Morti repasa su discografía en Castellón junto a House of Dawn y Pòstum-0, demostrando que no todo está perdido y que sigue en una forma envidiable

Morti + House of Damn + Pòstum-0

5 de diciembre – Pub Terra – Castellón de la Plana

Crónica y fotos: Yúbal Fernández

 

Morti es uno de esos cantantes que, casi sin quererlo, lleva varias décadas colocando alguna canción en la banda sonora de nuestras vidas. Sobre todo a finales de aquella época dorada del metal español, cuando grupos como Saratoga o WarCry empezaban a coger fuerza. Con un primer grupo llamada El Fantástico Hombre Bala, el cantante catalán saltó a la primera línea de la mano de Skizoo, proyecto creado por Jorge Escobedo y Antonio Bernardini tras la separación temporal de Sôber, con la que lanzó dos discos brillantes en 2005 y 2007. Quien escribe estas líneas llegó a ellos no por ser fan de Sôber, sino porque el batería de aquella primera formación de la banda era Dani Pérez, recién llegado desde los mencionados Saratoga después de esa gran escisión en la que él y Leo Jiménez se fueron.

 

Pero ya sea llegando desde el power metal en busca de un sonido más melódico u oscuro, o venidos directamente desde un Sôber que llevaba petándolo muchos años, fuimos muchos los que encontramos en Skizoo un refugio musical. Junto a este proyecto, Morti también lanzó esa excelentísima propuesta musical llamada Bushido junto a Carlos Ann, Enrique Bunbury y Shuarma. Más adelante, su carrera continuaría con proyectos como ExMundus o InMune. En total, son ya varias décadas sobre los escenarios, y el vocalista está haciendo una gira especial celebrando esa trayectoria.

 

Y ha sido esta gira la que le ha llevado al Terra, el pub más particular y con más personalidad de Castellón de la Plana, decorado de una manera ecléctica. Casualidad o no, esa decoración tan de en sueño parece casar perfectamente con la música que los asistentes íbamos a escuchar. El concierto tuvo algunos claroscuros, siendo el principal punto negativo la falta de asistencia. No hubo una gran entrada, aunque todos los que fuimos acabamos encantados y coreando esos himnos goticofestivos que habíamos ido a escuchar. La parte positiva es que la sala sonó como nunca, y que los artistas invitados y teloneros también tuvieron un nivel muy alto.

 

 

Los primeros en subir al escenario fueron Pòstum-0, que iniciaron su descarga de Metal y Hard Rock poco después de que se abrieran las puertas, y todavía con muy poca gente dentro. Pero esto no impidió que lo dieran todo en un concierto especial, puesto que era el último de su batería. Su sonido fue muy bueno desde el principio, y su música cañera, en la que destacaba una voz muy potente y rockera. Quizá su estilo musical se alejaba algo de la propuesta del cabeza de cartel, pero he de decir que yo no les había escuchado nunca y me convencieron totalmente. Sobre todo por el buen quehacer en los solos de guitarra y su gran personalidad a la hora de presentar las canciones.

 

Esto último lo digo porque lo hacían a dos voces. Por una parte el vocalista de la banda hablaba normal sobre cada tema, pero luego su bajista usaba una especie de vocecilla cómica que les daba un punto diferencial y divertido. Esto en las presentaciones, porque cuando se ponían a tocar el bajo hizo unos muy buenos coros que acompañaban a la perfección la versatilidad del cantante, que era capaz tanto de desgarrar la voz como de hacerla limpia. Muy buenos temas, muy buena actuación y un excelente sabor de boca, sobre todo al cerrar con «El Amo», una canción de metal clásico que es muy directa y pura energía. Con ella, ayudaron a que el público se encendiese.

 

 

Los siguientes en tocar fueron House of Damn, el proyecto del cantante Jacob Cámara con un sonido 100% americano y una mezcla de Southern Rock, Post-Grunge, Metal y Country. La combinación musical funcionó a las mil maravillas, acompañada del excelente sonido de la sala. Su música fue enérgica y directa, y con muchos matices al tener una guitarra eléctrica con la que en ocasiones le ponían un efecto de acústica. Sus temas eran cortas pero muy cañeras, y la voz de Jacob potente y capaz de transmitir todo tipo de sentimientos. De hecho, el vocalista iba presentando cada uno al detalle, diciendo desde lo que quería expresar con ellas y añadiendo pequeños discursos motivacionales. Esto hacía que los asistentes nos involucrásemos más con cada canción y las disfrutásemos de una manera más profunda.

