Canciones perfectas: “Diamonds and Rust” de Joan Baez

Cuando vi a esa chica cantando en televisión pensé… ella necesita un compañero para cantar” (Bob Dylan)

 

Palabras mayores… hay muchas baladas preciosas en el mundo, pero pocas tan bellas como el “Diamonds and Rust” de Joan Baez. Fue publicada en 1975 en el disco de mismo título y la “leyenda” dice que las letras están inspiradas en la ruptura de Joan con Bob Dylan. Y cuando digo “leyenda” lo digo por la simple razón de que en ningún momento la autora se ha pronunciado sobre la misma de forma clara, pero vaya… es que si lees la letra todo queda más que claro. La misma es una absoluta maravilla y el título del tema ya es algo de muchísimo nivel: “Diamantes y óxido”. El título haría referencia a que los momentos de toda relación contienen recuerdos buenos (diamantes) y malos (óxido).

 

Baez ha sido una artista que ha hecho muchísimas versiones de otros artistas y grupos y que siempre tuvo unas fuertes convicciones de izquierdas además de un activismo galopante, que a la postre, ayudaron a definir la persona de Dylan como letrista reforzando su papel de comprometido y crítico con la sociedad. El caso es que el trovador de Minnesota siempre fue una bala perdida y la joven Baez quedó prendada del personaje hasta el tuétano, pues todo lo que contaban sobre él era cierto: era absolutamente brillante y únio. Dylan nos enamoró a todos nosotros, pero no de la misma manera que a Joan.

 

La pareja se encuentra en 1961 cuando Dylan se muda a Nueva York y conoce a la neoyorkina Joan. Son tiempos convulsos con la guerra de Vietnam de fondo y muchísimas luchas sociales por los derechos civiles. Baez acoge al chico y se lo lleva de gira. Bob solía entrar en los bises tocando folk y aportando canciones pues no paraba de componer y escribir sin pausa. En 1963 dieron un concierto en el mismo sitio donde Martin Luther King dio su discurso de “He tenido un sueño” y Dylan y Baez son iconos absolutos de la canción protesta y el folk.

 

En 1965 Dylan se pasa al lado eléctrico y se aleja de lo acústico, cosa que fue vivida como una absoluta traición a todos sus seguidores. Ya con discográfica, fama y nuevo look más rollo Beatles, más de estrella de rock, es él quien invita a Joan para que lo acompañe a su gira inglesa. Pero contrariamente a lo que ella hacía con Bob, este nunca la invita al escenario. Es una invitada de piedra que no encaja con sus amigos y músicos. Son tiempos en los que el grupo arrasa las habitaciones de hotel y ella se hace a un lado y espera a su amigo especial, que está por otras cosas y que… ya ha empezado a tomar drogas.

 

Uno de los momentos más duros para Joan es cuando Bob le dice que deberían tocar en el Carnegie Hall de Nueva York, un emplazamiento alejado de la lucha social y más para todos los públicos. Una inocente Joan preguntaba: “¿Y qué vamos a apoyar o protestar cuando toquemos allí?”. El mundo del folk y la lucha social quedaban enterrados, y eso, entre otras cosas, fue lo que más le dolió a la reina del folk

 

La música


 

Musicalmente es una bellísima progresión de acordes acompañada con un punteo constante y unos teclados de fondo creando atmósfera. La aguda voz de Joan es maravillosa y le pone un sentimiento absoluto. Se nota que está cantando algo personal que duele. Batería y bajo son sutiles acompañantes en los versos consiguiendo una sensación de evocación y melancolía totales. Es una canción que duele, pero a la vez hay la belleza de lo triste. Hay algún momento instrumental que separa otra ronda de versos

 

La letra


 

El inicio es de lo más brillante de la canción con eso de:

 

“Bien, voy a estar maldecida,

Aquí viene tu fantasma otra vez

Pero no es algo nuevo

Es simplemente que la luna está llena

Y por casualidad me has llamado”

 

Joan es consciente de lo que duele el desamor y por eso se refiere como maldecida en un futuro pues sabe que eso le va a durar, y cuando dice que “viene tu fantasma otra vez” es que Dylan vuelve a protagonizar sus pensamientos (otra vez). La luna llena en todo su esplendor es un símbolo de grandeza y esa llamada (por casualidad) es como que Dylan un día random la llamó cuando se acordó, como si fuera más por cumplir que por otra cosa.

 

Y aquí estoy sentada 

Con la mano en el teléfono 

Escuchando una voz que conocía 

Hace un par de años luz 

Yendo directamente hacia una caída 

 

Parece que la Baez se sienta incómoda escuchando a la vez que sus pensamientos están absortos en otras cosas que no son la conversación vacía y sí el pasado vivido con su expareja. Explicita que parece que esa voz le suene a mucho tiempo atrás, por eso lo de los dos años luz, como hipérbole del tiempo pasado. Y lo de la caída lo veo más como una referencia a ella pues a Dylan las cosas le iban de maravilla y a ella le tocó la parte más dolorosa del fin de la relación.

 

Como recuerdo tus ojos… 

Eran más azules que los huevos de petirrojo 

Mi poesía era horrible, dijiste 

¿De dónde estás llamando? 

