Volbeat – God of Angels Trust

75/100 

6 de junio de 2025

Universal Music

Cuando aparecieron Volbeat vi en ellos a una de las más grandes promesas posibles dentro del planeta rock. No me equivoqué, y soy de los que tiene todos sus discos y los ha defendido con capa y espada. Pero el tiempo avanza y la fórmula sigue estando fijada. Un detalle importante, y no menor, es que Rob Caggiano abandonó el barco, pero tampoco sé sus razones. Y si en su anterior Servant of the Mind quisieron mostrar su cara más dura posible, con el presente God of Angels Trust el juego es hacer un disco obvio y 100% Volbeat. Y eso es bueno y malo a la vez… Pero digamos que, como me pasa desde su cuarto disco… hay decepción de inicio, pero con cada escucha más lo disfruto.

 

Ya en “Devils Are Awake” nos encontramos esa entrada tan a lo Slayer para luego navegar en el piloto automático conocido que han patentado. Ese rockabilly festivo, con guitarras oscuras, siendo muy melódicos en los estribillos y con la maravillosa y única voz de un Michael Poulsen, que sigue siendo el santo y seña de la banda. Hay cambios de tempos y guitarras dobladas en el solo en un ejercicio muy prototípico de lo que es Volbeat. “By a Monster’s Hand” ha sido single y suena a clasicazo para los daneses. Posee un tremendo videoclip con un asesino en serie de barrio residencial americano y con un cambio de ritmo oscuro marca de la casa. Es divertido porque es como musicar a Ed Gein con muchísima gracia y… para todos los públicos.

 

“Acid Rain” es de lo mejor de la obra, con esa entrada de bajo de Kaspar Boye Larsen y esa cadencia positivista rematada por un Poulsen exquisito. Es de esos temas de corte excesivamente comercial que tanto pueblan sus últimos tres discos, pero innegablemente funciona. Carnaza de radiofórmula que busca llegar a todos los públicos y dejar constancia del sello Volbeat. El tema más rockabilly (en onda “Radio Girl”) sería “Better Be Fueled than Tamed”. El bajo de posee una juguetona línea y hay cambios de riff, con uno muy marcado de la escuela Slayer. En muchos temas parece como que el grupo quiere dejar patente que son metaleros de la vieja escuela a pesar de buscar estribillos de radiofórmula.

 

“In the Barn of the Goat Giving Birth to Satan’s Spawn in a Dying World of Doom”… es una concesión muy exagerada al “Sadman’s Tongue”, con esa base del “I Walk the Line” de Johnny Cash. Me huelo que tratan de intentar sustituir ese clasicazo con algo modernizado, y está realmente bien, pero no creo que supere a su “hermano mayor”. De todas formas, es un temazo, suena especialmente metálico y hay fragmentos instrumentales que recuerdan a Maiden, especialmente por el bajo de Kasper. Y en la redacción somos especialmente fans de “Time Will Heal”. Esta pinta que quedará como clásico, pues lo tiene todo, y es suficientemente diferencial a lo que ofrecen, que no nos olvidemos: es una fórmula clarísima repetida hasta la saciedad. Coreable en directo, con guitarras entrecortadas en los versos y explosión en el estribillo.

 

Conectando con su anterior obra y buscando un sonido más metálico nos topamos con “At the End of the Sirens” con la que el heavy metal es una realidad y casi que hay un guiño al doom metal por los tempos, que se aceleran y desaceleran. Aquí el papel del baterista Jon Larsen es excelente y de verdad que la base rítmica le mete el plus a una canción que no busca sonar en la radio precisamente, pero y sí convencer a sus fans más veteranos. “Lonely Fields” es también de lo que más destacaría a pesar de su sencillez, pero de su mucha eficiencia. Estribillo muy musical y poderoso en el que Poulsen vuelve a brillar. Se mantienen las guitarras cortantes de Flemming en una pieza muy conseguida y fiel al estilo.

 

 

Las guitarras de los invitados Flemming C. Lund y Martin Pagaard Wolff funcionan perfectamente y no hay necesidad de echar de menos a Rob. Eso queda patente en “Demonic Depression”, que hace honor al nombre y suena metalera al 100%. Otra de las grandes destacadas y de las que todo apunta que es carne de directo. Un rompecuellos de manual con estribillo pegadizo, siempre suavizado por los coros de Mia Maja que canta en hasta cuatro temas del disco. Y ya en el cierre de “Enlighten the Disorder (By a Monster’s Hand Part 2)” tiramos de electricidad, ambientes inquietantes y otra dosis de fuerza y de groove. Realmente el sonido general conseguido es ideal para Volbeat.

 

Tras cuatro años de espera después de la edición de Servant of the Mind vuelven los de Poulsen para ofrecernos un disco que busca mantener las credenciales metaleras de su obra anterior, pero que, a la vez, intentan crear unas canciones del más puro sonido Volbeat, con guiños a sus obras más reconocidas y tirando de la fórmula. El productor Jacob Hansen es especialmente clave y consigue que el sonido sea perfecto. Como siempre me pasa, es un trabajo que me decepciona de primeras, y que luego, me va enganchando en cada escucha certificándome que estamos ante una de las mejores bandas de la actualidad. Si te gusta Volbeat es imposible que no te guste God of Angels Trust, pero si les sigues desde que empezaron…

 


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