Steven Wilson – The Overview

75/100 

14 de marzo de 2025

Fiction Records / Virgin

Cada disco de Steven Wilson es una experiencia, un viaje y un festival de música en imágenes. Ya es imposible concebir sus creaciones como meros discos o fotografías fijas de un momento concreto de la carrera de nuestro genio favorito, porque él va mucho más allá y The Overview es otro paso adelante en su originalidad y en la búsqueda de lo especial. Es un disco conceptual en el que unos astronautas miran la Tierra desde arriba y tienen sentimientos encontrados en los que ven cosas positivas y también negativas. Estamos ante una obra conceptual.

 

El sonido es sencillamente formidable y todo está conformado por dos canciones únicas, que sumadas, llegan a poco más de 24 minutos de duración. Es una obra corta, y lo que más destaca, es que Wilson ha vuelto al rock progresivo y a la guitarra a pesar de que tampoco estamos hablando de un disco fácil. Hay incluso la voz narrada de su mujer que entrelaza momentos e historias dando empaque a algo especial que trasciendo géneros y estilos, y en el que la programación y los samplers de trabajos como The Future Bites también están presentes.

 

Todo se abre con “No Monkey’s Paw”, con esa voz aguda en una introducción solemne que nos introduce el ambiente sideral del álbum. Belleza suave y emociones contenidas. La calma antes de la tormenta y juegos de efectos en menos de dos minutos. Eso da paso, tras un silencio, a “The Buddha of the Modern Age” con Wilson acentuando los tiempos en lo vocal, acompañado por un piano y por unos coros que todo lo envuelven. El bajo está muy alto y presente, y es todo un crescendo de influencias clásicas del prog. Muy en la línea de lo que uno espera de Steven, quedando enigmático y bonito.

 

“Objects Meanwhile” es una absoluta maravilla en ella te vas a reencontrar con el Wilson que esperas: puro rock progresivo de quilates y que es capaz de enamorarte cosa mala. Maestría con una línea vocal con destellos muy Pink Floyd, especialmente en los arreglos y un puente y estribillo que parecen estar muy inspirados en los Beatles. Odisea espacial de primera magnitud en un tema que es sencillamente genial y que será la favorita de todos sus seguidores más clásicos.

 

En “The Cicerones Ark” comienza todo con punteado de acústicas. Otra guitarra entra y todo se desarrolla en términos muy folydianos. Espacios abiertos, sensación de inmensidad y música descriptiva que nos sitúa en una nave espacial. Es como si el tema marchara en gravedad cero y la tripulación se apresura en sus quehaceres galácticos. El tempo avanza, con una inmensa batería por parte de Craig Blundell. Termina todo con un tramo instrumental muy en terrenos de Porcupine Tree, lo cual se agradece especialmente. En “Cosmic Sons of Toil” hay unos pasajes intrincados y juguetones en los que, en tres minutos justos, solea la guitarra de Randy McStine a un nivel excepcional, mientras le resto de instrumentos va arremetiendo al unísono, apareciendo en razias breves por separado, y siempre con elegancia y cantidad de detalles técnicos.

 

“No Ghost on the Moor” es una pieza muy delicada con aires siderales y una entrada progresiva en la que Wilson tira de unos agudos preciosos y ambientales. Da sensación de vacío y es el preludio para que vuelva entrar la guitarra espectacular de McStine soleando. Se empalma con “Heat Death” y la cosa avanza lenta, como flotando en la atmósfera, terminando en una especie de homenaje a “2001 Odisea del espacio”, película de Kubrick en la que cuando aparece uno de los monolitos, concretamente el de la luna, suena esa frecuencia saturada para enviar la onda y el mensaje de que la humanidad ha llegado a otro punto evolutivo. “Perspective” es uno de los temas más experimentales y que entroncan más con lo que nos ofrecía Steven Wilson en el disco The Future Bites.

 

En “Beautiful Infinity” hay a cara más accesible y sabia de un Wilson que canta con maestría y que tira de acústica y arreglos siderales para arropar una tonada tan sencilla como certera. Corte que hará las delicias de sus fans más veteranos pues aquí encontrarán lo que esperan. La canción muta hacia “Borrowed Atoms”, conducida por un piano y con una línea melódica tan accesible como bella. Dejes de tristeza y arreglos puramente Pink Floyd en otro de los grandes momentos de un disco que es un absoluto regreso a las raíces del genio británico. Destaca incluso ese final abrupto.

 

“Infinity Measured in Moments” es una canción que se abre con la narración femenina en off y con muchos juegos de coros y musicalidad. Rica en cuanto a matices, con batería muy técnica y con arreglos de palmas en un desarrollo instrumental rotundo y extenso en el que el teclado también se da su propio festín. Prog en mayúsculas, como tenía que ser, y siempre con la imaginería espacial por bandera. Y termina otra vez con la misma voz femenina cerrando. “Permanence” es la coda final en la que el instrumento de viento se despide, como alejándose hacia el firmamento.

 

The Overview necesita muchas escuchas pues, como en todos los discos de Steven Wilson, no te puedes quedar sólo con las primeras impresiones y hay que ir hasta el meollo de todo para poder lograr captar la esencia de algo que siempre es muy grande. Sinceramente creo que ese fragmento que lleva por título “Objects Meanwhile” pasará a ser una canción imprescindible en todos sus próximos conciertos ya que te va a recordar a todo aquello que hizo genial e irrepetible a Steven. Quiero experimentarlo con la película una vez salga y así podremos llegar a captar toda la inmensidad de Wilson, que es tan infinita como el mismo universo.

 


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