Evergrey + Klogr + Virtual Symmetry
13 de noviembre – Sala Rebullón – Mos (Pontevedra)
itp-promotions.com
Crónica: Dr. Reifstein (aka Rubén Reif)
Fotos: Yolanda Sabater
Noche de ensueño para los seguidores del metal progresivo con tintes melódicos en la localidad de Pontevedresa de Mos, que poco a poco va recibiendo giras internacionales de mayor relevancia gracias a su fastuosa Sala Rebullón. Eso sí, no os dejéis llevar por la primera parte de nuestro titular…este pack de gira formado por Virtual Symmetry, KLOGR, y Evergrey nos trajeron de todo menos sombras y grises (bueno, a nivel ambiental a KLOGR igual sí que le encaja). Eso sí, vista la propuesta musical de los cabeza de cartel, empezamos a pensar que deberían cambiar su nombre por “Nevergrey”.
Siendo Stairway To Rock un medio reciente (¡la semana que viene cumplimos 3 meses!), esta es la primera vez que tenemos la oportunidad que cubrir dos fechas de una misma gira internacional. En Barcelona, nuestro compañero y gran gurú del periodismo musical metalero Jordi Tárrega se acercó a la Sala Bóveda a verlos, y os lo contó en está detallada crónica que podéis (y debéis) leer también. Además es la primera crítica que hacemos de un concierto celebrado en la Sala Rebullón, así que no podemos hacer menos que destacar que la misma está alojada en un Centro Social, Cultural y Deportivo (As Pedriñas), gestionado por la Comunidad de Montes y Vecinos de Tameiga, siendo una entidad sin ánimo de lucro representada por la población local.
Aunque un poco mal comunicada, la Sala Rebullón es un recinto relativamente nuevo que ha ido ganando fama en los últimos años debido a sus buenas condiciones acústicas. Sin duda es una gran iniciativa que se merece grandes aplausos y todo el apoyo por nuestra parte, ya que está ayudando a traer más y más conciertos de nuestra música al sur de Galicia (y no te atracan vilmente si quieres tomarte algo o cenar).
Virtual Symmetry: con ganas de más (y difícilmente mejor)
Segunda visita a nuestro país (la primera fue en 2022) por parte del primer grupo de la noche, los sueco-italianos liderados a las voces por el prolífico y carismático Marco Pastorino. Recordemos que Marco es también cantante/guitarra de Temperance, cantante de Serenity, y pronto lanzará su primer disco en solitario…y con un bagaje previo ciertamente amplio. Toda una mente inquieta y, como nos demostró en Rebullón, un excelente frontman.
Con el poco espacio disponible sobre las tablas, supieron sacar petróleo de la media hora larga de tiempo con la que contaron. Siendo el primer grupo, el sonido fue más que correcto, y tan solo diría que en algún momento puntual costó escuchar correctamente a Pastorino, pero no fue nada exagerado. De montaje llevaban dos pantallas pequeñas mostrando proyecciones relacionadas con la banda (ojo, pantallas compartidas también con KLOGR, al igual que la batería), luces a juego sin grandes alardes (predominaron verdes y rojos), y el espacio un poco justo para que teclista (Rubén Paganelli), guitarrista y fundador (Valerio Æsir Villa), bajista (Alessandro Poppale) y batería (Andrea Gianangeli) pudieran desarrollar su metal progresivo, bien alineado con el de los protagonistas de la noche.
Saltaron a las tablas a la hora prevista (19:00), con la sala a medio gas, ya que no dejaba de ser una hora ciertamente temprana, especialmente para los que veníamos de lejos (no deja de ser mejor empezar pronto que acabar un concierto a las 00:00 en mitad de la semana, aunque quizás se podría haber iniciado un poco más tarde). Una pena, porque su propuesta fue como para no perderse ni un minuto de concierto. Además, comenzaron con dos adelantos de su inminente Veils Of Illumination, programado para el 6 de diciembre: en primer lugar “Heart’s Resonance”, seguida por el tema escogido como primer single, la maravillosa “Canvas of Soul” (suena de fondo en mis altavoces mientras escribo estas líneas), de la que os dejamos su muy artístico video musical:
Por desgracia el tiempo disponible no dio para mucho, pero pudimos disfrutar también de “The Paradise Of Lies” y “Come Alive” de su anterior y homónimo álbum, y “Exodus” del Exoverse. A nivel de ejecución nos dejaron muy buenas sensaciones, demostrando un nivel técnico elevado por parte de todos los miembros de la banda. Mención muy especial para mi tocayo Rubén Paganelli, no solo por su labor a las teclas, si no por demostrar que es un multinstrumentista de cuidado, deleitando a los presentes con su saxofón soprano en un momento de la actuación. Y si no lo creéis, echadle un ojo a su canal de You Tube.