 

Sonaron muy bien, impecables, con unos excelentísimos solos por parte de Víctor López,  así como el buen hacer del siempre carismático Juanba Nadal, el conocido bajista de Dragonfly, donde coincide con el batería Jorge Alcázar que también formaba parte de este grupo. De hecho Alcázar fue una de las grandes sorpresas de la noche, no solo por marcarse un doblete tocando tanto con House of Damn como con Morti después, sino por impresionarnos a todos con su potencia y técnica. La sala ya empezaba a tener más gente, y Jacob encendió al público bajando dos veces con su guitarra a tocar entre los asistentes y refiriéndose a ellos como espartanos. Se metieron al público en el bolsillo, tanto en los temas potentes como en alguna balada acústica, dejándonos a todos los que no los conocíamos con ganas de más. Espero que vuelvan a tocar pronto cerca.

 

Y tras estos dos magníficos entrantes, llegaba la hora del plato principal. Con todos los integrantes de su banda en el escenario, salió Morti con su característica vestimenta emogótica que lleva acompañándole durante toda su carrera. En una mano el micrófono, y en otra un atril con las letras. No parecía dispuesto a arriesgarse a fallarle a quienes habían ido a disfrutar de sus himnos inmortales. La sala no estaba tan llena como se merecía, pero en un comienzo en el que la segunda canción ya fue «No todo está perdido» y la siguiente «Partir de cero», esos nostálgicos del Skizoo de los años 2000 que nos habíamos reunido allí ya estábamos totalmente metidos en el bolo. Tan metidos que el vocalista catalán, al terminar muchas de sus canciones, le indicaba al público que siguiera cantando, y muchos de los temas terminaron con los asistentes cantando a capela los estribillos.

 

 

El sonido del concierto fue inmejorable. Sé que me repito, pero la sala Terra brilló a muy buena altura, y en el setlist había un amplio repertorio por todos los proyectos por los que el cantante había pasado. La voz de Morti también estuvo muy a la altura, ni una flaqueza, es como si realmente hubiera sido un vampiro y los años no hubieran pasado por él. Dos integrantes de la banda que les acompañaba brillaron especialmente. Por una parte el guitarrista Mai, «el Maiden», que al ser de Castellón jugaba en casa y todos le estuvimos vitoreando. Y luego estaba el batería Jorge Alcázar, que en este concierto también se volvió a salir, terminando varios de los temas con florituras y pequeños solos. Hasta el propio Morti miraba hacia atrás sorprendido en más de una ocasión. Pero el resto de miembros también lo hizo de una manera magnífica, con Eduardo Meseguer demostrando su gran quehacer al bajo, y Víctor González marcándose muy buenos solos de guitarra.

 

Para mitad del concierto empezaron a llegar pesos pesados como «Arriésgate», cuya presentación fue acompañada de un «ooooohhh» coreado por un público poco numeroso pero entusiasmado. «Sólo estás tú» fue una canción muy coreada, igual que «Desmejorado», uno de los temas del proyecto Bushido donde también participaban voces como la de Bunbury, Shuarma o Carlos Ann, y que más tarde Morti versionó en su banda InMune, un arreglo que fue el que sonó esta noche. Luego, siguieron otros temas como «Habrá que olvidar», o la balada «Algún día» en la que se veían bastantes ojos vidriosos.

 

 

En definitiva, fue un concierto en el que todos recibimos lo que fuimos a buscar, una muy buena ración de música aliñada con nostalgia. Hubo un excelente sonido, todas las bandas acompañantes brillaron a buen nivel, y al final, todos los asistentes disfrutamos de un bolazo. Me queda una espina clavada, la de ver que no fue tanta gente como se merecía, aunque Morti siempre fue un artista navegando entre géneros, quizá un poco demasiado de nicho para la comunidad rockera, y eso junto a fechas como un puente pudieron influir. Pero bueno, si has leído hasta aquí puedo ser sincero, que j… fastidien esos que no fueron porque fue maravilloso.

 


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