“Oh sí, claro que recuerdo ver Apocalypse Now… fue toda una experiencia para mí cuando fui a verla por vez primera. Recuerdo ver esa enorme pantalla, una de esas envolventes. Me senté en la primera fila, y de repente, lo primero que escucho es mi guitarra en «The End» con los helicópteros pasando, y me dije: “wow, esto es genial”. Y sí, es una gran película”. (Robby Krieger guitarrista de The Doors)
Los grandes momentos cinematográficos suelen darse cuando música e imágenes se dan de la mano y la magia surge. Eso pasó cuando Francis Ford Coppola apostó por dar inicio a su monumental Apocalypse Now con el “The End” de The Doors mientras los helicópteros de guerra volaban con la selva espesa de fondo. Una imagen impactante y la guitara de Krieger con ese punteo tan personal y especial. Entonces empiezan a explotar las bombas y el napalm todo lo incendia. Incluso hay ese momento en el que hay el primer plano de Martin Sheen con los ojos bien abiertos coincidiendo con las líneas cantadas por Morrison: “No volveré a mirar dentro de tus ojos jamás”.
Cuando en 1979 la película de Coppola arrasa con el mítico film se consigue que la juventud de la época se vuelva a acercar a The Doors que habían quedado como un viejo recuerdo del pasado. Algo que se repetiría con la película de Oliver Stone “The Doors” en 1991 y que hizo que una legión de muchachos de la época quedásemos hechizados por el grupo y la figura de Morrison. También hay que decir que ese film muestra la versión del batería John Densmore y nos muestra únicamente la parte más salvaje y desfasada de un Jim Morrison perfectamente interpretado por Val Kilmer.
La canción
“The End” cerraba el disco de debut de The Doors editado en 1967. Es una especie de despedida en forma de rock psicodélico y en clave triste que se eleva más allá de los 11 minutos de duración, pero antes era una corta “despedida” inspirada por Morrison al romper con su novia Mary Werbelow. Instrumentalmente es rotunda y todos los miembros del grupo tienen sus momentos de lucimiento. Uno de los fragmentos más recordados es la sección edípica que siempre ha sido uno de los momentos más polémicos de la historia del grupo.
Es una canción que contrasta con los singles de la época y de su propio disco debut en el que hay “Light My Fire”. La psicodelia y el viaje lisérgico es largo con muchos momentos de clímax, pero es la estructura con el órgano siniestro, la batería de aires jazz dando la réplica a un cantar de Jim que por momentos es recitado y al que añade gritos de dolor. Las sonoridades orientales son absolutas y el grupo terminará explorando en sus letras los límites de lo que es políticamente correcto. Destaca ese inicio con los cascabeles por parte de Densmore.
Se suele contar que, antes de grabarla, la solían tocar en diferentes bares y había unos versos que Morrison siempre cambiaba dependiendo de la noche y de su estado. Cuando tocaban en el Whisky a Go Go de Los Ángeles fue tan ofensivo que el dueño del local decidió echarles y despedirles como banda residente, pero por allí andaba un miembro de la discográfica Elektra y les ofrecieron un contrato discográfico.
La letra
La primera parte es una despedida refiriéndose a un amigo, un hermoso y único amigo al que le anuncia que no quedará nada y que no volverán a verse. Los versos vienen con ese arranque mítico de la guitarra de Krieger y esa ensoñación mantenida de aires hindús.
“Este es el fin,
hermoso amigo
Este es el fin,
mi único amigo
El fin de nuestros elaborados planes
El fin de todo lo que se mantiene en pie
El fin
Sin seguridad ni sorpresa
El fin
Nunca volveré a mirar en tus ojos”
En la segunda estrofa se repite la estructura. Densmore cambia los cascabeles por la batería y Manzarek entra con el teclado. Es todo una especie de bucle repetitivo de aires orientales que te conduce a un trance salpicado de letras crípticas. Realmente creo que, en este caso, buscar algún significado definido es algo que no tendría mucho sentido…
“¿Puedes imaginar lo que será?
Tan ilimitado y gratis
Necesitando desesperadamente la mano de un extraño
En una tierra desesperada”
Y es que el propio Morrison se refería a la letra como algo no definido y sin un significado concreto. Cada vez que la leía o la escuchaba pensaba que podía significar varias cosas. En los versos que siguen y con la alusión a los niños podríamos interpretar que podría ser (también) una despedida de la niñez y un fin de la misma: la entrada en el mundo adulto. Pero hay otros momentos en que todo parece apuntar a un suicidio.
“Perdido en un desierto romano de dolor
Y todos los niños están locos
Todos los niños están locos.
Esperando a la lluvia de verano”
Momentos narrados, casi recitados, golpes en los platos de forma tosca por parte del baterista, y en general, un poco ambiente de relax y bajón anticipando otra subida.
“Hay peligro en las afueras de la ciudad.
Viaja por la carretera del rey
Escenas extrañas dentro de la mina de oro.
Viaja por la autopista del oeste, nena”
El que fuera bautizado como El rey lagarto indaga aquí en formas más crípticas si cabe y lo de montar a la serpiente y luego coger un autobús azul es algo que no puede encajar de forma alguna. Es más un juego de rimas que incluye lagos antiguos, un “baby” y lo de que el Oeste es lo mejor. Lo que está claro es que la serpiente es un viaje ácido y es como si el protagonista tomara el autobús para largarse hacia el Oeste aunque sin dirección predeterminada por la frase “Conductor, ¿adónde nos llevas?”.
“Monta la serpiente
monta la serpiente
Al lago
El lago antiguo, nena.
