Cine Rockero: «Poquita Fe»

Poquita Fe

Director: Pepón Montero

Productora: Buendía Estudios

Año: 2023

Elenco: Raúl Cimas, Esperanza Pedreño, Chani Martín, María Jesús Hoyos, Juan Lombardero, Julia de Castro, Marta Fernández Muro…

¿Dónde verla? La podéis encontrar en Movistar y Prime Video

Mira que los últimos tiempos están dando para series españolas realmente buenas. Y muchas de ellas, curiosamente, están protagonizadas por humoristas que, lejos de repetirse, logran salirse completamente de la norma. Juegan con lo sutil, lo absurdo y esa fina línea entre el humor más fino y el más chabacano que tanto nos gusta en España.

En este caso, Raúl Cimas se embarca en una propuesta junto a Esperanza Pedreño, nuestra querida Cañizares de Camera Café, y juntos nos ilustran una vida de lo más cotidiana: una pareja cuarentona afincada en Madrid que sobrevive entre trabajos mileuristas, alquileres imposibles, padres que no siempre ayudan y un sinfín de pequeños dramas diarios que resultan, a la vez, desternillantes y tremendamente reconocibles.

 

 

Uno de los aciertos más originales de la serie es la manera en que los propios personajes rompen la cuarta pared y comentan a cámara todo lo que les va ocurriendo. Este recurso no solo hace que la narración sea ágil y amena, sino que le da un toque muy fresco y cómplice con el espectador. Además, el humor está medido al milímetro: natural, sin exageraciones, con esos “puntazos” que te pillan por sorpresa y te arrancan una carcajada sincera.

 

Aunque la serie aparenta sencillez, se nota que detrás hay un gran trabajo de guion y montaje. Todo está cuidado al detalle: los diálogos fluyen, las situaciones son creíbles y el ritmo está perfectamente ajustado. Los personajes son tan cercanos que podrías identificarte con cualquiera de ellos; todos transmiten verdad, sin imposturas ni sobreactuaciones. Y es que el elenco está compuesto por auténticos actorazos. No hay ni un solo papel que chirríe: cada uno está perfectamente escogido y todos clavan sus interpretaciones.

 

El formato también ayuda: capítulos de unos quince minutos que se pasan volando. Puedes verlos en cualquier pausa del día, aunque lo más probable es que acabes devorando la temporada entera de una sentada.

 

En definitiva, una pequeña joya: una obra maestra de guion y montaje, perfectamente sincronizada, con un humor “blanco” pero ingenioso, y una dirección impecable que consigue que todo encaje con naturalidad. Parece sencilla, sin pretensiones, pero es una serie redonda, divertida, y con un corazón enorme.

 

Te deja con una sonrisa y un muy buen rollo. Hacía tiempo que no me reía tanto con algo tan auténtico. Enhorabuena por esta maravilla.

 


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