Destacamos especialmente la complicidad que mostraba la banda entre sí, la interacción con el público (no paraban quietos) y el despliegue de buen rollo sobre las tablas por parte de todos (Marco llevándose la palma en este aspecto, como buen frontman). En definitiva, un comienzo inmejorable que nos supo a poco. Otro detalle que nos gustó es que el nuevo disco estaba de venta anticipada en el puesto de merchandising de la banda, llevado por los propios miembros de la banda (unos currantes en toda regla que estuvieron totalmente disponibles para charlar, hacerse fotos, firmar…). Ni que decir tiene que Veils Of Illumination fue para la saca, debidamente firmado.
KLOGR: actitud, buen rollo, genial puesta en escena (y se pronuncia key-log-are)
Tras un breve descanso, los italianos KLOGR saltaron al escenario en lo que era su primera visita a la terriña (en este tour de hecho es la primera vez que tocan en España). De ellos en destacaremos en primer lugar su propuesta musical, diferenciada de la de sus dos compañeros de gira. No acaba de ser tarea fácil etiquetar su estilo, así que diremos que practican un tipo de metal progresivo con tintes de rock alternativo (fun tip: si no sabes etiquetar una banda, usa la palabra “alternativo” para salir del paso). Por intentar afinar, algo así como estilo Alter Bridge, pero más oscuro y pesado. No obstante, en mi opinión siempre es un excelente indicador cuando el estilo de una banda no es sencillo de catalogar.
A nivel escénico, dos apuntes: la carismática figura del vocalista y guitarrista Gabriele Rustichelli (Rusty para los amigos), que escudado tras sus gafas de sol no necesitaba más que su lenguaje corporal, su buena presencia escénica, y algún que otro «Fuck!» para insuflar actitud y buen rollo sobre el respetable. Todo un descubrimiento. En segundo lugar, el juego de luces empleado, meticulosamente estudiado para generar un ambiente de semi-oscuridad, totalmente acorde con su propuesta musical, en perfecta sintonía con las imágenes que nos iban mostrando las dos pantallas sobre el escenario. No es en absoluto común que una banda telonera lleve una propuesta escénica tan elaborada, y creedme, es para verlo (y sentirlo). Posteriormente tuvimos la oportunidad de charlar con Rusty, y le preguntamos específicamente por este detalle. Por lo que nos contó, es algo en lo que han puesto mucha atención, siendo además 100% autoproducido por los miembros de la banda. Sin duda muy meritorio…¡buen trabajo!
La formación la completaban el guitarrista Alessandro «Crivez» Crivellari, el bajista Roberto «Piv-o» Pivanti y el batería Filippo «Filo» De Pietri, que tuvo que dejar la gira temporalmente por un problema de salud, siendo sustituido por Andrea de Virtual Symmetry (gran aplauso para él, ya que lo hizo fenomenal en las dos actuaciones). En general, todos dieron la sensación de disfrutar sobre el escenario, teniendo cada uno su espacio para “brillar” (mostrando además una ejecución sin fisuras) en ese mundo sombrío que supieron recrear a la perfección, mostrándose además muy comunicativos y simpáticos con el público, derrochando actitud y mala leche, pero de la buena. ¡Maravillosos!
Volviendo al montaje escénico, comentar que contribuyó a realzar su actuación siempre y cuando estuvieras con todos tus sentidos en el escenario, casi diría que en estado de semi-trance (los que lo vieron a más distancia mientras se tomaban algo y charlaban, creo que no se enteraron de nada). ¿Y en lo musical? Pues igualmente tenemos muy buenas palabras. Un sonido duro, contundente, enérgico y muy bien cohesionado, que en Rebullón tuvo las condiciones perfectas para que los asistentes disfrutaran de lo lindo. Fueron en total 10 temas los que sonaron, con especial énfasis en su último lanzamiento (diría que lo tocaron entero, pero no puedo confirmarlo al 100%, ya que fue imposible conseguir el set list). En definitiva, toda una sorpresa.
Evergrey: veni, vidi, vici
En cuestión de poco tiempo quedó el escenario totalmente despejado, y esta vez sí, con todo el espacio disponible para la descarga de Evergrey. Había expectación en el ambiente, y desde luego se notaban muchas ganas (y ya nos habían “chivado” que en Barcelona lo habían hecho fenomenal, aunque el sonido no acompañó). Destacamos mucho el montaje, con tres pantallas grandes que fueron proyectando imágenes de la banda, videos musicales, diseños variopintos dispuestos para la ocasión, y en varios momentos las letras del estribillo de la canción de turno, lo que sin duda ayudó a la parte del respetable más amnésica (entre la que me hallo) a poder cantarlos a pleno pulmón. Y acompañando, una iluminación magnífica.
Sobre este tema, volver a incidir en la grata sorpresa que nos supuso que siendo una gira de salas de aforo mediano o pequeño, el montaje que dispusieron las tres bandas fue de lo mejor que yo haya podido ver en circunstancias similares. La disposición también era ciertamente original, con los teclados y la batería enfrentados, dejando espacio para las proyecciones. Está claro que lo importante es la música, pero es muy de agradecer que se invierta presupuesto, tiempo y energía en cuidar estos detalles al máximo. ¡Ojalá otros más grandes aprendieran!