La culebra es larga
Siete millas
montar la serpiente
Él vendió
Y su piel está fría
El Oeste es el mejor.
El Oeste es el mejor.
Ven aquí y nosotros haremos el resto.
El autobús azul nos está llamando.
El autobús azul nos está llamando.
Conductor, ¿adónde nos llevas?”
Cambio de tercio algo forzado por la letra, no por la música e introduce un asesino que volverá a aparecer en “Riders on the Storm”. Supongo que el juego de parentescos es ideal puesto que nos acercamos al gran clímax de la canción y las frases míticas que hicieron de esta canción un escándalo. Hermanos, hermanas para luego ir a por el padre y la madre…
“El asesino despertó antes del amanecer.
Se puso las botas
Tomó una cara de la antigua galería.
Y siguió caminando por el pasillo
Entró en la habitación donde vivía su hermana.
Y luego visitó a su hermano.
Y luego él, siguió caminando por el pasillo.
Y llegó a una puerta
Y miró hacia dentro”
Cuando Jim Morrison dice literalmente lo que dice, hay bastante carga profunda y filosófica más allá de lo soez que pueda sonar:
“Padre…
¿Si hijo?
Quiero matarte
Madre…
Quiero follarte”
Bien… de entrada habría que hablar aquí de lo que es el complejo de Édipo y de su origen. Suele darse que los hijos adoran a su madre y odian a su padre ya que lo ven como un competidor. Eso mismo sucede con las hijas que adoran a su padre y ven a su propia madre como una competidora. Son fases del crecimiento, aunque en algunos casos e individuos se dilatan en el tiempo. Freud fue quien les dio nombre en el siglo XIX: el complejo de Édipo, y el nombre no es baladí, fue tomado de una de las grandes tragedias griegas: “Édipo rey” de Sófocles.
En esta tragedia griega, cuando una pitonisa le dijo a Édipo que estaba condenado a matar a su padre y a casarse con su madre poco caso e hizo el joven príncipe, que no sabía de su origen real. Pudo coronarse rey de Tebas matando a su padre (sin él saberlo) sino que también desposó a su propia madre Yocasta ajeno a quién era ella (esposa del rey). El momento en el que Édipo se da cuenta de lo que ha hecho se conoce como anagnórisis y es cuando se te revela la verdad de golpe. Édipo al conocer la verdad se arrancó sus propios ojos. Y de aquí nace el nombre de Complejo de Édipo. Es realmente una gran coincidencia que el sello del grupo fuera “Elektra”, pues es justo el nombre del complejo femenino del que hemos hablado antes: Complejo de Elektra.
“Vamos, sí
Vamos, cariño, arriésgate con nosotros.
Vamos, cariño, arriésgate con nosotros.
Vamos, cariño, arriésgate con nosotros.
Y encuéntrame en la parte trasera del autobús azul
Haciendo una roca azul en un autobús azul
Haciendo una roca azul, ¡vamos, sí!
“Joder, joder, sí
Joder, joder
Joder, joder
Joder, joder, joder, sí
Vamos nena, vamos
Fóllame nena, joder, sí.
¡Joder, joder, joder, joder, sí!
¡Joder, sí! vamos nena
Fóllame nena, joder, joder, sí.
Espera, espera, sí, joder, sí
vamos, si
Está bien
Matar, matar, matar, matar, matar…”
“Este es el final hermoso amigo.
Este es el final, mi único amigo.
El fin
Duele liberarte
Pero nunca me seguirás
El fin de las risas y las suaves mentiras.
El fin de las noches en que intentamos morir.
Esto es el fin”
Aquí volvemos al autobús azul y hay una invitación a la fornicación en la que pide que hagan una piedra azul… Más allá de la rima hay una aliteración y se subraya el color para luego pasar a lo de “Matar, matar, matar…”. Yo en esta parte veo la rabia de haber roto y una recuperación del sentido original del romper con alguien, la búsqueda de una venganza y por eso hay la frase de las suaves mentiras. Las noches que intentamos morir puede referirse a las fiestas juntos y el final con eso de “Esto es el fin” es que todo se acabado, simple y llanamente.
Veredicto
Alguien escribió que “The End” no es una canción que no tiene por qué gustarte, pero a la que sí tienes que rendirle admiración. No sólo cuestiona con ella a los singles de la época y aporta algo tremendamente novedoso y psicodélico, es que es el punto de partida de mucha música que está por venir, y Black Sabbath son una de esas bandas que no quedan muy lejos de los de Los Ángeles. Es una canción bañada en drogas y eso se percibe dentro de las letras, pero también en su música. Un viaje absoluto y un hito en la historia de The Doors y de la música popular.
Se avanzaron a su tiempo y se abrió una puerta a la experimentación que les llevaría a componer posteriormente otra pieza tan fundamental como “Riders on the Storm”. Ambas están muy conectadas entre ellas. Muchas veces se suele remarcar que eran universitarios a diferencia de muchos músicos de la época y con eso se ven las letras de Morrison como especialmente profundas. Y está claro que si uno busca encuentra, pero si ni Jim supo dar respuesta a esa letra es que muy posiblemente sería lo que representa la canción: un viaje de ácido hecho letra después de una ruptura sentimental. Más allá del vocalista toda la banda brilla en una obra maestra absoluta que sigue hechizando y formulándonos preguntas tras 57 años después de haber sido escrita.
Licenciado en INEF y Humanidades, redactor en Popular 1, miembro fundador de TheMetalCircus y exredactor en webs y revistas como Metal Hammer, Batería Total, Guitarra Total y Science of Noise. Escribió el libro «Shock Rock: Sexo, violencia y teatro». Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.