De una cabina en el medio oeste 

 

Las imágenes se suceden en plena llamada y la autora recuerda aquellos ojos azules y le lanza una puyita con eso de que le había llegado a decir que la poesía de Baez era “Lousy” -asquerosa-. Todo un detalle íntimo que un poco intenta que conozcamos mejor al personaje. Sale el óxido de los recuerdos y Joan vuelve al momento presente preguntándole de dónde llama: “desde una cabina en el Medio Oeste”. Aquí se dibuja que Dylan disfruta del éxito y de la gira contrastando con el mal de amores que a ella le toca sufrir.

 

Hace diez años 

Te compré unos gemelos 

Y tú me trajiste algo 

Ambos sabemos lo que los recuerdos pueden traer 

diamantes y óxido

 

Hay aquí un detalle que demuestra lo informal y poco detallista del de Minnesota. Contrasta que la chica le comprara unos gemelos (se intuye que caros) y el compositor de “Blowin in the Wind” simplemente le trajo “algo”, sin referencia alguna de lo que fue, como que se acordó y cumplió con un detallito y poco más.

 

“Bueno, irrumpiste en escena.

Ya una leyenda

El fenómeno sucio

El vagabundo original

Te extraviaste en mis brazos

Y ahí te quedaste

Perdido temporalmente en el mar

La Virgen era tuya gratis

Sí, la chica de la media concha.

Podría mantenerte ileso”

 

Uno de los momentos más duros acece en este tramo en el que le dice que “ya es leyenda”, pero también hace referencia a los inicios de Dylan en el que iba de tirado por el mundo, vividor del momento y en su autobiografía nos contaba que vivía en casas de amigos. Joan le define como un “fenómeno que apenas se duchaba, que iba sucio y que fue el vagabundo original”. Baez ha llegado a contar que yendo ambos de gira se encontraron que algún hotel les negaba la entrada por el aspecto de Bob. Bonita forma de contar la protección de Baez por un inexperto músico que vagó hasta hacerse el nombre. La bonita metáfora de la Venus que sale de la concha como en la pintura de Botticeli. “La virgen era gratis” y la alusión a la concha de la que sale evoca a la juventud de la propia Joan dejando patente que fue un punto de apoyo claro a las inseguridades primeras del cantante.

 

Ahora te veo de pie

Con hojas marrones cayendo por todas partes

Y nieve en tu cabello

Ahora estás sonriendo por la ventana

De ese hotel de mala muerte

Sobre la plaza Washington

Nuestro aliento sale nubes blancas.

Se mezcla y cuelga en el aire

Hablando estrictamente por mí

Ambos podríamos haber muerto en ese mismo momento

 

Aquí hay un sutil cambio en la canción y la métrica y las palabras que usa Joan un poco van encaminadas a decirle al ser que amaba que ha pasado el tiempo y que se ha hecho mayor (posiblemente que se ha aburguesado más que de edad). Es por eso que “hay hojas marrones cayendo en todas partes y que hay nieve en su cabello” (canas). Piensa en los buenos tiempos y sitúa a Bob en medio de la nada (un hotel de mala muerte en la plaza Washington -que puede ser en cualquier lugar-) y rubrica con que “desde su punto de vista podríamos haber muerto allí y que ella ya hubiese sido feliz”, como diciendo que se hubiera quedado siempre en ese momento.

 

Ahora me estás diciendo

Que no eres nostálgico

Entonces dame otra palabra para decirlo.

Tú que eres tan bueno con las palabras

Y en quitarle importancia a todo

Porque necesito algo de esa trivialidad ahora

Todo aquello me ha vuelto de forma demasiado clara

Si, te quería mucho

Y si me ofreces diamantes y óxido

Yo ya lo he pagado

 

Vuelve a la neoyorquina a las pullitas y le pide que le dé un sinónimo de la palabra “nostálgico” ya que él es tan bueno escribiendo letras de canciones y en hacer que las cosas que suceden le importen poco. Joan mataría por tener esa misma frialdad y sentimiento de hielo del propio Dylan al que parece que todo le afecta muy poco. Termina con una confesión rotunda que parece decir: “Sí, te quería mucho y si lo que me ofreces son diamantes y óxido yo ya te digo que he pagado el peaje de todo aquello”. Un final tan duro como el principio, pero es que toda la canción es sublime en todo.

 

Veredicto


 

Cuando el mundo mainstream quedó impactado por la canción de Shakira disparando con bala a Gerard Piqué tras su ruptura un poco piensas en las otras grandes canciones escritas desde el dolor que produce el desamor y lo de Shakira se queda en un juego de niños comparado con la poesía de Baez. De la estrella colombiana poco tengo que criticar, pero mientras una canción factura la otra está en el Olimpo musical.

 

Esta icónica composición acústica ha sido versionada entre otros por Judas Priest, Blackmore’s Night y los catalanes Rain hicieron una adaptación en la lengua de Cervantes en la que fue rebautizada como “Diamantes y moho”. Obviamente la más recordada es la eléctrica versión de Judas Priest dotada de estribillo, pero sinceramente, cuando entró Tim “Ripper” Owens a la voz y se decidieron hacerla en acústico era uno de los más grandes momentos de la velada. Inmortal canción que nos demuestra que cuando uno está triste y roto es cuando le visitan las musas y la magia puede surgir.

 

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