El comienzo de la actuación lo marcó una cuenta regresiva narrada por una enigmática voz, mientras en las pantallas podíamos ver también la constelación que aparece en la portada del Theories of Emptiness, que nos venían a presentar. Una vez finalizada, saltaron al escenario para comenzar con la muy esperada “Falling From The Sun”, siendo sin duda un tema perfecto para abrir fuego, enlazando después con “Say”, también de su lanzamiento más reciente, del que sonaron otros 3 temas a lo largo del concierto, copando 1/3 del set list (¡bravo!). En general, el set list se basó principalmente en sus discos más recientes, además de los 5 nuevos temas: 3 del anterior A Heartless Portrait (The Orphéan Testament), 2 de Escape of the Phoenix, otros 2 de The Atlantic, y un tema de The Storm Within, Hymns for the Broken, y The Inner Circle (única concesión real al pasado). Teniendo joyas en el mercado discográfico desde 1998, confeccionar este set debe ser una tarea titánica, así que nos damos por satisfechos con lo que consideramos una elección bien hecha, aunque desbalanceada desde el punto de vista “histórico”.
Volviendo a la actuación, cuando por fin el carismático líder Tom S. Englund, se dirigió al público, lo hizo para pedirnos encarecidamente que disfrutáramos en los siguientes 90 minutos, ya que eran el momento perfecto para olvidarnos de los problemas. Y vaya si lo conseguimos, con la inestimable ayuda de toda la banda, su descarga sónica y el buen rollo que transmitieron en todo momento. Cayó después “Midwinter Calls”, que supuso la primera gran colaboración del público, y es que los coros del tema en cuestión se prestaban a ello. Aunque Tom nos daba pie a ello, la verdad es que no era muy necesario, ya que la gente se prestó a ello con total entrega, al igual que en la siguiente “Distance”, cuyo estribillo fue apareciendo en pantalla, facilitándonos un poco la labor.
La banda se mostró enérgica y muy entregada en todo momento. Tom S. Englund estuvo muy comunicativo y locuaz, interactuando y bromeando mucho con el público entre canción y canción. Henrik no dejaba de moverse y gesticular con entusiasmo mientras saltaban chispas de su guitarra, y lo mismo para el inquieto teclista Rikard Zander, que a veces parecía que pasaba más tiempo fuera de su espacio delante de los teclados que dentro, implicadísimo en todo el desarrollo de la actuación. Por su parte, Johan mantuvo su característico estilo sobrio y eficiente al bajo, mostrándose igualmente accesible y cercano. Mención especial para Simen Sandness, que tenía en esta gira su prueba de fuego como nuevo batería de la banda, y la verdad es que no defraudó, con una técnica impecable, perfectamente integrado en la banda y sin parar de levantarse y hacer guiños al público, con la mejor de sus sonrisas…si hasta se salió del kit en algún momento para ponerse al micro!
Tras “Eternal Nocturnal” y la melancólica “A Silent Ark”, vinieron otros dos bombazos ampliamente celebrados, como fueron “Call out the Dark” y “One Heart” (al término de esta fue cuando Simen se lanzó a por un micro y se puso a cantar el estribillo, en perfecta comunión con el público). Antes de llegar a los bises sonaron “Weightless” , “Misfortune” y “Save Us”, y sin apenas darnos cuenta estábamos al final de la actuación. Para el fin de fiesta se guardaron “A Touch of Blessing” (única mirada a un pasado situado 20 años atrás), y las muy accesibles (y perfectas para cerrar) “King of Errors” y “Our Way Through Silence” (curiosa decisión, cerrar con un tema del último álbum, pero que funcionó).
Resulta evidente que salimos entusiasmados de la noche que nos brindaron las tres bandas, por lo que cerraremos la crítica con una reflexión, y es que más allá de calidad de la propuesta a nivel musical (incuestionable), lo que vimos transmitió la sensación de estar diseñado con esmero y cariño para el divertimento del respetable, pero también de los artistas sobre el escenario. A veces nos encontramos con otras propuestas musicales basadas en la ejecución perfecta de temas, clavados a lo que podemos encontrar en el álbum, pero con escasa comunicación o con un aspecto visual poco cuidado. Parece que en Evergrey han entendido a la perfección (también tienen sus tablas) la diferencia entre escuchar un disco en tu casa, o lo que debe ser el ir a una sala y encontrarte con tu público. Aquí la clave es que lejos de estar centrados en clavar un tema tras otro, con calidad y ejecución perfectas (que encima lo hicieron), lo que tuvimos fue una banda absolutamente centrada en disfrutar y en hacer disfrutar.
Vamos, que nos brindaron un auténtico espectáculo de ROCK…era difícil dejar de ver una sonrisa dibujada en el rostro de cada miembro de Evergrey, que a su vez se veía reflejada en todo el respetable, que contempló feliz y participativo todo lo que acontecía en ese escenario. Y así, fueron 90 minutos sumergidos en un mundo feliz, como nos sugirió Tom. ¡Gracias!
«When there is reason, Tonight I’m awake, When there’s no answer, Arrive the silent man»