérgica, eléctrica y con pasajes reposados cercanos a lo progresivo. El ambiente oriental toma “Rock the Melody”, acercándonos a la órbita Rainbow, con muchas texturas y estilazo. Coros y solemnidad muy bien llevadas.

 

 

El momento de reposo y de música instrumental y descriptiva llega de la mano de “Girl from Highland Park” en la que el piano manda y dibuja una melodía evocadora apoyada por instrumentaciones y arreglos bellos. “Edge of Reality” tiene una entrada muy a los The Who. Aquí manda la voz de Mitchel Emms en el corte que quizá posea el mismo protagonismo lo vocal con lo instrumental. Y finalmente hay la extensa y reiterativa instrumental “Finnigan’s Awake” en la que hay una extensa y divertida jam de lo más intensa en la que, al final, escuchamos a Airey presentando la banda como si fuera un directo, y nos despide con: “nos vemos el año que viene con más”.

 

Disco muy completo y con un material que es capaz de mirar a los ojos a lo que nos ofrecen Deep Purple hoy en día. Aquí no hay las restricciones ni encorsetamientos de su banda madre y los vocalistas tiran de agudos. Hay mucho de cosecha propia, y puedes notar y percibir las bandas por las que ha estado nuestro hombre y el legado antológico que hay aquí. Don disfruta y nos hace disfrutar con una bandaza tremenda y con el sello de rock inglés que posee.

 


Descubre más desde Stairway to Rock

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *