70/100
19 de julio de 2024
earMUSIC
Cuando parecía que en 2013 estábamos ante el último disco de Deep Purple con Now What?, vimos luego con alegría que el grupo seguía estando en forma a pesar de la edad y que se sentían cómodos y se atrevían con más material de nuevo cuño. Han vuelto a estar en manos de Bob Ezrin y en =1 estamos ante su primer trabajo con su flamante nuevo guitarrista Simon McBride, el cual ha rejuvenecido al grupo tanto en estudio como en directo. Parece ser que en el estudio Ezrin y el norirlandés chocaron un poco a principio, pero siempre desde el respeto y admiración de uno al otro.
Muy posiblemente estemos ante un esfuerzo superior al de los anteriores discos como fueron Infinite y “Whooosh! Suena todo a los Purple clásicos, pero en una onda muy directa, con canciones que entran a la primera y sin tirar de largos minutajes ni de solos excesivos. Obviamente los hay, como también los guiños al pasado, incluso en los títulos, y Ian Gillan cumple perfectamente su cometido vocal, sonando bastante mejor que en los directos. Los temas son cortos y sólo en un caso nos vamos más allá de los cinco minutos, toda una declaración de intenciones para una jam band como son en directo.
Gran apertura con un “Show Me” con madera de single, pues entra a la primera y muestra al grupo muy capaz de seguir ofreciendo material disfrutable. Parece una composición sencilla pero es tremendamente efectiva y Gillan está muy expresivo en la forma de cantar. Ha conseguido una voz tremendamente personal y definitoria a pesar de que no es la de antaño. “A bit on the Side” se inicia con el típico cabalgar del grupo, suena añeja y la base rítmica consigue que todo suene como una locomotora. De Glover y Paice sólo hay unos… Otro muy buen tema a la altura de su glorioso pasado con cancha para Airey.
El peso de la leyenda se deja entrever en la entrada de “Sharp Shooter”, y eso que la línea vocal es desenfadada y aderezada por unos coros muy de Ezrin. “Portable Door” ha sido el primer single y está destinada a que todos sus fans esbocen la sonrisa correspondiente y vean que el grupo suena a púrpura profunda por los cuatro lados, muy del “Perfect Strangers”. Don Airey hace que el tema quede envuelto en teclados y la base rítmica camina con precisión y groove. Los solos se suceden en un tema perfecto para el directo.
“Old-Flanged Thing” es cumplidora y posee unos ciertos aires funk con los que McBride juega en el solo de guitarra en un corte realmente trabajado y con una muy bonita línea de bajo. Hay ese momento de pique entre instrumentos tan típico de la púrpura profunda. “Picture of You” ha sido un rotundo single y es una de las elegidas para ser tocada en directo. Pinta que el tema se va a quedar en futuros repertorios pues suena a exquisito homenaje a su material clásico y a su legado. Voz y Hammond sobresalen y la canción entra desde la primera escucha. Todo un regalo…
“If I Were You” es lo más baladesco, de sonido impoluto y con un Gillan que puede seguir emocionándote a pesar de no ser ya el mítico supervocalista de los 70. Mucha atención a los solos de McBride, pues el feeling, la técnica y la velocidad son innegables. Felicidad en ese single final titulado “Lazy Sod” y la mejor de todas, y de largo, es la final “Bleeding Obvious”, siendo el tema más largo y propiamente Purple. McBride estaba algo sorprendido y enfurruñado puesto que en las entrevistas que daba la mayoría de los periodistas destacaban especialmente ese último tema como el mejor de este disco y en el que recuperan el sabor clásico en todo su esplendor.
“I’m Saying Nothing” queda empalmada con la canción anterior en un medio tiempo que no va más allá y que disfruta del buen hacer de Airey a los teclados y de un Gillan muy expresivo en el que posiblemente sea el tema más exigente, mostrándose muy teatral en los tonos. La potencia de “Now You’re Talkin’” nos sitúa en los tiempos de Machine Head con muchos detalles sonoros recreando el pasado más mítico. El solo de Simon es puramente música clásica, y es que el tema es como una especie de tributo a “Highway Star”.
En “No Money to Burn” se apoya en un riff algo oscuro al que posteriormente le tomará el relevo el teclado monumental de Don Airey. Letra desenfadada e interesantes y sutiles coros a pesar de que el corte no despega. Y “I’ll Catch You” es una especie de balada solemne, muy de etiqueta e incluso os diría con aires de banda sonora de James Bond. Muestra la cara más sofisticada del grupo y a Gillan como crooner. Interesante cambio de guion en un más que correcto fondo de disco pues lo hace más variado y profundo.
Hay que ver este disco (y los dos anteriores) como un regalo que el tiempo y los supervivientes nos legan para disfrute de los fans. Que en pleno 2024 Deep Purple sigan apostando por nuevo material y toquen en directo es casi un milagro, y si les puedes ver con McBride ni lo dudes pues el cambio de guitarrista les ha insuflado vida nueva tanto en estudio como en directo. Juegan a temas cortos, no hay grandes pretensiones de buscar una canción trascendente y muchas de pasarlo bien en su momento vital y de que todo fan de los Purple pueda sentirse orgulloso de ellos.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.